LA DEBILIDAD QUE ESCONDE EL QUERER CONTROLAR A LOS DEMÁS: 7 PASOS PARA EVITARLO
LA DEBILIDAD QUE ESCONDE EL QUERER CONTROLAR A LOS DEMÁS: 7 PASOS PARA EVITARLO La necesidad de control destruye.
Solo este mes, apoyando a colegios con EducomLab, vi cómo una familia se rompía, un grupo de estudiantes sufría cyberbullying y un profesor renunciaba a su trabajo por la misma razón: habían sido víctimas de relaciones autoritarias que buscaban controlarlos. El primer caso fue un papá que quería saber todo lo que su hijo de 16 años hacía en redes sociales: qué posteaba, con quién se relacionaba y lo que conversaba.
El segundo fue el de un octavo básico en que dos estudiantes amenazaban con hacer cyberbullying a otros si no les ponían likes o comentaban sus publicaciones, y el tercero un profesor que renunció porque la directora le exigía reportearle cada cosa que hablaban los estudiantes en el recreo y los papás en sus reuniones de apoderados: quería saberlo "todo" para "manejar mejor" cada situación. La literatura explica que la necesidad de control se relaciona con la baja autoestima: intentamos controlar a los demás para compensar nuestra percepción de inferioridad. Así la persona logra sentirse fuerte ocultando su debilidad.
Pero... ¿son solo estos tres casos aislados? No, de hecho todos tenemos un sesgo dominador, el problema es el daño que causamos cuando lo llevamos al extremo: jefes, parejas o colegas y amigos generan toxicidad al querer tomar decisiones por los demás. ¿Cómo cambiarlo? Controlándose uno mismo. La psicología recomienda 7 acciones concretas: 1) Aumentar el respeto por los demás.
Mientras más respeto se siente por otro, menos interés hay de controlar; 2) No gritar: Cuando uno sube la voz, la otra parte en vez de escucharte intenta "ecualizar". Si el argumento es válido, ¿para qué gritar?; 3) Permitir que el otro termine de hablar. Al dejar de interrumpir la persona trabaja su escuchar, con lo que se puede regular; 4) Aceptar ayuda. Muchas personas lo evitan porque sienten que quedan bajo control de los demás: es un error, todos necesitamos del resto para trabajar; 5) Aprender a delegar. Nos cuesta al sentir que somos los únicos que hacemos bien las cosas, pero es falso, mientras mayor es el espacio que damos, en mejores líderes nos transformamos; 6) Disculparnos frente al resto. Al admitir un error no disminuimos nuestra autoridad, aumentamos el respeto de los demás; 7) Ser más espiritual. Cuando uno acepta que hay otras fuerzas que mueven el mundo, disminuye también nuestra necesidad por controlar.
Lo aprendí de Alcohólicos Anónimos con la Oración de Serenidad: "Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para reconocer la diferencia". LA DEBILIDAD QUE ESCONDE EL QUERER CONTROLAR A LOS DEMÁS: 7 PASOS PARA EVITARLO Análisis DANIEL HALPERN Director Tren Digital UC. - - -