Autor: ISADORA VARGAS MEZA
Expertos llaman a intervenir mobiliario urbano para ayudar a mitigar altas temperaturas
66 Sería muy útil usar las avenidas grandes, como las autopistas, que tienen grandes bandejones centrales, y construir grandes bosques con mucha vegetación nativa”. JADILLE MUSSA ACADÉMICA DE LA U. CENTRAL Las líneas 3 y 6 del Metro de Santiago, que son las que se han inaugurado más recientemente, se caracterizan por poseer en los accesos a sus estaciones grandes estructuras de concreto. En la imagen, la estación Franklin.
A partir de recurrentes olas de calor y la próxima llegada del verano: A partir de las cada vez más recurrentes olas de calor, y de la inminente llegada del verano, han resurgido propuestas para enfrentar el impacto de las altas temperaturas.
Techos o murallas verdes, más metros cuadrados de vegetación, la integración de elementos de sombreado y los denominados techos fríos, son solo algunas de las iniciativas que buscan disminuir el calor en zonas donde el concreto abunda. “En términos generales, las zonas más cálidas de la ciudad siempre están donde hay mayor densidad de construcciones, en los centros de las ciudades muchas veces, donde hay menos vegetación. Eso ha sido comprobado. Por ejemplo, en la capital, las comunas más cálidas pueden ser Santiago (centro), otras del centro o norponiente, como Renca, Independencia, Estación Central”, comenta Pamela Smith, académica del Departamento de Geografía de la U. De Chile.
Recalca que “una de las cosas que favorece el calentamiento son los materiales con los que se construye la ciudad, que tienen una alta capacidad para absorber calor”, y que una opción es aumentar las áreas de vegetación, aunque advierte que, en el contexto de escasez hídrica, “la vegetación no puede ser la única solución”. Mitigación Jadille Mussa, académica de Arquitectura del Paisaje de la U. Central, postula que “sería muy útil ocupar las avenidas, como las autopistas, que tienen bandejones centrales, y construir ahí grandes bosques, con mucha vegetación nativa”. “Ellos tienen la posibilidad de regarlos.
Ellos mismos, que actualmente emiten una gran cantidad de CO2 y temperatura por las autopistas, puedan unir las autopistas a esta infraestructura, como parte de las mitigaciones de medio ambiente de ciudades que cada día están con más cemento y menos tierra”, asevera. Margarita Jans, codirectora del Observatorio de Paisaje y Bandejones centrales de autopistas, accesos a estaciones de nuevas líneas de Metro y entorno del río Mapocho en toda su extensión son algunos de los puntos propuestos. El Estado debiera liderar estas acciones (... ). Trabajar las cubiertas de los edificios públicos podría ser una intervención importante en esta dirección y una señal coherente”. MARGARITA JANS ACADÉMICA DE LA U. DIEGO PORTALES sustentabilidad de la U.
Diego Portales, afirma que “las autopistas urbanas y corredores de buses exprés son ejes críticos que, al ser de hormigón, contribuyen a la generación de la isla de calor en áreas urbanas”, y que estos espacios pueden intervenirse agregando “la vegetación como parte de su diseño.
Por ejemplo, las autopistas podrían incorporar vegetación en el diseño de los muros de contención”. Mussa también llama a construir con otros materiales, ya que, por ejemplo, las denominadas “plazas duras” son fuente de altas temperaturas: “Es cosa de sentarse en el Parque Almagro, en las placitas que hicieron con la línea 3 del Metro, que es solo cemento con bancos de cemento”. Dice que lo mismo pasa en Plaza Egaña. “A lo mejor Metro necesita esos lugares de cemento. Entonces, que compense muy cerca de ese lugar y poner mucha vegetación, y a lo mejor regalar a las comunas más desposeídas parques y plazas, para compensar esta huella de cemento que está haciendo”, indica.
Martín Andrade, director ejecutivo de Corporación Ciudades, comenta que en urbes como Nueva York o Melbourne “hay programas especiales y tienen algunos incentivos para que las nuevas construcciones tengan techos que, en vez de que sean oscuros, absorban el calor y después lo irradien a la atmósfera, ese calor pueda ser devuelto y no se genere la isla de calor”. En Santiago, plantea que se podría reforzar la vegetación aledaña al río Mapocho “para maximizar su capacidad de transformarse en refrescadores o enfriadores de la temperatura en la ciudad. En todo su trayecto, sería interesante ver todas las oportunidades para robustecer la vegetación en torno asu cauce”. Agrega que podría aplicarse para el canal San Carlos o cualquier otro flujo de agua urbano. Rol del Estado Jans manifiesta que “el Estado debiera liderar estas acciones, y eneso también es necesario aumentar la eficiencia energética de los edificios.
Trabajar las cubiertas de los edificios públicos podría ser una intervención importante en esta dirección y una señal coherente con las exigencias socioambientales actuales a las que debemos responder”. Mussa coincide: “El Estado tiene que ser partícipe activo, ser el que muestra cómo se tiene que trabajar la ciudad. La Moneda, con ese pasto ridículo que tiene, en vez de tener eso, podría tener especies nativas sembradas en las afueras del palacio, y quizás en el techo.
Sobre esta estructura tan formal, que la ecología se haga parte de este problemazo que tenemos”. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo señala que ha impulsado iniciativas para aportar: “En el edificio institucional del Minvu, a la fecha, se han instalado cinco muros verdes que tienen como objetivo purificar el aire, reducir la temperatura ambiente y promover la biodiversidad de la ciudad”.