Autor: Nicolás Reyes Acevedo
Mundo político baraja sus primeras cartas al Congreso
Aun inmersas en una crisis electoral, desde las principales fuerzas tradicionales de la región comienzan a surgir algunos rostros importantes para los comicios legislativos de fin de año. Candidatos constituyentes, exdiputados y exalcaldes, son parte de este importante grupo. Nada bueno.
Los resultados del pasado 16 de mayo, si bien no son totalmente lapidarios, pueden ser una muestra del cambio en el electorado nacional, donde se terminaron alzando varios rostros cercanos a ideas de izquierda, ya sea como independientes o dentro del Frente Amplio o el Partido Comunista. Sin ir más lejos, en la región varias capitales provinciales siguieron este camino, dando un vuelco importante respecto de las últimas décadas.
Y esen este escenario que tantos describen como “líquido” y con crisis al interior de los bloques tradicionales, es que comienzan las aproximaciones de cara a las parlamentarias de fines de año, donde pueden venir importantes cambios.
La bullada ley de límite a la reelección de autoridades, pondrá fin a la carrera de varios diputados, que luego de tres o incluso más periodos en el cargo, deberán abandonar sus puestos y buscar nuevos rumbos, ya sea dentro o fuera del espectro político. En total, son cuatro los legisladores locales que deberán dar un paso al costado. En el Distrito 6, el Único afectado será Marcelo Schilling (PS), activo en el Congreso desde 2010.
En el Distrito 7, en tanto, uno de los perjudicados es Rodrigo González (PPD), que es el diputado regional con más periodos en el cuerpo, cinco consecutivos; a él se suma Víctor Torres (DC), que cumplirá 12 años en el cargo el próximo año y María José Hoffmann (UDI), quien también lleva poco más de una década como diputada.
De esta forma, los partidos tradicionales, sobre todo en la centroizquierda, deberán comenzar a analizar nombres para mantener la representación en las distintas zonas de la región, en un escenario relativamente desfavorable, en caso de que puedan proyectarse los resultados de los últimos comicios.
Y no solo eso, ya que debido a las inhabilidades que tienen algunas destacadas figuras loE | presente de las fuerzas políticas tradicionales no es para cales para sumarse a la carrera, la lista de aspirantes se acorta un poco. Nombres potenciales no faltan y tener a los primeros confirmados podría ser cosa de semanas o un par de meses.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD En la centroderecha, ciertamente los esfuerzos estarán puestos en mantener la representación que lograron en las legislativas pasadas, más aun considerando que salvo Hoffmann, la mayoría de los parlamentarios pueden volver a postular.
De hecho, el único que estaría en búsqueda de su último periodo, es el diputado y presidente regional del gremialismo, Osvaldo Urrutia, que en los últimos comicios obtuvo el 5,7% de las preferencias en el Distrito 7; misma zona donde Andrés Celis (RN) recién está cumpliendo sus primeros años en el puesto. Su situación se repite con sus correligionarios Andrés Longton, Camila Flores y Luis Pardo, además de Pablo Kast (Evópoli), todos en la zona interior. En ese sentido, la incógnita sería el “reemplazo” de Hoffmann.
Un rostro que podría reaparecer en la zona es el de Andrea Molina, quien compitió como independiente con el apoyo de Chile Vamos por la alcaldía de Viña del Mar, obteniendo la segunda votación comunal (27.714 votos). La ex conductora de televisión ya había sido diputada durante dos periodos por el antiguo Distrito 10, logrando una buena adhesión de la ciudadanía: en su reelección, por ejemplo, se quedó con el 33,54 % de las preferencias. Durante sus años como legisladora, Molina presidió la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente internó diversas instancias investigativas. En 2017, decidió competir por un cupo en el Senado y si bien logró la tercera mayoría (64.668 votos), no resultó electa. Otro rostro del gremialismo con potencial para competir es Carlos Bannen.
El exconcejal porteño durante dos periodos, renunció al cargo a mediados de noviembre de 2018, con el objetivo de concentrar sus esfuerzos en su campaña por el sillón alcaldicio de Valparaíso, donde no pudo derrotar al jefe comunal reelecto, Jorge Sharp.
Aunque durante su candidatura remarcó que su alejamiento de las labores edilicias no tenía relación con una postulación al Congreso, lo cierto es que se trata de un rostro bastante conocido en la zona, que fue presidente regional de su partido y cuyo nombre sigue sonando para la carrera parlamentaria. Pero fuera de nombres más vinculados con la vida partidaria y los cargos de elección popular, surge la figura de Juan Pablo Rodríguez. Este abogado y académico de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, irrumpió recientemente en la política local como candidato ala Convención Constitucional en calidad de independiente, pero con cupo UDI.
