Autor: Lenka Carvallo
"Hoy nadie quiere aparecer con Piñera... Con Sichel, me han dicho, te puedes sacar una foto tranquilo"
Gl conocí a Sebastián Sichel?”, pregunta Sylvia Eyzaguirre, la cara lavada y una sonrisa de oreja a oreja. “Fue en el 2014. Yo había salido del Mineduc (trabajó como asesora de Harald Beyer y Carolina Schmidt), recién había entrado al CEP y estaba buscando un grupo político con ideales liberales que entonces no existían. Había escuchado hablar de Fuerza Pública y mandé un mail. Sebastián contestó.
Nos juntamos a un café en el Starbucks de Providencia; una reunión larga donde me contó que era un movimiento ciudadano liberal y que yo calzaba perfectamente con este grupo de profesionales, todos independientes políticamente, liderados por Andrés Velasco. Desde entonces con Sebastián hemos recorrido este camino juntos”, dice en modo resumen. Claro que hasta llegar a llamarse Sumamos —la organización independiente que sustentó la candidatura de Sebastián Sichel— el cuadro se fue moviendo bastante. De Fuerza Pública pasó a Ciudadanos y de ahí a constituirse como un partido de centro, liberal, en torno a la candidatura (primero presidencial y luego senatorial) del exministro de Hacienda, Andrés Velasco. Pero ni las candidaturas del economista prosperaron, ni las relaciones fueron las mismas, ni el partido se mantuvo como tal al no reunir el mínimo de firmas que exigía la nueva ley electoral en 2017. Todo alimentado por disputas de liderazgo y poder. Sin embargo, un pequeño núcleo se mantuvo en su propósito de perseverar en su proyecto político.
“Esas experiencias nos llevaron a convertirnos en lo que somos hoy”, afirma Sylvia Eyzaguirre, ahora radiante tras el triunfo del exministro de Desarrollo Social y hoy la única figura política que podría asegurar la continuidad de Chile Vamos en el gobierno ante su hasta ahora más probable contendor, Gabriel Boric. La filósofa y parte de Sumamos Sichelllama a los partidos de Chile Vamos a ser “generosos” y lista parlamentaria a inscribirse el 23 de agosto. “Sin mayoría IA “gobernabilidad”, advierte.
Sylvia Eyzaguirre, investigadora del CEP Ah Seguramente (con Boric) habrá muchas similitudes en lo valórico, pero con diferencias importantes respecto de la economía, y en ese sentido nuestro programa es más realista”. No tengo las condiciones para participar de una elección parlamentaria. Soy mucho más útil en otro tipo de trabajos”. para la filósofa, doctorada en la Universidad de Friburgo, investigadora del CEP y columnista de El Mercurio, la elección de Sichel también fue un bálsamo.
No fue electa como constituyente (fue la única carta de Sumamos con cupo RN), y a fines de junio el Senado rechazó la propuesta del gobierno para nominarla al Consejo Nacional de Educación. —En ese sentido el triunfo de Sichel tiene que haberlo vivido como una revancha, ¿ o no? —NO lo diría así. Quienes participamos en Sumamos hace harto que hemos venido invirtiendo tiempo, esfuerzo y mucho trabajo en este proyecto y, aunque muchas veces las cosas no resultaron, seguimos confiando. Vivimos fracasos, pero seguimos adelante y hoy se abre una posibilidad maravillosa. Veo pura generosidad.
Aquí no hay ambiciones personales. —¿ Cómo ha observado la evolución de Sichel en todo este tiempo trabajando juntos? —Desde que lo conocí he visto en él grandes talentos políticos: es carismático, empático, acogedor; piensa articulado, siempre está viendo los desafíos del futuro y formas innovadoras para resolverlos. Con unas tremendas dotes comunicacionales.
Estuvo en el ministerio de Desarrollo Social para el estallido, que en ese momento fue fundamental, de hecho sacó el IFE y por su forma de comunicar se convirtió en el ministro mejor evaluado. —Se decía que no caía muy bien entre algunos miembros del gabinete por su estilo comunicacional... Lo molestaban porque salía en los matinales con su pizarrón. —La política es así, sectaria; eres de los nuestros o no eres; y si encima no tienes un partido detrás y empiezas a pisar callos, te corren. Sebastián era un afuerino la película.
Representa una forma de hacer política más cercana, en comunicación con las personas, que está al servicio de los ciudadanos, que funciona con las puertas abiertas y no entre cuatro paredes... Eso lo entendió Sebastián aunque todavía existe una élite política que sigue leyéndose entre ellos en El Mercurio, que dan entrevistas sólo a ciertas radios y aparecen en programas de televisión que marcan 2 puntos de rating. —Su triunfo del domingo tiene que haber caído pésimo en ese sector. —Puede sonar ingenuo, pero no lo siento así. En RN —donde me cedieron un cupo para la constituyente— los ví muy contentos. También en Evópoli, donde tengo algunos amigos. En la UDI no tengo contactos, así que no sé.
