Autor: POR PATRICIO DE LA PAZ
MARCELO LEPPE, EL CIENTÍFICO CHILENO CUYO NOMBRE ES AHORA UNA ISLA EN LA ANTÁRTICA.
MARCELO LEPPE, EL CIENTÍFICO CHILENO CUYO NOMBRE ES AHORA UNA ISLA EN LA ANTÁRTICA. CULTURA POR PATRICIO DE LA PAZ MARCELO LEPPE, EL CIENTÍFICO CHILENO CUYO El paleobotánico, exdirector del INACH, lleva años de trabajo de investigación en la Patagonia y en la Antártica. Hace unas semanas, por casualidad, se enteró de que el Instituto Antártico de Bulgaria, con el que ha colaborado varias veces, formalmente propuso dar su apellido a una pequeña isla en el continente blanco. “No sé cómo tomarlo”, reconoce sin esconder el pudor. Aquí cuenta esa y otras historias. ______ s un pedazo de tierra cubierto completamente de hielo en La Antártica. Una isla de apenas un kilómetro de Largo por 430 metros de ancho. Graciosa y Apoco Apoco convencional”, resume eL paleobotánico Marcelo Leppe. ÉL es preciso en los detalLes, pese a que aún no La conoce. Pero hay algo aún más relevante: esa pequeña isla, situada en el margen occidentaL de la peninsula antártica, llevará su apellido. Marcelo Leppe (55, experto en fósiles de plantas) tiene trayectoria larga. Fue director del Instituto Antártico Chileno (INACH) entre 2018 y 2024, donde fue el primer cientifico que lLegó a ese cargo. desde dentro de esa institución, por concurso concurso de Alta Dirección PúbLica. Le tocó trabajar desde alLi con tres gobiernos. Ha sido parte de investigaciones multidiscipLinarias multidiscipLinarias en la Patagonia y en la Antártica. como las que dieron con los fósiles de dos dinosaurios chilenos: el Gonkoken y el Stegourus. Ha ido i8 veces al continente continente blanco. Hoy es académico del centro Gema en la Universidad Mayor y miembro miembro deL Núcleo MiLenio Evotem. Además. vicepresidente del Scientific Committee on Antarctic Research (SCAR) y asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores. Un extenso curricuLum, que Lo ha movido por distintos escenarios, pero que nunca habia incluido una isla con su nombre.
Reconoce que eso lo descoloca un poco: “No sé cómo tomarlo”. La iniciativa de bautizar Leppe a una isla al fin del mundo es del Instituto Antártico de Bulgaria. entidad con la que eL paleobióLogo paleobióLogo chileno ha colaborado en investigaciones investigaciones antárticas conjuntas. En la isla Livingston. por ejemplo. Pero él no sabia nada de esto. Se enteró por casualidad mirando mirando internet hace tres semanas: “Estaba actualizando mi curriculum y buscaba un documento en particular. De pronto. en Wikipedia encontré una mención a mi y a la isla Leppe.
Empecé a chequearlo y ahi aparecia que el Instituto Antártico Búlgaro Búlgaro habia presentado mi nombre para esa isla al Comité de Nombres Geográficos del Tratado Antártico, para que el Scar Gazeteer hiciera la publicación oficiaL Yo no tenia idea”, dice. A principios de año estuvo con cientificos cientificos bútgaros. quienes no le comentaron nada. “se quedaron caLladitos”. dice. Como si todo esto fuera un secreto. Además, expUca expUca Leppe. es algo bastante inusuaL “Lo habituales que los paises busquen nombres nombres entre sus propios personajes. Chile, por ejemplo, tiene una tremenda lista de topónimos con chilenos y ha presentado muchas veces en el Scar Gazeteer. Tiene un comité creativo de nombres geográficos, geográficos, donde participan instituciones como el SHOA y el INACH. Habitualmente presentan presentan nombres chilenos.
Entonces, es una sorpresa que Bulgaria. un pais de otro lado del mundo. te presente como nombre”. Luego de leer La información en internet, Leppe tomó contacto con el geóLogo y explorador explorador polar Christo Pimpirev, fundador y actual presidente del Instituto Antártico de Bulgaria, quien Le envió el documento oficial que enviaron al Tratado Antártico. “Está escrito en ruso, uno de los idiomas oficiales del mencionado tratado. Tengo también la transcripción en inglés”. precisa. Contactado Pimpirev. da más detalles: “Pensamos en el nombre deL chileno Marcelo Marcelo Leppe por su permanente ayuda con nosotros. La isla la habiamos identificado por imágenes de satélites y en mapas.
