Editorial: El problema de las tomas
Editorial: El problema de las tomas as palabras de Rodrigo Trujillo, presidente de la junta de vecinos Vientos del Sur de Coviefi, en la capital regional -"Hacemos un llamado a todo Antofagasta a que se orL ganice igual que nosotros para que no tengamos más tomas"no son una mera reacción alslada. Son el reflejo de una ciudad que se siente sitiada por un fenómeno que ha dejado de ser excepcional para transformarse en una dinámica casi permanente: la ocupación ilegal de terrenos. El reciente informe del Ministerio de Bienes Nacionales es lapidario. Antofagasta concentra el 40% de las ocupaciones ilegales e irregulares del país, con más de Il mil casos. Es decir, lideramos el ranking nacional, y no por una razón que pueda enorgullecernos. A ello se suman más de 1.300 inmuebles tomados, superando ampliamente a regiones vecinas como Atacama o Tarapacá. Las tomas han proliferado en distintos sectores, generando conflictos vecinales, inseguridad y problemas sanitarios. La quema de basura en asentamientos irregulares es solo una de las expresiones más visibles de un problema ambiental y de salud pública que crece sin control. Frente a este panorama, la indignación ciudadana es comprensible.
Las denuncias se multiplican, pero los vecinos se topan con un laberinto burocrático que dispersa responsabilidades: Bienes Nacionales, Delegación Presidencial, municipio. .. Todos parecen tener algo que decir, pero pocos asumen la coordinación y la acción efectiva. El resultado es un sentimiento de abandono. La pregunta de fondo es si el Estado está dispuesto a abordar este fenómeno con una estrategia integral. Porque las tomas no se originan únicamente en el oportunismo o el abuso: también son consecuencia de un déficit habitacional histórico, de la ausencia de planificación urbana. La región necesita una respuesta que combine firmeza y humanidad: desalojos efectivos y soluciones para las familias. El asunto bordea un peligro enorme porque la posibilidad de enfrentamiento entre personas es cada vez más concreto. Las autoridades deben poner atención.. E Editorial La región necesita una respuesta que combine firmeza y humanidad: desalojos efectivos y soluciones para las familias.