Autor: VÍCTOR GARCÍA
Así es el tratamiento que le atonta los nervios a Rafa Nadal
"Se aplica una aguja que tiene una corriente y cuya punta se calienta”, explica Cristián Ortiz, de Clínica Universidad de los Andes. En su regreso a Mallorca, el último ganador de Roland Garros apareció con muletas y cojo. Afael Nadal regresó a su querida isla de Mallorca y suimagen caminando con muletas en modo cojera sorprendió al mundo.
Tras ganar hace un par de días su decimocuarto Roland Garros con la extremidad dormida, el español hizo un pequeño aro antes de volver a su hogar y pasó por Barcelona para someterse a un tratamiento con el que espera apaciguar los terribles dolores que le provoca el síndrome de Miiller-Weiss, la lesión crónica que sufre en el pie desde 2005.
En la capital de Cataluña, Nadal fue a visitar a Ángel Ruiz Cotorro, su histórico doctor, quien apeló al optimismo y dio luces sobre el procedimiento de radiofrecuencia pulsada que le realizó al actual número cuatro del mundo en la clínica Teknon. “Conozco su pie mejor que el mío”, dijo el especialista. "Lo que hace es inactivar el nervio y lo deja un poco adormecido durante un periodo de tiempo más largo. Hemos vivido así18 años, dar una oportunidad a este tratamiento y vamos a seguir”, añadió Cotorro. En Chile este tratamiento también se realiza sobre áreas específicas que tienen nervios sensitivos y que concentran un profundo dolor en la zona afectada.
“El tratamiento de radiofrecuencia consiste en eliminar la sensibilidad del lugar, generando una pérdida de comunicación de los nervios de manera que si se genera dolor por inflamación o daño, el paciente no siente el dolor. Es una manera de dejar sin funcionamiento los nervios y es de carácter paliativo, no soluciona el problema”, "No tengo sensaciones”, bromeó Nadal al llegar a la ciudad de Mallorca. El español recibió radiofrecuencia pulsada en su pie para no sentir dolor indica el doctor Emilio Wagner, traumatólogo de la Clínica Alemana Sport.
Sobre el procedimiento propiamente tal, el doctor Cristián Ortiz, traumatólogo del centro de tobillo y pie de Clínica Universidad de los Andes, profundiza: “Se aplica una aguja que tiene una corriente y cuya punta se calienta. Hay dos tipos: la continua, que alcanza los 80 grados, y la pulsada o intermitente que trabaja con 42 grados, y que fue la que le aplicaron a Nadal.
La radiofrecuencia continua mata al nervio y lo deja insensible permanentemente, pero eso se realiza muy poco”. “¿ Y qué es lo que hace? La corriente produce una neuromodulación que al actuar sobre el nervio deja de producir dolor; es decir, es una forma de anestesiar o atontar el nervio por un periodo determinado de tiempo y que en promedio puede alcanzar los seis meses.
No es muy común, lo realizan los especialistas en dolor, y se hace bajo control ecográfico donde uno tiene que saber en qué lugar está poniendo la aguja para no quemar cualquier cosa”, agrega el doctor Ortiz. -Se supone que a Nadal lo infiltraron para que jugara. -Hay varios términos. Si te aplican un anestésico local, esto te puede durar 30 minutos. Y si inyectan un anestésico local de larga duración puede durar 24 horas, y es el que justamente usaron con Rafa Nadal en Roland Garros, pero no fue infiltración.
La famosa infiltración es básicamente inyectar un corticoide que es antiinflamatorio y el tratamiento de ahora, que a pesar que no le trata el síndrome de Miiller-Weiss, trata el dolor generado por el Múller-Weiss, atontándole los nervios por varios meses, que es lo único que le interesa. La otra alternativa puede ser una cirugía, pero eso puede ser el final de su carrera.
De momento, no es claro que Nadal participe en Wimbledon, pese a la mejora de cerca de seis meses que podría experimentar. "La probabilidad de que él obtenga el alivio se acerca al 80%, pero no es un tratamiento que si te lo haces te mejoras de forma automática.
Además puede que tenga alguna otra sesión, porque hay muchísimos nervios sensitivos en el pie que se deben bloquear y hay que tener precaución en intervenir los nervios motores que regulan el movimiento”, añade el especialista en pie y tobillo.