Propusimos Propusimos el nombre en febrero de 2021 y en abril de 2025 solicitamos su inclusión en el Scar Gazeteer”. ¿Y por que no le habian dicho al paleobotánico? “Lamentamos no haber informado personalmente al profesor profesor Leppe sobre este honor”, comenta eL cientifico búlgaro, compungido. sobre ese oLvido. “Es un área bastante ruda” “Estuve mirando la isla en Google Earth y en un app del Tratado Antártico. Es un lugar bien dificil de hacer landing. por su ubicación y porque tiene hielo hasta casi el borde. Hay solamente un pequeño peñasco NOMBRE ES.
ISLA EN LA.. A _t 7” y. ,.A. _, r_.I -“., fr __. -. -:. MARCELO LEPPE, EL CIENTÍFICO CHILENO CUYO NOMBRE ES AHORA UNA ISLA EN LA ANTÁRTICA. que yo creo que no debe ser más grande que unos ioo metros cuadrados. EL resto es una capa de hielo bien continua y abrupta. abrupta. EL fareLlón de hielo es elevado, señala Leppe sobre la isla que lleva su apeLlido. Además está cerca del Circulo Polar.
Es un área bastante ruda. ¿Tienes pLanes de ir a conocer La isLa? Me encantaria. pero quiero practicar algo que dije hace tiempo atrás: Los cientificos para ir a la Antártica deben tener un buen plan de trabajo. Y yo tendría que ir a hacer algo muy bien pensado, además verificado por pares que hayan revisado la propuesta y hayan dicho que tenga valor. Asi que por ahora no está en mis planes. ¿Ni siquiera una vuelta en plan turístico turístico No. Mejor le pediré a un colega que vaya a pasar por ahi que me filme la isla. Mientras. Leppe imagina que tal vez ya la vio en alguno de sus viajes a la Antártica, Antártica, pero que no sabría reconocerla, pues son miles de isLas las que están en esa zona.
Reflexiona sobre la que, entre todas ellas, lleva su nombre: La isLa Leppe tiene un manto de hielo que esperemos sea perpetuo, considerando el escenario de cambio climático que enfrentamos y porque está justamente en la franja de Los lugares que más abruptamente están cambiando en la Antártica.
Es lo que llamamos el área de clima peninsuLar, en La transición hacia La Antártica profunda: al sur de eso está Bahia Margarita, el limite hasta donde crecen las dos pLantitas de la Antártica: Deschampsia antarctica y Colobanthus quitensis, conocidas comúnmente comúnmente como pasto antártico y clavelito.
Luego de eso, más al sur, es el imperio de Los liquenes. cuenta. ¿Y qué se podría hacer en La isLa Leppe? Estoy conversando con amigos cientificos cientificos y también del mundo de la literatura para que quizás sea una isla que aLoje sueños. sueños. DejarLo en ese ámbito. Lo otro, construir construir algo ahí, tendria que ser con una muy buena justificación. Construir por construir no tiene sentido en La Antártica. Entonces prefiero pensar algo así como en la época de Lovecraft. cuando se construyen estas historias épicas y miticas de la presencia humana en la Antártica.