El también director ejecutivo de Fundación Piensa, aunque no alcanzó un cupo entre los redactores de la próxima Carta Fundamental, capturó 12.085 -el tercero más votado de su lista en el Distrito 7-, logrando también un importante posicionamiento en la ciudadanía, lo cual le permitiría competir nuevamente, ahora por otro cargo. Un caso especial es el de los seremis, que al no tener ningún tipo de inhabilidad, pueden presentarse sin mayores problemas para las legislativas de noviembre. Nombres como Raúl Fuhrer (Obras Públicas), José Tomás Bartolucci (Justicia) o Rosario Pérez (Bienes Nacionales), son algunos de los que han comenzado a tomar fuerza según trascendidos. Pero quien también podría tener buenas chances es Evelyn Mansilla (Vivienda y Urbanismo), quien integra la lista liderada por el exdiputado Mario Desbordes para retomar la presidencia de Renovación Nacional. La titular regional del Minvu postula como vicepresidenta de protección social. MOVIMIENTOS EN EL FRENTE AMPLIO Y NUEVAS REGLAS PARA INDEPENDIENTES Pese al triunfo en las elecciones pasadas, en el Frente Amplio aún no han iniciado conversaciones por eventuales interesados para postular al Congreso.
Lo principal, apuntan en las distintas orgánicas del bloque, será mantener asus actuales representantes en la Cámara Baja: Camila Rojas (Comunes), Jorge Brito (RD) y Marcelo Díaz (Movimiento Unir) en el Distrito 7; y Diego Ibáñez (CS), en el 6. Y aunque no sea algo cerrado, es lógico suponer que buscarán su repostulación. Ahora bien, pese a no tener nombres definidos, eso no implica que el conglomerado no esté mirando el escenario de las legislativas.
En ese sentido, el 24 de mayo un grupo de parlamentarios del FA y el PC ingresaron un proyecto que, básicamente, busca replicar las disposiciones transitorias que corrieron para los independientes en la Convención Constitucional, facilitando de esta forma su inscripción y poder competir con esas mismas reglas en las legislativas de noviembre, además de emular el principio de paridad de género y escaños reservados que se utilizó en la instancia.
Una idea que ha sido criticada tanto por la centroizquierda como por la centroderecha, acusando que “rompe la democracia representativa”. De todas formas, la iniciativa es valorada por el académico Felipe Vergara, ya que si se realizan estas modificaciones “el desafío se hace mucho más interesante y las posibilidades de sumar nuevos candidatos, también se hace más atractiva.
Tendríamos, posiblemente, un Parlamento más representativo, más participativo y creo que eso sería bastante bueno para la democracia”. En este escenario, con mayores facilidades para candidatos fuera de pacto, no sería extraño que algunos postulantes a la constituyente con buena votación, pero que no lograron un cupo, compitan por un lugar en el Congreso.
Así, nombres como el del médico Tomás Lagomarsino (12.611 votos); el director de Reforma Chile, Benjamín Lorca (14.837 ); o la veterinaria Lorena Vicencio (7.716), podrían volver a la papeleta y, quizás, hasta con opciones más claras de entrar al Parlamento. TRATATIVAS EN LA CENTROIZQUIERDA Pese a ser el sector que más despotenciado podría verse de cara al próximo periodo legislativo, la búsqueda de candidatos parece un poco más difusa. Así y todo, tibiamente se asoman algunos rostros, tomando en cuenta que dos de sus cartas en la costa y una en la zona interior no pueden repostular. En la DC, por ejemplo, tendrán el importante desafío de buscar un nombre para ocupar el lugar que dejará Víctor Torres en marzo próximo.
En ese escenario, resalta como un posible interesado el exdirector regional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) y experto en temas laborales, Esteban Vega Toro, reconocido militante de la Falange en la zona; así como el otrora consejero regional y magíster en Ciencias Políticas, Rodrigo Bustos Cáceres. Tampoco podría descartarse a los candidatos a la constituyente, Paz Anastasiadis (exseremi de Justicia) y Raúl Burgos Pinto (académico del Instituto de Historia PUCV), quienes obtuvieron buena votación dentro de la Lista del Apruebo. En el caso de la zona interior, lo principal será lograr la reelección del diputado y médico cirujano, Daniel Verdessi, quien sacó 11.571 votos en 2017.
Una de las opciones para ir en lista con el exconcejal de Quilpué, es la ex directora regional del Servicio de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) y otrora Dideco del municipio de Quillota Waleska Castillo, quien ya compitió por la misma zona hace cuatro años, obteniendo 7.374 sufragios; una cifra que mejoró este años por la constituyente, llegando a 7.764.
Enel caso del PPD, un nombre que incluso surgió de cara a la Gobernación Regional es el de Marco Antonio Núñez, que en 2017 rechazó repostular como diputado y compitió por un cupo en la Cámara Alta, quedándose con el 2,98% de las preferencias.
