Autor: JUAN RODRÍGUEZ M.
Las razones de los candidatos al Premio Nacional de Historia
Aunque pueden aparecer nuevos nombres, los candidatos confirmados son Armando Cartes Montory, Iván Jaksic, Rafael Sagredo y Ana María Stuven. Se dirime en agosto. Las postulaciones al Premio Nacional de Historia cerraban el 30 de junio, pero se aceptaron hasta la semana pasada. Al Ministerio de Educación llegaron las candidaturas de Armando Cartes Montory (1967), Iván Jaksic (1954), Rafael Sagredo (1959) y Ana María Stuven (1951) lo que no impide que luego puedan aparecer más nombres. Los jurados son Sol Serrano, última ganadora; el ministro de Educación, Raúl Figueroa; el rector dela U. De Chile, Ennio Vivaldi; Joaquín Fermandois, de la Academia Chilena de la Historia; y Patricio Sanhueza, rector de la U. De Playa Ancha, por el Consejo de Rectores. El premio se dirimirá en agosto y quien lo obtenga, además de un diploma, recibirá aproximadamente $23 millones y una pensión mensual, vitalicia, de 20 UTM. QUIÉNES LOS APOYAN La candidatura de Cartes Montory la presenta la U.
De Concepción, con apoyo del Consejo de Rectores de la Octava Región (universidades del Bío-Bío, Federico Santa María y Católica de la Santísima Concepción), además de universidades como la de Atacama, La Serena, La Frontera, de Aysén, de Los Lagos y de Magallanes; todas del Consejo de Rectores. También respaldan Sergio González y Mateo Martinic, ambos premios nacionales de Historia. En el caso de Iván Jaksic, la candidatura la presenta la Universidad Adolfo Ibáñez. Y cuenta con el respaldo de académicos y personalidades de Chile y el extranjero, como Tomás Moulián, Ricardo Ffrench-Davis y Elizabeth Lira, todos premios nacionales de Humanidades; Jared Diamond, Alan Knight, Brian E. Loveman, Enrique Barros, Ascanio Cavallo, Gloria de la Fuente, David Gallagher, Claudia Heiss, Leonidas Montes, Juan Luis Ossa, Pablo Ruiz-Tagle, Lucía Santa Cruz, Alberto van Klaveren y Cristián Warnken. La postulación de Rafael Sagredo la presenta la Universidad Católica de Chile, donde se tituló y de la que es académico hace 30 años. También ha recibido el apoyo de colegas chilenos y extranjeros: “Son muchos y los valoro todos”, dice, y por lo mismo se excusa de dar nombres, por el riesgo de omitir alguno. Ana María Stuven es postulada por la U. Diego Portales, Además patrocinio de Ignacio Sánchez, rector de la PUC, y Eduardo Silva, rector de la U. Alberto Hurtado. La apoyan también los premios nacionales de Historia Julio Pinto y Jorge Hidalgo; de Humanidades, Sonia Montecino, Agustín Squella y Marcos García de la Huerta; y de Literatura, Raúl Zurita. Profesor de la U. De Concepción, y autor y editor de libros como “Concepción contra “Chile” y “Región y Nación”, Armando Cartes Montory destaca de su trabajo la renovación, desde la provincia, de los estudios regionales.
“He promovido, además, una mirada descentrada dela historia de Chile, que incorpore la participación de las regiones en el gran relato nacional”. DESDE LAS REGIONES Fundador y director del Archivo Histórico de Concepción, también menciona entre sus méritos “el rescate de archivos y la puesta en valor del patrimonio, con la idea de impactar no solo al mundo académico, sino favorecer el fortalecimiento de las identidades regionales”. Cartes Montory cree que, de ganar, sería un reconocimiento al trabajo que se hace desde las regiones.
Además, “quisiera dar una alegría a la Un versidad de Concepción, mi alma Mater, que nunca ha sido reconocida con este galardón, en cualquier campo”. Iván Jaksic plantea su postulación así: “Creo que es muy importante que la historia salga de sus cauces más estrictos, que dialogue. Y sobre todo que dialogue con otras disciplinas. Y eso yo lo he demostrado toda mi vida, por mi formación y por mis intereses”. Con estudios de Filosofía en la Universidad de Chile y de Historia en la U.
Estatal de Nueva York, y actualmente académico de Standford y director de su programa en Chile, Jaksic es autor de “Andrés Bello: La pasión por el orden” y “Rebeldes académicos: La filosofía chilena desde la independencia hasta 1989”. Recientemente editó los cuatro volúmenes de “Historia política de Chile, 1810-2010”. Jaksic se siente en una edad en La que ya es más un formador y una voz pública. Lo ve como un deber: “Ya tuve el privilegio de ser ratón de biblioteca, y sobre todo de archivos”, dice. “El Premio Nacional es una plataforma desde la que uno puede influir en los grandes temas del país y de los tiempos, pero siempre anclado en la historia”, señala.
Y agrega: “Como historiador considero que nuestra obligación es no reducirnos a espacios cada vez más estrechos, sino que abrirnos mucho más campos del conocimiento y sobre todo al público”. Rafael Sagredo dirige el Centro Barros Arana, de la Biblioteca Nacional; es autor de “La ruta de los naturalistas.
Tras las huellas de Gay, Domeyko y Philippi” e “Historia mínima de Chile”. Si gana el premio, dice, “creo que sería también reconocer la ampliación del quehacer de quienes nos dedicamos a la historia hacia ámbitos como los de la docencia escolar y la gestión patrimonial, que es lo que también he intentado hacer a lo largo de mi carrera.
Lo anterior a partir, obviamente, del trabajo de investigación y creación de conocimiento histórico que es la esencia y la base que hace posible todo”. “Pienso que no soy el llamado a evaluar mi obra —agrega—, pero sí creo que tal vez puede ser el momento de reconocer, a través mío, la generación de historiadores e historiadoras que se ha ocupado de practicar perspectivas que han ampliado el estudio de la historia hacia temas inéditos en Chile.
Entre ellos los de la historia de la vida privada, el cuerpo, la música, la historia dela ciencia, la historia social, de la cultural, las sensibilidades, las prácticas políticas, la historia natural o la geografía histórica”, HISTORIA DE LAS MUJERES Autora de “La seducción de un orden” y “Debates republicanos en Chile” (con Gabriel Cid), y editora de “Historia de las mujeres en Chile”, Ana María Stuven es profesora de la PUC y la UDP, donde dirige el Programa de Historia de las Ideas Políticas en Chile.
Con reticencia, Stuven sustenta la postulación en su aporte a la historia de las mujeres, la de género, y la intelectual: “Tengo el orgullo de haber impartido el primer curso de historia de mujeres en el Instituto de Historia de la PUC”, dice.
“En el campo de la historia intelectual, ya en los años 90, mi obra fue relevante en el tránsito dela antigua historia de las ideas, estudiadas en forma atemporal, como unidad indisoluble, hacia nuevas claves interpretativas que tomaban en consideración el contexto, la cultura política y la historia social.
He podido aportar, a este campo tradicionalmente masculino, y abordar los grandes temas de la historia republicana chilena”. De ganar, Stuven siente que sería un reconocimiento “hacia la visión de las mujeres sobre el pasado y su participación plena de la vida pública”.