Autor: Denisse Goldfarb Profesora MBA UC
Equidad de género: misión compartida
Arzo ha terminado con reflexiones y múltiples actividades en torno a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. No obstante, disminuir las brechas de género requiere un trabajo continuo, que abarque todo el año e incluya hombres y mujeres. El Global Gender Gap Report 2022 del Foro Económico Mundial ha establecido que aún faltan 132 años para lograr la paridad de género. Esta cifra se segmenta por región: en Latinoamérica estaría'mos a 67 años de lograrlo.
De las cuatro dimensiones evaluadas, hay avances alentadores en salud y educación a nivel global, pero también tareas pendientes: mayor representación en cargos políticos y acceso a participación econóe ingresos, En Chile los avances en liderazgo femenino en roles ejecutivos y directorios han sido sostenidos pero tímidos.
Un 22% de las gerencias de primera línea son por mujeres y 14% en directorios (con una mención especial a las públicas SEP que ya lograron paridad en sus directorios). Pero existen otras brechas de las que se habla poco: en Latinoamérica solo 5% de los founders de startups son mujeres, y aunque cueste creerlo, solo el 2% del total recaudado por subastas de arte son obras de artistas mujeres. En la educación superior existen más avances, con 36% de profesoras senior en la academia a nivel mundial. Un pilar clave para acelerar la paridad de género es la convicción de que los responsables de impulsar cambios son tanto hombres como mujeres. Según demostró McKinsey, las empresas con diversidad en equipos ejecutivos tienen 25% de mayores probabilidades de lograr rentabilidad sobre el promedio. A nivel personal, el desafío masculino es practicar la corresponsabilidad en sus familias y educar sin estereotipos rígidos que limiten el desarrollo de sus hijos e hijas.
El programa MBA de la Escuela de Administración de la Universidad Católica ha querido ir un paso más allá con la creación de la iniciativa Mujeres MBA UC, que busca contribuir a la equidad de género promoviendo el desarrollo y visibilidad del liderazgo femenino en distintos roles: academia, corporaciones, directorios, innovación y emprendimiento. Cerrar la brecha de género será posible en la 'medida que empresas, gobierno y acade'mía tengan una mirada convergente para impulsar el crecimiento femenino. Y para ello necesitamos juntos a hombres y mujeres.