Con una dilatada trayectoria política, que además de sus 12 años en el Congreso incluye un periodo como intendente de Valparaíso (2002-2003), podría ser una de las cartas fuertes del partido, aunque su vínculo es más fuerte con las comunas de la zona cordillera. En la costa, aparecen dos nombres con importante experiencia en el sector público: Katherine Araya, exseremi de Gobierno, y el ex subsecretario de Telecomunicaciones, Pedro Huichalaf. En el caso del PS, claramente quien correría con mayor ventaja por el puesto del diputado Marcelo Schilling, es el ex alcalde de Calle Larga, Nelson Venegas. Imposibilitado de ir a la reelección por la comuna que comandó durante tres periodos, el socialista dejó su cargo en noviembre del año pasado, luego de deslizar en varias oportunidades que iría por el Parlamento.
“Más allá de mi militancia política, tengo un sentido de ser aconcagüino, nací en Los Andes, fui alcalde de Calle Larga, he trabajado como abogado en San Felipe, entonces soy esencialmente dijo a este diario, un día antes dar un paso al costado.
Quien también aparece como carta en el socialismo es el exintendente regional, Ricardo Bravo, quien se desempeñó en el cargo entre 2014 y 2015, además de ser gobernador de la Provincia de Valparaíso (2006-2010) y competir por un escaño en el antiguo Distrito 14 en 2013.
RIESGOS DE LA INCORPORACIÓN FORZADA Más allá de los nombres que se puedan buscan en uno u otro bando, lo cierto es que las fuerzas políticas deben tomar en consideración algunas materias que están en plena discusión legislativa.
La primera de ellas, dice relación con el proyecto que busca reponer el voto obligatorio, que surgió en el marco de la baja participación que tuvieron las últimas elecciones, donde hubo cerca de un 58% de abstención.
La iniciativa fue despachada para su discusión en sala por la Comisión de Gobierno Interior el miércoles recién pasado, luego de rechazar algunas indicaciones, como la que buscaba bajar a 65 años la edad para excusarse de asistir a las urnas.
Al respecto, el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, sostiene que de aprobarse esta normativa, hay dos hipótesis en juego: “La primera, es que los electores que no votan tienen preferencias similares a los que actualmente están votando, por lo que su incorporación no generaría grandes cambios.
La segunda, es que los electores que no quieren votar, pero que se ven obligados a hacerlo, respaldarán candidaturas exógenas a los partidos tradicionales, o pasarán a engrosar la porción de votación nula y blanca”. “Esta segunda hipótesis cobra fuerza si pensamos que esta obligación sería percibida como un especie de imposición por parte de la elite tradicional. Si ya hay rabia hacia esa elite -cuestión que se ha expresado en la calle esto podría agudizarse, siendo esa rabia canalizada ahora en las urnas. Por tanto, es evidente que los partidos se exponen a un riesgo, que es natural cuando se generan procesos de incorporación forzada. Los partidos ya fueron castigados en la elección de convencionales”, agrega Morales. En la misma línea, el experto electoral estima que con el cambio “intuitivamente se podría decir que los partidos de derecha serían los más damnificados. Su base electoral más fuerte está en comunas en que hay altas tasas de participación con voto voluntario, por lo que con la restitución del voto obligatorio, esas comunas sólo podrían incrementar marginalmente su participación.
En el resto, y especialmente en las comunas populares, un incremento en la participación difícilmente favorezca a la derecha, y la impresión que queda, es que ahí gana la izquierda o ASCENSO DE LOS INDEPENDIENTES Por su parte, el analista político de la Universidad Andrés Bello, Felipe Vergara, sostiene que esta obligatoriedad abre puertas, al mismo tiempo que genera incertidumbre, argumentando que “uno hoy día sabe cómo votan los chilenos, porque ese 45% que concurre a las urnas, es el histórico, muchos de ellos se inscribieron para el plebiscito de 1988 y se han mantenido sufragando.
Se ha incrementado un poco el padrón, porque hay otros que no votan, pero en general, es bastante estable y eso, a muchos incumbentes, les conviene, saben a dónde dirigir el mensaje”. En el caso de que se concrete este proyecto, Vergara sostiene que “el espectro se amplía mucho y el resultado, claramente, es bastante incierto.
Creo que beneficie a los independientes, que hoy han demostrado posibilidades de llegar a roles importantes, a aquellos que han competido contra incumbentes sin tener posibilidad, pero al aumentar un 55% el padrón, esto le generaría problemas a los que están actualmente en el Parlamento. Obligaría a modificar los discursos, porque este es bastante homogéneo y uniforme en el tiempo. Ahora, entras a competir por un público que no participa de política, pero que ante la eventualidad, tiene que ir a votar”. “Se modifica bastante el panorama.
Las redes sociales van a volver a ser importantes y acá hay también un tema de recursos: posicionarte, vas a tener que invertir más en medios no tradicionales de comunicación, que son por los cuales hoy día se informa ese porcentaje de apatía electoral. Se abre el abanico para nuevos candidatos, para rostros regionales, comunales, para personajes que no tenían ninguna posibilidad de acceder”, sentencia el docente.