Autor: MANUEL HERNÁNDEZ 6.
Ampliación del GAM se complica por nuevos costos de obras
La transnacional Ferrovial fue la única que llegó a la licitación y su oferta duplica el presupuesto disponible. Por eso, lo evaluarán Desarrollo Social, Dipres y la Contraloría.
Hace dos meses, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) invitó a 11 empresas a participar en la licitación que busca reactivar la ampliación del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), que inicialmente debía entregarse en agosto de 2017, y que lleva más de un año y medio paralizada. Sin embargo, una sola empresa —la transnacional Ferrovial— presentó una oferta económica. Aunque el presupuesto disponible es de $19.600 millones, Ferrovial planteó que necesitaba $41 mil millones. Es decir, más del doble de lo previsto. El director de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázaval, explica que la próxima semana se comenzará a revisar la propuesta por parte del Ministerio de Desarrollo Social, la Dirección de Presupuestos y la Contraloría.
Para cumplir los plazos que se impuso Obras Públicas, la resolución de estas entidades debe estar lista antes de marzo, y así se concluiría la ampliación a fines de 2021 o —en el peor escenario— en enero de 2022, “Tenemos disponibles $19 mil millones, monto que restaba del contrato anterior”, reconoce lrarrázaval.
Y agrega que aunque se licitó continuar con la obra, “hay que sumar sí o sí un sobrecosto (... ), porque hacerse responsables de una obra que no les tocó construir directamente implica una serie de riesgos que ellos (los nuevos contratistas) cobran, y hay un porcentaje de reajuste que hay que considerar”. También asegura que “hay una preocupación directa desde la Presidencia sobre el tema”, por lo que no se deberían afectar los plazos. Escepticismo Sin embargo, el profesor del Instituto de Estudios Urbanos de la U. Católica Óscar Figueroa duda de las fechas. “No lo veo muy factible. Desde lo operativo, los plazos no calzan mucho”, afirma.
Figueroa, además, destaca que no hay certezas sobre la asignación de los nuevos recursos, y plantea que “hay un problema más de fondo, que tiene que ver con una planificación”, la cual no se ha hecho de manera correcta. El arquitecto y académico de la U.
Del Desarrollo Julio Nazar también cuestiona la factibilidad de los plazos: “Dudo que en tres meses se salven los trámites que involucran a estas reparticiones públicas para que se adjudique la obra y se ponga en ejecución en 2020”. Agrega que eso va a condicionar los tiempos de ejecución del trabajo. Sin embargo, estima que la obra podría culminarse en el plazo previsto si se logra comenzar las faenas antes de marzo. En esa línea más optimista, Sebastián Gray, director de Espacio Público y profesor de Arquitectura de la U.
Católica, afirma que “a priori, no es un plazo suficiente; pero con voluntad política se pueden acelerar los procesos para terminar el proyecto, que es bastante esperado por la ciudadanía”. 187 días de retraso tiene la obra, desde el 1 de agosto de 2017, que era su primer plazo de entrega. Expertos apuntan a que plazos son poco realistas y dudan de su factibilidad: