Autor: M. CORDANO Y AGENCIAS
El presidente de la compañía petrolera de Emiratos estará a cargo de dirigir la COP28
. El anuncio supuso críticas de grupos ambientalistas.
Algunos, incluso, lo tildaron como un “conflicto de intereses escandaloso”. Sultan Ahmed al Jaber, ministro de Industria de Emiratos Árabes Unidos, enviado especial para el cambio climático y cabeza del gigante petrolero ADNOC (Abu Dhabi National Oil Company), fue designado ayer como presidente de la 28* Conferencia de las Partes —COP28—, la conferencia anual de la ONU sobre el clima que este año se llevará a cabo en Dubái durante noviembre y diciembre. Esta será la primera vez que el presidente de una empresa dirija los trabajos de la COP. “Aportaremos un enfoque pragmático, realista y orientado a la búsqueda de soluciones”, declaró Sultan Ahmed al Jaber tras su nombramiento. “La acción climática representa una enorme oportunidad económica de inversión en un crecimiento sostenible. La financiación es la clave” añadió el directivo, quienjunto con encabezar la compañía petrolera nacional de Emiratos desde 2016, además lidera Masdar, la empresa de energías renovables de ese país. Sin precedentes Esta doble función le ha valido críticas de los ambientalistas.
“El nombramiento de Sultan Ahmed al Jaber en la presidencia de la COP28, siendo presidente de la empresa petrolera nacional de Abu Dabi, supone un conflicto de intereses Harjeet Singh, de la organización Climate Action Network International. “La amenaza constante de los lobistas de los combustibles fósiles en las negociaciones climáticas de la ONU ha debilitado siempre los resultados de las conferencias sobre el clima. Esta situación alcanza ahora un nivel peligroso y sin precedentes”, agregó el activista. “Se habla de conflicto de intereses porque al ser parte de una compañía petrolera, difícilmente podría estar a favor de la eliminación de los combustibles fósiles de la economía.
Y lo que se requiere hoy día, precisamente, dado el sentido de urgencia que tenemos ante la siEl presidente de los Emiratos Arabes Unidos, Mohamed bin Zayed al-Nahyan (izq. ), junto a Sultan Ahmed al Jaber, recorriendo la conferencia COP27, en Egipto.
Niveles críticos La temperatura media global subió 1,15 grados en 2022 respecto de la era preindustrial (1850-1900), cerca de los 1,5 grados que se recomienda no sobrepasar en el Acuerdo de París, indicó ayer —a la par del anuncio de la presidencia de la COP28— la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su primer balance del pasado año. Los datos de la agencia de Naciones Unidas concluyen que 2022 fue el octavo año consecutivo en el que la temperatura media global superó el umbral de un grado por encima de los niveles preindustriales. Desde los años 80, cada decenio ha sido más cálido que el anterior.
A realizarse en Dubái a fines de este año: tuación producida por el cambio climático, es eliminar lo antes posible los combustibles fósiles de la economía global”, profundiza Marina Hermosilla, gerente de sustentabilidad de Fundación Chile.
Cristián Salas, director ejecutivo del Centro Cambio Global UC, complementa diciendo que “las compañías petroleras y otras industrias son particularmente relevantes en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero”. Pero—sin conocer el detalle de la trayectoria de Ahmed al Jaber ni las compañías que dirige, según aclara— también abre la interrogante respecto a la necesidad de si eso no necesario “contar con la industria y los principales generadores de emisiones, justamente para que estén involucrados en la discusión”. El problema del cambio climático “no se va a resolver solo con personas que no están emitiendo. Hay que hacerlos a todos parte del problema”, dice. “Uno podría pensar que dentro de sus intereses podría estar transitar hacia negocios de energías renovables o algún otro tipo de negocio más amigable con el medio ambiente.
Ahora, cualquier transición que se haga, por supuesto, no podrá ser de un día a otro”. Los cabilderos del petróleo y el gas fueron numerosos en la COP27 organizada en noviembre pasado en Egipto, siendo 25% más que en la cita anterior en Glasgow. El mayor contingente de lobistas era precisamente el de los emiratíes.