Mujer y universidad
Mujer y universidad En Antofagasta, el aumento de la matrícula femenina en la educación superior es más que una tendencia estadística: es un símbolo de cambio y un llamado a la acción. de cambio y un llamado a la acción. de cambio y un llamado a la acción. a presencia femenina en los planteles de educación superior de Antofagasta, sigue en un incremento notable. Así queda en evidencia al analizar las cifras de matriculados 12024 proporcionada por la Universidad Católica del Norte (UCN), Universidad de Antofagasta (UA), Universidad Santo Tomás (UST), Universidad del Alba, Inacap y AIEP. Se trata de un aumento progresivo y sistemático, alentado por los propios planteles y por los sucesivos gobiernos de las últimas décadas.
El fenómeno es tan interesante que incluso ha significado que en algunas casas de estudios la matrícula femenina este año supere el 70%. La Universidad del Alba sede Antofagasta, es el plantel que registra la mayor cantidad de mujeres en su matrícula 2024, en la cual de un total de 437 inscritos, un 73% son mujeres, es decir, 319 mujeres y 118 son hombres (27%). Este fenómeno no es solo un reflejo pasivo de la evolución social, sino un indicador poderoso de un cambio cultural en marcha.
Es fundamental que Sibien es cierto, el númelos esfuerzos por ro de mujeres ha aumenpromover la tado, también debe decirA, se que hay áreas y carreigualdad de género ras donde la presencia feen la educación y el menina es muy escasa, en empleo se particular en las ingenierías. Es cierto que se están mantengan y se haciendo esfuerzos, los fortalezcan en el que deben sostenerse en tiempo. el tiempo a fin de dar más oportunidades de desarrollo a toda la población. La inclusión de más mujeres en la educación superior es un logro en sí mismo, también un impulso para el progreso social y económico. Sin embargo, debemos ser conscientes de las complejidades que acompañan este cambio.
La postergación de la maternidad, es mencionada como una posible consecuencia, nos insta a reflexionar sobre el papel de la sociedad en la redistribución de las responsabilidades familiares y en la eliminación de estereotipos de género arraigados. Vale decir, para la consecución de estos objetivos es necesario el concurso de toda la sociedad..