En la crisis, la clave es la educación
En la crisis, la clave es la educación Se dice que toda crisis es una oportunidad. En el caso del lamentable eventual cierre de la Siderúrgica Huachipato, debemos hacer es. fuerzos conjuntos para transformar el actual escenario en un contexto de oportunidades para todos. No podemos resignarnos ante la difí cil situación ni tampoco ser meros espectadores. El cese de funciones de una industria emblemática dela región, una compañía que por más de setenta años influyó en diversos ámbitos del quehacerlocal, debe primero que todo llamarnos al trabajo colabora. tivo. Hoy esel momento para que el mundo público y privado aúnen fuerzas para superar la dificultad social y económica que se nos ave cina. Hoy debemos lograr que el sector productivo y la academia confluyan incfituci con propuestas concretas para enfren: Las instituciones de tar un escenario que, aunque difícil, no esirremontable. Al igual como hemos podido abordar tantos otros desafíos en nuestra historia regional. En esa línea se hace imprescindible repensarnuestra región. Estoy conven cido de que debemosreflexionarsobre lo quesomos y lo que queremosser. Pa: ra nadie es un misterio que Biobío ha perdido competitividad y la in fluencia que merece por su trayectoria productiva, ubicación geográ. fica y empuje hacia el desarrollo industrial y portuario. La economía del Biobío representa el 5,8% del PIB del país, el 5,3% delasinversiones y el 6,1% de las exportaciones. Sinos detenemosen la industria manufacturera, según un informe de la Cámara de la Pro. ducción y del Comercio (CPC), ésta ha perdido competitividad en los últimos años, presentando brechas en innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental. Aporta poco más del 20% del PIB regional. En este contexto, no hay atajos ni caminos cortos. La región requiere diversificarsu matriz productiva.
Crear ecosistemas para el surgimiento de industrias basadas en nuevas tecnologías, dar un fuerte impulso a losservicios y consolidarnuestros puertos para quesean la vía de expor: podamos hacer un la región, que educamos a cerca del 10% de los ealumnos de pregrado del país, formar profesionales preparados. tación tanto para productos nacionales como intemacionales. Todo lo anterior implica en ciertos casos la necesaria reconversión laboral. Y en este último punto las instituciones de educación superior de la región, que educamos a cerca del 10% de los estudiantes de pre grado del país, podamos hacer un invaluable aporte. Las universi: dades estamos llamadas a formar a profesionales preparados para afrontar un mundo más exigente en que el cambio tecnológico es la constante. Un mundo que debe tener como eje fundamental la innovación, equidad y sostenibilidad. Un mundo muy distinto al que vio nacer la usina hace ya más de siete décadas. Además, desde las universidades, en cumplimiento de nuestrorol de generadoras de conocimiento, aportamos If neas de investigación que tienen im pacto en el sector productivo. Y en ese sentido debemos hacer un esfuerzo para quelos logros que los académicos al canzan en los laboratorios lleguen a la industria. Mejorarla inversiónen inves tigación e innovación es fundamental en este camino. Observamos un crecienteinterés porrealizar investigación en áreas importantes y de in terés regional como energía, alimentos, recursos hídricos, medio am biente, agricultura, construcción, forestal y salud. Tal vezel actual contexto nos sirva para dar un impulso a esas áreas que nos permitirán mirar con optimismo el futuro. Biobío se lo merece y puedelograrlo. Entre todos podemos transformar la crisis en una oportunidad. educación superior de invaluable aporte al invaluable aporte al invaluable aporte al CLAUDIO CONCHA NAVALÓN Vicerrector de Sede Concepción Universidad San Sebastián.