Autor: SOLEDAD VIAL
“La derecha ha perdido total conexión con las bases, por la debilidad de los partidos”
El rector de la Universidad Adolfo Ibáñez expresa que las colectividades de Chile Vamos “no existen en el territorio”. Además, analiza las primeras semanas de la Convención, cuyo discurso califica como “excluyente, cuando uno esperaría que fuera convocante”. | Harald Beyer está a la espera del nuevo protocolo para retomar la presencialidad completa. Hasta ahora, en la Universidad Adolfo Ibáñez que encabeza, trabajan en modo híbrido: presencial y a distancia. Los alumnos mayores —afirma— han podido sortearlas restricciones de la pandemi “Mientras más pequeño, más fuerte es el impacto”, dice el rector. Y no lo sorprende. Desde siempre, recuerda, el mejor rendimiento en las pruebas internacionales lo obtienen los países con más asistencia escolar.
De hecho, cita el lapidario balance de un estudio reciente de la UC con tres fundaciones: para los más pequeños, no tener jardín infantil ha sido equivalente a que la madre perdiera cinco años de educación.
Beyer cree que la resistencia a la presencialidad en Chile “revela que tal vez no nos importatanto la educación como afirmamos públicamente” y que una acusación constitucional en contra del ministro Raúl Figueroa, como intenta el Frente Amplio, “no tiene ningún sentido”. El también exministro de Educación —que fue destituido en 2013 — propone involucrar a las comunidades educativas, alcaldes y padres en la vuelta a clases. La tradición chilena de poca cohesión social juega en contra, agrega.
“Y con un gobierno muy debilitado, cualquier iniciativa que tiene cae en el vacío”. —Hablando de cohesión social, ¿cómo ha visto la instalación de la Convención Constituyente?“La discusión es extraordinariamente interesante en lo analítico”, responde como el intelectual, liberal de derecha, que encabezó el Centro de Estudios Públicos hasta hace un par de años. *Se ha ido instalando una suerte de trumpismo de izquierda, con todos los elementos del populismo. El populismo es ideológicamente muy débil, se acomoda a distintas doctrinas políticas y siempre se arroga la representación del pueblo.
“Somos los verdaderos representantes del pueblo”, la CC es la más representativa de la historia de Chile”, “viene a refundar Chile', son ideas que se parecen mucho al “make America great Otro elemento es la crítica a la prensa que “En algún momento se dijo que mientras no se liberara a los presos asociados a actos delictuales, no habría Convención y está funcionando”. “Este populismo incipiente en la CC se ampara en un discurso identitario, que puede terminar siendo muy poco convocante”. HARALD BEYER está instalando sectores de izquierda y que recuerda a Trump. Eso de ningunear al que 'no piensa como uno, negar el pluralismo de las democracias contemporáneas que Trump desarrolló todo el tiempo. Un so excluyente, cuando esperaríamos que la responsabilidad de escribiruna Constitución fuera convocante y respetara el pluralismo.
Por ejemplo, ya ha declarado un Estado plurinacional, que debería ser objeto de la del beración de la CC”. Iscur- —¿ No son parte de una épica, un simbolismo, para instalarse con protagonismo en el mapa político? —Hay un proceso de instalación, símbolos y fenómenos propios del deseo de ocupar espacios, sobre todo por la falta de liderazgos políticos en el país. Otro elemento curioso, paradójico, es el discurso político que emerge con superioridad y reminiscencias a otros fenómenos populistas.
“Nosotros somos el mundo verdaderamente representativo de lo que son los chilenos, la nacionalidad, los pueblos originarios”, el resto no entiende y no tiene la misma altura. —Funas, dichos del escritor Jorge Baradit, ¿ está el pluralismo en riesgo? —Son formas que se han utilizado en otras latitudes para acotar el debate y desconocer el pluralismo propio de las sociedades modernas.
Esa “cultura de la cancelación” es muy dañina para la democracia y la vida en común. —También en el mundo, las democracias representativas se han debilitado, entre otros, por el impacto de la globalización. —Es un fenómeno mundial. Desde 2005 hay un continuo retroceso de las democracias liberales, que parecen haber perdido atractivo. Tenemos el caso húngaro, Rusia, India, Turquía.
Estamos lejos de eso, pero el discurso toma elementos como esta idea populista de que Chile estuvo 30 años bajo el control de ciertos grupos que no representan realmente al pueblo y, por eso, hay que refundar el país.
Refundar significa hacer verla verdadera expresión del pueblo y “nosotros somos esa verdadera expresión”. — ¿ No cree que el 18 de octubre cambió el eje del poder en Chile? —Cuando ocurren eventos de esa naturaleza, siempre hay una redistribución del poder, la pregunta es cómo hacer el proceso, si es convocante o no, si refleja el pluralismo de las sociedades democráticas o trata de anularlo.
Son preguntas que están en cuestión y hay dudas. —Pero el plebiscito que decidió la Convención tuvo la convocatoria más alta de la última década. =Sí, hay una institucionalización y es muy positivo, la pregunta es el discurso que se está generando en la CC. Se afirma que es la violencia y me atrevería a decir que no fue el 18 de octubre, sino la marcha pacífica del 2: de octubre la que produjo este proceso institucional. Es decir, la aspiración de que haya un cambio, pero pacífico e institucional.
Algunos grupos que valoraron el estallido no querían esta solución institucional, varios no se sumaron al acuerdo del 15 de noviembre y han estado contradiciendo, de diferentes este proceso constitucional. —¿ Por qué cree que se ha olvidado la "marcha más grande de Chile”, símbolo de unión transversal? —No es casualidad. La idea de insurrección popular, que mantuvieron las protestas vandálicas durante mucho tiempo, sigue estando vigente en algunos sectores más radi calizados, presentes en la Convención y en la sociedad chilena.
El apoyo al proceso institucional es más controvertido dentro de los sectores de izquierda, sumado al debilitamiento de sectores socialdemócratas, Uni dad Constituyente y de la derecha. —¿ Y cómo explica que fuerzas radicales hayan conseguido más convencionales, mayor representación en la CC? —Es curioso, en concejales, la elección considerada más política, Unidad Constituyente sacó 33,5 %, la derecha 33%, y en la Convención, 14,5 % y 21%, respectivamente, Esos votos se fueron a cupos de independientes de distinta naturaleza, Es muy raro que 12% de las personas que votaron la lista de Chile Vamos en concejales hayan cambiado ideológicamente, no es consistente. Lo mismo con Unidad Constituyente. Tal vez, con el desprestigio de los partidos, quisieron dar una oportunidad a líderes locales.
Hay que esperar algunas elecciones para ver si ha habido un cambio de brújula en el electorado chileno. —¿ Hay sobrerrepresentación, como re= claman algunos convencionales, por esca= ños reservados y la paridad? —Está por verse si la población se ha quierdizado, no lo sabemos, existe esa posibilidad y lo reflejarán las elecciones futuras. La elección de la CC reveló también la debilidad organizacional de los partidos políticos. Un 80% delos chilenos se identificaba con un partido político en 1990 y hoy solo el 19%, no habíamos dimensionados esa caída y su significado electoral. La gente escapó de los partidos y votó por líderes sociales, locales, pero no necesariamente significa que haya una identificación ideológica. Sí revela la incapacidad de los partidos de hacerse cargo de los temas emergentes.
En la centroizquierda y la centroderecha se equivocaron al pensar que el progreso resolvía todos los d lemas políticos, realidades sociales nuevas. —En 2015 el gobierno de Bachelet II hizo reformas a la política y a los partidos, ¿no fueron suficientes? —Nadie ha hecho el diagnóstico de qu pasó. Silos partidos no son capaces de canainquietudes de la población, induda blemente se produce un divorcio que pueden aprovechar otros grupos.
Algunas listas de independientes fueron astutas y lograron pturar el voto, sin que signifique que la gente valida sus posturas ideológicas. —Son mayoritariamente de izquierda, ¿la derecha no logra sintonizar con las nue= vas causas? —La derecha ha perdido total conexión con las bases, por la debilidad estructural de los partidos. Gente que participó en las elecciones de constituyentes me comentaba cómo los partidos de derecha no existen en el territorio, Sin presencia territorial no tienes posibili des reales de captar los nuevos problemas. El Partido Conservador inglés, por ejemplo, tiene una vida activísima a nivel local, en centros de estudios; lo mismo en Francia, Alemania. Hace años, en el CEP hicimos un estudio que mostraballas enormes inquietudes que habían surgido por protección en distintos ámbitos.
Ni la derecha ni la centroizquierda lograron avanzar en una propuesta con los niveles de protección que la gente demanda. —La defensa del modelo, ¿impidió a la derecha avanzar a una nueva propuesta como, por ejemplo, los conservadores ingleses con Cameron? —Cuesta abandonar aquello que fue muy exitoso en una serie de indicadores. Faltó análisis, y los partidos de derecha han mostrado poca para entender el cambio social que produjo el mismo modelo.
