Autor: Rodrigo Cerda, General de Carabineros Jefe de la XV Zona

Eternidad y Gloria
“Transcurrido un día y sin tener noticias del mensajero, comienzan su búsqueda, siendo encontrado por el Mayor Gabino Cavieres y personal de su destacamento tendido en el suelo, asesinado alevosamente por manos enemigas”. El 20 de agosto de 1925, el Jefe de Carabineros, asentado en Tarata (en ese momento de Chile), dependiente del Depto.
De Tacna, ubicada al noroeste de la ciudad, recibió instrucciones de nuestro país, sobre el proceso de entrega gradual del territorio a las autoridades peruanas, siendo muy necesario retirar a los Carabineros de la Tenencia de Carabineros Chucatamani, quienes acatando, debían replegarse con todo su personal hacia la base del escuadrón.
Para ello, se dispone que la diligencia sea cumplida por el Carabinero Manuel Aguayo Pallalef, quien sin el mínimo cuestionamiento alguno, monta su caballo de nombre “Metal” (posteriormente renombrado “Abismo”), y se dirige a galope tendido a informar y transmitir lo ordenado a los Carabineros de Chucatamani. Transcurrido un día y sin tener noticias del mensajero, comienzan su búsqueda, siendo encontrado por el Mayor Gabino Cavieres y personal de su destacamento tendido en el suelo, asesinado alevosamente por manos enemigas.
Un registro fotográfico de la época al encontrar el cuerpo sin vida del Carabinero Aguayo Pallalef, ha dejado en El Carabinero Manuel Aguayo Pallalef, quien sin el mínimo cuestionamiento alguno, monta su caballo de nombre “Metal”, y se dirige a galope tendido a informar y transmitir lo ordenado a los Carabineros de Chucatamani.
Evidencia 2 cosas: el mártir que en el cumplimiento de su deber fue asesinado en las desoladas quebradas del desierto, honrando valerosamente su juramento de servicio y segundo la lealtad del caballo, noble animal que montaba el héroe. “Metal”, quien junto a su jinete se encaminaron a cumplir una misión, luego del deceso de su amo no lo abandona y espera verlo levantarse de un momento a otro sin tener respuesta. Transcurridos 10 horas, no lo Abandona y se queda junto al cuerpo, inmortalizando la sublime imagen que refleja la lealtad en el cumplimiento del deber.
En 1952 (27 años después), “Abismo” muere en la ciudad de Antofagasta, y en la Escuela de Formación de Carabineros de la misma ciudad, se encuentra una lápida con la reseña: “Eternidad y Gloria a los que en aras de la lealtad mueren”. El Carabinero Aguayo Pallalef era oriundo de Carahue, con sangre mapuche en sus venas, era calificado por sus camaradas como excelente equitador ingresando a Carabineros, siendo destinado a la zona norte del país. Posteriormente, al investigar el hecho, se estableció que fue cobardemente emboscado en las quebradas de Tarata, y le dieron muerte con 2 disparos, sin provocación alguna, sólo por ser Carabinero.
Sus restos se encuentran en Arica, en mausoleo de Carabineros de Chile, lejos de su tierra que lo vio crecer pero más cerca que cualquiera al juramento de servicio que lo inmortalizó en aras de la defensa del país, al igual que el Cabo 2do. Eugenio Sebastián Nain Caniumil Q.E.P.D.