Autor: CINTHYA CARVAJAL
Clara Szczaranski renunció el miércoles al CDE: “Me había desidentificado del Consejo"
En conversación con “El Mercurio”, dice que su decisión se enmarca en un cierre de ciclo. Sobre su futuro afirma que no litigará más, pues se dedicará a su decanato y la docencia.
Sorpresa causó el miércoles al interior del Consejo de Defensa del Estado (CDE) la renuncia como consejera de Clara Szczaranski, tras 27 años en la institución En siete meses más, el 6 de enero de 2022, debía abandonar formalmente el organismo y jubilar. Sin embargo, lo hizo de manera anticipada No fue una decisión fácil, pero era un tema que rondaba en su cabeza. El miércoles sereunió personalmente con el presidente del CDE, Juan Peribonio, para contarle de su determinación. Luego, le envió una carta a los consejeros, se despidió del Comité Laboral-Medio Ambiental —conocido como Trepal y el que presidía— y finalmente, mandó un correo electrónico a 108 funcionarios. Ahora, solo le resta enviar una carta al Presidente de la República, Sebastián Piñera, para informarle oficialmente de su decisión. Clara Szczaranski estuvo en el CDE 27 años y fue presidenta durante tres períodos consecutivos, entre 1996 y 2005. " No es responsabilidad de nadie, sino de mí. Uno cierra ciclos y cambia sus ejes de interés”. Se debía ir el 6 de enero y su dimisión se concretará el 20 de agosto el mandatario debe designar a su reemplazante. La salida de Szezaranski, quien fue presidenta del CDE durante tres períodos, entre 1996 y 2005, no se concretará de inmediato; será el próximo 20 de agosto. Mientras tanto, se tomará todas las vacaciones pendientes. En conversación con “El Mercurio”, Szczaranski explica sus razones para renunciar anticipadamente. “Lo importante para mí era ser transparente, llegué a la convicción profunda de que no hay otro motivo: me había desidentificado del Consejo, estaba identificada con otros temas socioculturales que me golpean mucho. Me preocupan otras cosas, de lo que va a ocurrir en el mundo con la revolución tecnológica y científica. Es otro el modo de ser, de conversar, de comprar. Esto me absorbe como temática importante, ultratrascendente, para todo el mundo”, afirma Szczaranski. Según relata, fue un proceso que “ha venido lento, se ha ido produciendo sobre todo a raíz de los encierros, de los dos últimos años, en que uno incursiona más rutas y conexiones. Yo fui viendo cuál éra mi apasionamiento, mi curiosidad”. —¿ Por qué estaba desidentificada del CDE? —No es responsabilidad de nadie, sino de mí. Uno cierra ciclos y cambia sus ejes de interés. Cuando uno se siente alejada, más allá de que haya o no un proyecto concreto, uno tiene que ser leal a su camino.
Soy una persona que escucha mucho a su conciencia, tal vez porque no soy religiosa ni ideológica. —¿Ya no la motivada su trabajo en el comité Trepal donde estaba? —No en el Trepal, ahí estaba ultramotivada, porque es un frente nuevo, que tiene que ver con la vida que estamos llevando. Lo que pasa con los conflictos laborales y medioambientales eran nuestras competencias, lo que pasa con las expropiaciones, contrataciones públicas. En definitiva, el Consejo no es uno de sus comités, es más que eso. Al sentirme desidentificada tenía que decirlo inmediatamente.
Correo a funcionarios “Quiero explicarles que lo anterior es la conclusión en solitario, para mí irredargüible, de un proceso reflexivo profundo que me condujo a la convicción de encontrarme en el término de un ciclo existencial: mi identificación con el CDE, institución a la que me he volcado por decenios como a ninguna.
Confío que siga desarrollándose y siendo neurálgica en el vértigo cultural en que estamos involucrados, no solo como país, sino junto al mundo entero, en un proceso parangonable a un cambio de era”, expresó en el correo enviado alos funcionarios.
Además, sostuvo que otras inquietudes se han “tomado mi eje existencial, sobre todo conexas al estudio y exploración del impacto en lo humano de la revolución tecno-científica en curso y de la sencialidad virtual' en Zoom, Teams, webinars y otras plataformas, en las que me siento cómoda y motivada: poder estar juntos varios o muchos, en un instante, a la velocidad de la luz, sin fronteras”. Sobre su futuro, asegura “que probablemente voy a escribir un poco más, de manera más independiente. No tengo ningún plan ni proyecto concreto”. —¿Seguirá litigando? —No, nunca más. No me gusta lo confrontacional. Mi desvinculación también es de lo legal, me interesa la institucionalidad, cómo se estructura la sociedad. Estoy súper atenta al proceso constituyente.
A mí me interesa más la criminología que tiene que ver con la actitud de las personas, empresas, al modo de ligarse alas instituciones (tiene un magíster en esta materia en la Universidad de Roma). Siempre he estado más metida en esto. La tarea del Consejo está más pegada a la normativa. Me sentía muy limitada. Cuando presidí el CDE estuve más ligada a lo criminológico, como el fenómeno del narcotráfico y corrupción. La abogada explica que seguirá con sus clases y como decana dela Facultad de Humanidades de la Universidad Mayor.