Autor: Rosa Zamora Cabrera
Ineludibles cambios a la PSU potencian la discusión sobre caminos a seguir
Ordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) a boicotear la Prueba de Selección Universitaria (PSU), la atención de los postulantes y sus familias está centrada en la última semana de enero, lunes 27 y martes 28, cuando deben realizarse esos exámenes.
Allí estarán, nuevamente con la tensión a flor de piel, los 44.200 alumnos que no pudieron rendir la prueba de Lenguaje, los 37.396 que deben someterse a la de Ciencias y los 86.571 que tienen que dar la de Matemáticas, ya que no la de Historia, que se suspendió definitivamente tras detectarse su filtración.
Independientemente de la judicialización del caso, del costo emocional para los afectados y de los daños que provocó la acción promovida por la ACES en numerosos establecimientos educacionales que eran sede de la prueba, las declaraciones del rector de la Universidad de Valparaíso y vicepresidente del Consejo de rectores de las Universidadaes Chilenas (CRUCh), Aldo Valle, apuntan a uno de los aspectos más discutidos. “Tal como están diseñados los instrumentos de la PSU, yo creo que este es el último año”, sostuvo.
T ras el caos desatado por la convocatoria de la Asamblea CoÚLTIMA PRUEBA DEL DEMRE “Segregadora” y “obsoleta” son algunas de las críticas contra el examen, cuya versión 2020 es efectivamente la última administrada por la Dirección de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) de la Universidad de Chile.
“El próximo proceso de admisión es el primero que estará a cargo del Gobierno, en particular de la Subsecretaría de Educación Superior”, como recordó la ministra de Educación, Marcela Cubillos, y como lo establece la nueva Ley de Educación Superior.
El subsecretario de esa área, Juan Eduardo Vargas, complementó: “Ahora que el sistema de admisión pasará a ser administrado por nosotros, es hora de hacer los cambios que no se han hecho durante tantos años que permitan tener una prueba y un sistema de admisión más justo”. En todo caso, ya en abril del año pasado se anunciaron algunas modificaciones.
Ese mes los miembros del CRUCh acordaron la creación de un test de escritura para el acceso a la educación superior, con un plazo de aplicación a cuatro o cinco años, en el marco del rediseño del instrumento. Y en Matemática convinieron en encargar una propuesta orientada a perfeccionar los componentes del test, de modo que pudiera haber una prueba básica obligatoria y otra de carácter avanzado que fuera optativa para las instituciones.
Como sea, desde hace mucho tiempo la PSU es observada con mirada crítica en el mundo de la educación, donde los expertos parecen coincidir en que al enfatizar en la medición de contenidos el examen potencia las desigualdades del sistema educacional, ya que en general los alumnos de colegios públicos y privados no se sientan a rendir el examen con el mismo dominio de las materias incluidas en los fascímiles. SELECCIÓN O SEGREGACIÓN “La PSU y el sistema educativo superior de Chile funcionan bajo la lógica de la selección. Sin cuestionarla, hay que analizar cómo se selecciona. Es una prueba sicométrica que se basa en el avance curricular que cumplen los establecimientos.
Cerca del 90% tiene que ver directamente con el contenido escolar y el otro 10% se puede responder quizás con otras habilidades, pero en su gran mayoría son preguntas que inciden en lo memorístico y lo repetitivo”, plantea Lianggi Espinoza, doctor en Matemática Educativa y profesor investigador del departamento del ramo de la Universidad de Valparaíso.
Desde esa lógica -agrega- “no solamente hay una selección sino una segregación en la cual son afectados principalmente los colegios públicos, porque los colegios privados, por sus condiciones socioculturales, tienen mayor avance curricular que los colegios públicos, que por una serie de factores, desde los familiares hasta los problemas internos, no ven todo el currículum”, situación que a su juicio favorece más la segregación que la selección.
Pero el cuestionamiento mayor del académico estriba en que considera que distorsiona el espíritu formativo de la educación al erigirse en un instrumento que no sólo evalúa lo que se aprende en la enseñanza media, sino que define qué y cómo se aprende en esa modalidad, orientando y determinando la práctica educativa.
“Entonces, por una parte, a los profesores se les pide que los estudiantes tengan un pensamiento crítico y analítico, colaborativo, de resolución de problemas y desarrollo de habilidades, pero esta prueba evalúa todo lo contrario”, agrega, y expone que el sistema de medición debe cambiar para que no segregue injustamente y para que oriente la educación secundaria hacia dichos objetivos.
APRENDIZAJES BAJO LA LUPA Actualmente las diferentes pruebas de selección para acceder a la educación superior se basan principalmente en los contenidos programáticos que se cursan en la enseñanza media, cuyos resultados reflejan los aprendizajes adquiridos por los estudiantes en su enseñanza escolar, señala el presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE), Guido Crino, quien opina que “es cierto que el sistema PSU refleja una segregación de género y de condición socioeconómica y cultural.
