Autor: JORGE O'RYAN SCHUTZ Director Desarrollo Internacional, Centro Innovación UC, ex director general de ProChile, exembajador de Chile en Alemania
COLUMNAS DE OPINIÓN: Chile y Estados Unidos: Gestos, redefinición bilateral y visión de futuro
COLUMNAS DE OPINIÓN: Chile y Estados Unidos: Gestos, redefinición bilateral y visión de futuro Las medidas arancelarias anunciadas por el Presidente Donald Trump marcan un cambio muy profundo a nivel global, con significativos efectos políticos, económicos y estratégicos.
La incertidumbre continuará por bastante tiempo y mientras no se sepan las consecuencias finales de las medidas anunciadas, así como la frecuencia con las que se apliquen. ¿Qué pasará con Chile? Enfrentaremos una economía global más débil y un multilateralismo sin credibilidad. El 63% del PIB chileno depende del comercio internacional, así como millones de empleos directos e indirectos e importantes recaudaciones fiscales.
A Chile se le aplicó un arancel base del 10%, y sin perjuicio de que al menos tenemos una mayor definición arancelaria y regulatoria, es una mala noticia, toda vez que tenemos un Tratado de Libre Comercio vigente, una balanza comercial favorable a EE.UU., y además, porque somos un socio comercial confiable y estratégico.
Sin embargo, despejado el arancel básico transitorio del 10% y el 50% que excluye el cobre refinado --fundamentalmente, por la Ley de Expansión Comercial invocada por motivos de seguridad nacional--, queda aún por definir el arancel que se podría aplicar a los productos forestales y el litio. Sorprende, además, que otros países latinoamericanos tienen la misma base del 10% sin Tratados de Libre Comercio y sin negociar con Estados Unidos. Por lo tanto, la estrategia de negociación resulta fundamental para obtener beneficios para nuestros exportadores e inversionistas nacionales y extranjeros. Desgraciadamente, el Gobierno chileno ha enviado señales equivocadas basadas en la ideologización política de la relación bilateral. En diplomacia, los gestos son acciones simbólicas que, aunque no siempre tienen efectos jurídicos comunican intenciones, señales políticas y emociones, las cuales son fundamentales para construir confianzas y potenciar alianzas. El Presidente Gabriel Boric se reunió una vez con Joe Biden, no lo ha hecho con Donald Trump y sí con Xi Jinping en cuatro oportunidades. Tampoco ha recibido a secretarios de Estado en sus visitas a Chile o se ha negado a hablar con ellos. Se apresuró en condenar el ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán, sin tener mayores antecedentes. Asiste a la Cumbre de los BRICS, que tiene entre otros objetivos reformar el orden económico internacional y eliminar el dólar para el comercio internacional. Los avances en las negociaciones de EE.UU. con otros países las ha realizado directamente el Presidente Trump con presidentes o con la Unión Europea.
El Gobierno debe entender que en estos momentos de incertidumbre --y en los meses que le queden-debemos ser pragmáticos, cuidadosos y prudentes, porque será el próximo gobierno quien deberá asumir la relación y la negociación bilateral con otro enfoque. En efecto, Trump, como empresario y político, lo que quiere --aparte de emparejar las tasas arancelarias recíprocamente-es tener socios estratégicos en el largo plazo.
Por lo tanto, hay un espacio importante para dialogar, porque Chile tiene una relación histórica y una reputación en materia de comercio internacional y porque hay temas de interés, como el cobre, litio, tierras raras, las energías renovables, el hidrógeno verde, la astronomía, los data centers, alimentos sostenibles, la modernización de nuestros puertos, entre otros.
Por eso destaco la iniciativa de Sofofa, que, comprendiendo los fundamentos de una futura negociación, contrató a dos conocidas firmas en Washington en materia regulatoria, legal y de comunicaciones, para posesionar a nuestro país como un socio estratégico.
En tal sentido, Cancillería en un próximo gobierno debiera jugar un rol fundamental en esta materia, potenciando el comercio internacional y la inversión extranjera, pero también en temas como seguridad, cooperaciones fronterizas y migraciones, a través de sus embajadas y oficinas comerciales, con una visión de futuro, leyendo tendencias y señales internacionales y los principales factores de cambios, como los geopolíticos, comerciales, financieros y macroeconómicos, tecnológicos y demográficos, basados en una diplomacia moderna y de gestión.
Se vienen grandes desafíos y Chile estará preparado, en la medida que se desideologicen las relaciones internacionales, se vuelvan a implementar políticas de Estado y se entienda que la negociación con la primera potencia mundial se basa en una estrategia diferente a la llevada actualmente.
Chile y Estados Unidos: Gestos, redefinición bilateral y visión de futuro "... el Gobierno debe entender que en estos momentos de incertidumbre --y en los meses que le queden-debemos ser pragmáticos, cuidadosos y prudentes, porque será el próximo gobierno quien deberá asumir la relación y la negociación bilateral con otro enfoque... ". JORGE O'RYAN SCHÜTZ Director Desarrollo Internacional, Centro Innovación UC, ex director general de ProChile, exembajador de Chile en Alemania.