Sin embargo, creo que todos en Chile Vamos debieran estar agradecidos porque hoy cuentan con un candidato fuerte, que superó por 14 puntos a Joaquín Lavín, quien se suponía era la mejor carta para competir cuando el Partido Comunista y el Frente Amplio nunca habían estado tan cerca de convertirse en gobierno. —¿ Qué visión tiene de Gabriel Boric? —Su triunfo fue súper sorprendente. Gabriel hizo una gran campaña; estuvo excelente en los debates, su franja era estupenda y lo que se venga a futuro en esta campaña será muy interesante. Tanto Sebastián como Gabriel son personas dialogantes, tolerantes, respetuosas, inteligentes y tendremos un nivel de debate que hace tiempo no veíamos. Seguramente habrá muchas similitudes en lo valórico, pero con diferencias importantes respecto de la economía, y en ese sentido nuestro programa es más realista. De hecho es más barato; tomando en cuenta que estamos en un escenario donde el Estado podría terminar con una deuda del 45% del PIB. El costo del programa no es menor. —Algunos comparan a Sichel con Macron, quien llegó al poder con otro discurso y forma de hacer política. —Es un ejemplo que me gusta mucho. Macron tenía su matriz en la centroizquierda y se pasó a la centro-derecha; a él también le tocó gobernar en períodos de alta convulsión social, como es nuestro caso. Pero Sebastián es distinto; tiene algo de lo que la derecha siempre ha carecido: un relato político. —Una historia personal y también varios tatuajes.
Parece que también rindieron en votos. (ríe). Es que te muestra un personaje nuevo, que se parece más a los jóvenes de hoy, muy distinto a lo que encarnaban los otros candidatos en la papeleta. —¿Pero cómo lo hará Sichel para alinear a su sector considerando que es independiente?. Podría ser su mayor dificultad a nivel político. ——No necesariamente. Bachelet venía de un partido, tenía mayoría parlamentaria y aún así no pudo alinear a su sector.
Para qué decir Piñera, que ha tenido una tremenda dificultad para ordenar a su coalición, sobre todo porque cuando baja la adhesión ciudadana los aliados se desembarcan rápidamente... Hoy nadie se quiere sacar una foto con el presidente. Pero cuando la adhesión anda bien, el poder aglutina (... ). Sebastián le entrega valor a la centroderecha. Algunos diputados me han dicho: pucha que es distinto sacarse una foto con él que con los otros candidatos (dice por Lavín, Desbordes y Briones). Con Sichel te puedes sacar la foto y estar tranquilo.
“Existen intereses, pugnas de poder y habrá conflictos” —Dentro de un mes (el 23 de agosto) se cierra el plazo para inscribir la lista parlamentaria. ¿Cree que los partidos de Chile Vamos cedan cupos para incorporar caras nuevas y figuras independientes más afines al perfil de Sebastián Sichel? —Hay que sacar lecciones de lo que sucedió con la constituyente, donde fueron electos muchos jóvenes e independientes que no eran conocidos a nivel nacional pero sí en sus territorios; la mayoría de ellos ligados a causas como el medioambiente, el feminismo, la diversidad sexual. Tenemos que ser inteligentes y leer bien eso; hacer una lista convocante para que, en caso de salir electo Sichel, tenga opciones reales de gobernar el país. Además que probablemente será un parlamento muy atomizado, con representantes del PC, del FA, la Lista del Pueblo, el PS, Republicanos, la DC y la centro-derecha. Espero que las directivas de los partidos no cometan los mismos errores. —Seguramente habrá tensiones este mes con los partidos. —Por supuesto, es innegable.
Existen intereses, pugnas de poder y habrá conflictos... Pero los partidos tendrán que ser muy generosos si se quiere conformar una lista atractiva que resulte elegida, de lo contrario, sin mayoría en el parlamento, será muy difícil alcanzar la gobernabilidad.
El gran desafío no es pelearnos por los escaños sino cómo ampliar el círculo y hacer que personas distintas a la cultura de centro-derecha se entusiasmen con este proyecto que es nuevo; atraer a las pymes, a los innovadores, a los jóvenes, los trabajadores, a las mujeres... Tengo la esperanza de que podamos sumarlos.
Suspira: —Pucha, me encantaría creer en la generosidad y en la buena disposición pero la verdad es que la experiencia te dice que hay que tener habilidades políticas y que también es necesario ser zorro. —Más zorro que pato. —Sipo. Pero en el buen sentido de la palabra. —Se ha mencionado su nombre como una posible carta. —No me interesa, me excluyo totalmente. No tengo las condiciones para participar de una elección parlamentaria. Soy más útil en otro tipo de trabajos. —¿ En el gobierno, por ejemplo? —No tengo ninguna ambición. Seguro que cuando alguien lea esto, dirá: mmm, seguro... Pero no son palabras de buena crianza.
De hecho, creo que ninguno de nosotros estamos pensando en tener un cargo, no está ahí nuestro foco (y menciona a Patricio Arrau, Esteban Jadresic, Ricardo Escobar, Patricio Artigoitía y Juan Correa, parte del equipo de Sumamos). Somos un grupo que cree en otra alternativa y en eso hemos estado trabajando desde hace 8 años.
Más que pensar en cargos nos gustaría que en el próximo gobierno entren profesionales elegidos por alta dirección pública, no por cuoteo. —¿ La derecha, tal como la conocemos, ya no tendrá cabida? —Hay que decir primero que es un fenómeno global. En todo el mundo hay revueltas, confusión, desgobierno.
En cuanto a Chile, la derecha se vincula con la élite económica, con los abusos que se han cometido en el mercado; y para cualquier gobierno es super complejo ser apoyado por los mismos que han roto las reglas. Es clave que en este sector se entienda el cambio paradigmático que se viene y que recién empezamos a dimensionar. Las cosas están cambiando.