Pero no es la causa de ello”. Dice que las carencias en los aprendizajes responden a las diferencias de capital cultural de las familias de origen, que limitan el desarrollo de las potencialidades cognitivas del estudiante y por ende, sus capacidades de aprender; a un entorno familiar que no ofrece las condiciones para el aprendizaje; al bajo apoyo de padres o apoderados en el proceso educativo; a las características del establecimiento educacional y disposición de docentes para enseñar a poblaciones escolares heterogéneas.
“La sumatoria de eso es bajísimo desarrollo de los contenidos de aprendizaje y de las habilidades intelectuales de los estudiantes”, observa, pero a la vez es categórico en que se puede terminar con la segregación que afecta a los estudiantes vulnerables mejorando su acceso a la educación superior. “Para ello se debe mejorar la calidad educativa del sistema escolar, tarea pendiente.
Se requiere profesores motivados, competentes y expertos para atender poblaciones escolares heterogéneas que permitan una verdadera inclusión educativa con resultados de calidad; y el involucramiento de las familias en las tareas educativas junto con el estímulo de altas expectativas para sus pupilos”, detalla.
El presidente de la FIDE complementa: “El problema de la segregación no es el termómetro de las pruebas de admisión, que sólo miden lo que existe, sino la cantidad y calidad de los aprendizajes de contenidos y habilidades cognitivas adquiridos en la etapa escolar.
Se puede aminorar un poco, pero no suprimir, el resultado segregador limitando en las pruebas los contenidos, dándole más espacio a las competencias y a las habilidades”. PERSEVERANCIA Y DISCIPLINA “Hoy estamos en un proceso de tránsito respecto de cómo articulamos los cambios que se dan en la unidad educativa cuando lo que se busca es la posibilidad de que cada estudiante, de acuerdo a sus propias características, avance en su proceso de aprendizaje”, expresa Verónica Pastén, doctora en Lingúística y directora del Departamento Disciplinario de Educación Diferencial de la Universidad de La Prueba de Selección Universitaria no se salvó de la crisis. ¿Enfatizar la medición de conocimientos sobre habilidades y otros atributos aumenta el efecto segregador? El debate ya comenzó. Y la cartera de Educación adelantó modificaciones. Rosa. zamora(Amercuriovalpo.
Cl A veces estudiantes con altos puntajes se pierden o desertan en el camino porque no tienen las otras habilidades que llevan al éxito” Verónica Pastén Universidad de Playa Ancha El sistema PSU refleja una segregación de género y de condición socioeconómica y cultural, pero no es la causa de ello” Guido Crino Presidente nacional FIDE Eliminar sin reemplazo la PSU, como proponen algunos, dadas las limitadas vacantes universitarias, daría paso a una suerte de tómbola digital” José Valdivieso Presidente nacional Conapas Playa Ancha. “No obstante, observa, la forma tradicional con que hemos trabajado en los últimos 17 años nos ha llevado a generar una mayor brecha de acuerdo a los tipos de establecimientos.
Todos los estudios y estadísticas señalan las diferentes realidades de los colegios de dependencia del Estado, subvencionados y particulares pagados” La docente sugiere que el trabajo participativo en la búsqueda “de un elemento común para todas las universidades que sea un piso mínimo coherente con el estándar de egreso de los estudiantes de enseñanza media” considere también la posibilidad de una selección de las casas de estudios a partir de las habilidades propias de las carreras, como se hace en otros países.
EL Hace ver que en el DEMRE hay una línea de desarrollo “que tiene que ver con habilidades como comprensión lectora, producción de textos y algunos tipos de racionamiento que son necesarios como base para poder enfrentar cualquier tipo de disciplina.
Por eso además se complementan con determinadas características personales como hábitos, perseverancia, tolerancia a la frustración y otros componentes que llevan al éxito independientemente de la inteligencia o del colegio de origen”. Agrega que en contraste con los prejuicios y representaciones erradas que se tiene de colegios de dependencia municipal, muchos de sus egresados son altamente exitosos producto de su disciplina. “Y aunque consideran que no vienen con un dominio de contenidos de enseñanza media como otros colegios, son exitosos porque son rigurosos, tienen capacidad de resolver problemas, hábitos y disciplina. A veces estudiantes con altos puntajes se pierden o desertan en el camino porque no tienen las otras habilidades que llevan al éxito”, plantea. PREPARACION DESIGUAL “No es ninguna novedad que la actual PSU está obsoleta y requiere de un profundo cambio.
Sin embargo, debemos ser cautelosos en la gradualidad, de tal modo que no afecten a los miles de estudiantes que llevan preparándose durante los cuatro años de enseñanza media”, sugiere José Valdivieso, presidente de la Confederación Nacional de Colegios Particulares Subvencionados de Chile (Conapas). Señala que un diagnóstico profundo recogido a través de las comunidades escolares indica que la discriminación en esta prueba de selección universitaria “ocurre producto de la preparación desigual de sus estudiantes, que depende de la calidad académica del colegio de su procedencia, otorgando mayor desventaja a los liceos y escuelas municipales o colegios rurales”, mientras colegios subvencionados de copago alto o particulares pagados, están en mayor ventaja que escuelas y liceos gratuitos.