Respecto de temáticas medioambientales y delos pueblos originarios, el mundo de derecha no tiene un discurso demasiado atractivo, y no es que falten ideas. —¿ Por qué? Incluso en la izquierda se destaca la nueva camada de intelectuales de derecha. —Esos centros de estudio han tenido poca influencia en la elite política de derecha. Esa elite se tiene que renovar, ha estado demasiado tiempo en primera línea. También en la centroizquierda, los partidos tradicionales son los cuestionados. Cuando se produce un descalce entre el orden social y la capacidad de la política de adaptarse, vienen situaciones como las que ha experimentado Chile en el último tiempo. “LA MAYORÍA DE LA SOCIEDAD CHILENA BUSCA UNA AGENDA COLECTIVA” —Como liberal en tiempos liberales, ¿por qué han avanzado poco esas ideas en la derecha chilena? —Tal vezno conla rapidez requerida, pero está ocurriendo. Si bien ninguno refleja mucha diversidad, los candidatos presidenciales tienen posiciones distintas. Y apunta a otra dimensión de la CC, que tanto la centroizquierda como la centroderecha sean capaces de convocar a grupos amplios. Para eso debe haber debate y la oportunidad de plantear tus ideas como legítimas. Este populismo incipiente en la CC se ampara en un discurso identitario, que puede terminar siendo muy poco convocante.
La mayoría de la sociedad chilena busca una agenda colectiva, la derecha y la centroizquierda tienen ahí una posibilidad de reinventarse, —¿ No participar de esa "política de identidades" quita legitimidad a esa agenda? —Las encuestas muestran que la población quiere reconocimiento de los pueblos originarios, pero no un Estado plurinacional, solo un 17%. Quiere dar espacio a grupos marginalizados e injustamente desconocidos, pero dentro de una agenda que conv que y no divida. La forma comose organizó el debate privilegia a unos grupos sobre otros y eso atenta contra el ideal democrático que hace sentido a la población; de reconocimiento igualitario y unitario. El gran desafío dela democracia chilena es cómo convocar a proyectos comunes, colectivos, con solidaridad hacia ciertos grupos.
La alternativa tiene el riesgo de avanzar hacia un tribalismo, donde se configura una democracia de antagonismos antes que de colaboraciones. —¿ Ve que puede perderse la mirada de :n común, fragmentada en causas e iden= tidades individuales? —La crítica más fuerte que han hecho sectores de izquierda a la actual Constitución es que representa a un sector, seguir en ese camino no contribuye a una democracia en que todos nos sintamos incluidos. —Este camino, ¿no identifica a una ma= yoría inclinada a la izquierda, que ganó en la Convención? —Las mayorías evolucionan y la Constitución deja de tener legitimidad si no permite jugar ese partido a todos. Es la ecuación que deberesolver la Convención. El ejemplo más emblemático y vigente está en Estados Un dos, el progresismo enfatizó un discurso con loco en grupos marginados y terminaron en líderes como Donald Trump. O el crecimiento que están teniendo líderes de la extrema derecha en distintos lugares.
El desafío es construir proyectos colectivos, donde todos se sientan igual de reconocidos. —En día de primarias, ¿cómo ve la contienda presidencial en este escenario? —Se piensa que la CC puede afectar a los candidatos y puede ocurrir lo contrario, si construyen agendas que se unen e identifican.
Los candidatos tienen la posibilidad de ir delineando ese país futuro, más convocante, que se hace cargo de todos estos dilemas. —¿ Cómo ve a la derecha frente a ese desafío, heredera de un gobierno impopular? —Un gobierno elegido con una mayo! muy amplia y que no logró construir acuerdos políticos que le permitieran desplegar su agenda. Si esa agenda logró convocar a tanta gente, es un punto de partida interesante, complementado con fenómenos que han emergido con mucha fuerza. La seguridad entendida ampliamente, no solo orden público, como entiende la derecha, con temas emergentes como cambio climático, medio ambiente y una estrategía donde el mérito, el reconocimiento, la dignidad formen parte de la oferta.
El chileno es muy escéptico, desconfiado y aspira a grandes acuerdos. —¿ Usted también está escéptico de la Convención? —En algún momento se dijo que mientras no se liberara a los presos asociados a actos delictuales, no habría Convención y está funcionando. La Convención tiene que empezar a discutir temas duros, complejos, que también desdramatizan un poco la coyuntura. Estamos en los