Eso, plantea, “demuestra que sólo el compromiso de los estudiantes y sus profesores no es suficiente para preparar académicamente a sus alumnos hacia una continuidad de estudios superiores, sino, además, las condiciones y ambiente propicio en el aula, los equipamientos educacionales y la óptima infraestructura”. El presidente de Conapas agrega que también es importante considerar que las universidades requieren de un mínimo de preparación de sus postulantes, con el fin de evitar un primer año de nivelación, debido principalmente a los costos y al tiempo involucrado.
“Desde ahí se creó la PSU, traspasando esta responsabilidad a los colegios, lo cual ayudó a mejorar la calidad académica, pero como contraparte, aumentó la diferencia entre establecimientos municipales, particulares subvencionados y particulares pagados”. José Valdivieso opina que una reforma a la selección de admisión universitaria debería no sólo analizar la herramienta de medición, “sino también qué carreras son las que deben impartir, dejando atrás a muchas que se crearon para satisfacer una demanda equivocada de la verdadera necesidad social”. MÁS PENSAMIENTO CRÍTICO Lianggi Espinoza recalca que “hay que avanzar en un sistema que favorezca el pensamiento crítico, analítico y colaborativo, no lo memorístico y repetitivo; creo que ese es el camino, tiene que haber una nueva prueba para lo cual hay que analizar otras perspectivas, ¿Pero medir más habilidades que conocimientos no sería traspasar un problemaa las universidades, que siempre se quejan de la falta de preparación con que muchos alumnos llegan a la educación superior, y deben hacer operativos de reforzamiento para salvar las deficiencias? “Yo creo que no. Un contenido basado en la repetición no asegura su permanencia a largo plazo.
Pero si está basado en la reflexión, el análisis y la resolución de problemas, esos contenidos quedan, y en ese sentido le haría un aporte a las universidades porque los estudiantes van a llegar más capacitados”. Por otra parte, plantea que si se analizan los documentos que han elaborado los movimientos estudiantiles en los últimos 15 años, “ha habido una acción insistente de proponer este cambio, lo que nose ha escuchado.
Entonces, lo que estamos viviendo ahora, toda esta radicalidad que es lamentable, es consecuencia de la falta de escucha que ha habido hacia los sectores que viven estas discriminaciones”, señala, y apunta a la necesidad “de hacer un análisis más crítico, más analítico, mirar las cosas más en perspectiva para hacer un juicio más equilibrado de la situación”. ¿ TÓMBOLA DIGITAL UNIVERSITARIA? En oro aspecto, y en lo que respecta a los cambios que se prevé en el sistema de selección universitaria, José Valdivieso destaca el valor de las notas de enseñanza media y estima que “si bien el promedio puede ser muy subjetivo, “es un claro indicador de quiénes son los estudiantes con mayor dedicación, pues altos promedios NEM entregan la variable esfuerzo, constancia y capacidad de estudio, independiente del colegio de procedencia y tan necesaria para los estudios universitarios.
Por lo tanto, se deberá considerar un algoritmo que incluya la NEM, las aptitudes, las capacidades y los conocimientos de los estudiantes postulantes”. Dice que la Agencia de Calidad debería cumplir un rol articulador de admisión entre la educación escolar y la universitaria, “incluyendo pruebas de medición externas de aptitudes y conocimientos para los niveles de enseñanza media, que otorguen al alumno una variable de puntaje adicional al momento de rendir el nuevo test de selección universitaria, evitando así la sobre exigencia y por tanto el estrés al momento de rendir la prueba”. Y cree que “eliminar sin reemplazo a la PSU, como lo proponen algunos, dadas las vacantes limitadas de las universidades, daría paso a una suerte de tómbola digital muy similar a la del sistema de admisión escolar, pero con la agravante de que se trata de futuros profesionales que requieren al menos una medición de sus capacidades y aptitudes”. »o Profesores se les pide que los estudiantes tengan pensamiento crítico, analítico y colaborativo, pero esta prueba evalúa lo contrario” Lianggi Espinoza Universidad de Valparaíso ANÁLISIS DE SITUACIÓN EN LOS LOCALES Y PROPORCIONALIDAD EN LOS RESULTADOS e El presidente nacional de Conapas, que agrupa a cerca de 1.500 colegios y 500 mil alumnos, indica que en el universo de los planteles asociados, al menos un 30% de los estudiantes se vieron seriamente afectados por el boicot convocado por ACES, “un 50% no tuvo las condiciones para su concentración y tan sólo un 20% pudo rendir sus pruebas en normalidad”. En ese escenario, dice, “creemos que se debería considerar detalladamente por cada local de rendición de la PSU, los tiempos de desarrollo y el ambiente propicio que resultó en este proceso PSU, para definir una proporcionalidad en los resultados. Gran tarea para difíciles momentos”.