De hecho, estoy en Las primeras fases de un libro sobre eso: levantar mitos modernos y antiguos. y hacer hacer una revisión desde la ciencia y también EL BORDE”, DICE LEPPE. desde una mirada un poco más humanista. ¿Pero aLgo más concreto?, ¿investigación ¿ investigación por ejemplo? Es una maravilLa tener un anda en un Lugar. porque Luego le doy un poco connotaciones mágicas. a pesar de que yo soy súper racionalista. Respecto de tu pregunta. creo que Lo que rodea La isla ha sido siempre muy interesante. Estudiar el ambiente marino. La zona costera, La zona profunda de los canales, los fiordos. Un saLud con prosecco Marcelo Leppe tuvo precozmente claros sus intereses. Cuando niño, en Viña del Mar. era visitante frecuente aL Museo Fonck. donde una pareja de arqueóLogos le permitían permitían mirar sin prisas la colección antigua. Luego se maravilló con vidas como la de Carl Sagan. Y ya como estudiante de enseñanza enseñanza media en TaLcahuano. se apasionó por la botánica y por sitios remotos como La Antártica. Estudió BioLogia en la Universidad Universidad de Concepción, donde también hizo un doctorado en el tema. Nunca, claro, se imaginó una isla con su nombre. Dice que su sorpresa, casi su timidez. respecto de que su apellido sea hoy también el de una isla antártica -me provoca cosas encontradas, reconocese deba quizás a su formación profesionaL. En ciencia podemos decir que hay dos grandes grupos naturalistas: Los zoólogos y los botánicos. Los primeros se dedican a los animales: los segundos, como yo. más a Las pLantas. Y Los botánicos somos somos mucho más pudorosos en poner a nuestros hallazgos nombres de científicos que estén vivos. Los zoólogos son mucho más libres en eso. explica. Por ejemplo. eL Chilesaurus diegosuarezi está dedicado a Diego Suárez, hijo del geólogo Manuel Suárez. quien está vivo. Eso en botánica va a ser más dificil. porque somos más estrictos, de la escueLa tradicional de los naturalistas. Y recuerda una historia.
Hace un tiempo atrás, mientras estábamos en un campamento campamento en Cerro Guido, en la Patagonia. un colega paleozoólogo propuso poner mi nombre en el nombre cientifico de una nueva especie de dinosaurio que habian encontrado. Yo le dije que me daba mucho pudor. que me sentia un poco incómodo porque en botánica estas nominaciones son póstumas. Finalmente no se concretó.
Respecto de la isla Leppe, dice que varios científicos que se han enterado le han mandado mensajes de felicitaciones Él les responde un poco nervioso con el tema, con textos como compartamos un dia una buena boteLla de prosecco.
Pero siempre está consciente de poner las cosas en su contexto: “Obviamente implica mucho más trabajo y años de investigación el sacar un paper en una buena revista, que es algo que va a quedar para el resto de los tiempos. EL conocimiento es un ladriLLo de base. Lo de La isla es bonito, es simpático. Pero acaricia el ego... Si. por supuesto. Pero abre puertas raras, me pone en un territorio inexplorado para mi. + “ESTUVE MIRANDO LA ISLA EN GOOGLE EARTH Y EN UN APP DEL TRATADO ANTÁRTICO. ES UN LUGAR BIEN DIFÍCIL DE HACER LANDING, POR SU UBICACIÓN Y PORQUE TIENE HIELO HASTA CASI ADICCIÓN ANTÁRTICA ¿ Extrañas el INACH? Extraño a la gente. No extraño el estrés. La gente no imagina que este instituto que está en Punta Arenas pueda tener tanto estrés. Hay posturas respecto de la Antártica que están, digamos, en pugna constante. Se lucha también contra la desinformación. Hay corrientes que han vuelto a germinar después de 500 años, los terraplanistas o gente que niega el cambio climático. El INACH, además, tiene una cara internacional a través del Tratado Antártico. A fines de 2023, Marcelo Leppe no fue ratificado por la Cancillería para un tercer periodo a cargo del INACH y dejó la dirección a inicios de 2024. Antes de ese cargo, había sido 13 años investigador del Departamento Científico de ese instituto. A fines del año pasado se mudó de Punta Arenas a Santiago. Pero, de alguna manera, nunca se ha ido del sur.
Ni de la Patagonia austral, donde ha hecho la mayor parte de sus investigaciones, ni de la Antártica, la cual visitó por primera vez en 2002 y a la que define como “adictiva”. “Eso explica por qué, por ejemplo, parte importante del mundo académico que va a la Antártica lo hace en los recesos universitarios, en sus vacaciones.
Y por qué hay gente que todavía quiere ir allá, donde estás con las manos congeladas, con la punta de las orejas con dolor, con herpes que te atacan los labios y la nariz por la respiración. Me refiero fundamentalmente a los científicos que trabajan en campamentos o los que salen a terreno desde las bases. Con una sensación de frío que no se te va nunca.
Pero ahí estás”. -¿Pero por qué, pese a todo eso, estás ahí? Porque yo diría que es el camino más corto para hacer algo que tú sabes que puede ser importante para la humanidad, sin maquillaje y sin disfraz. Lo que tú hagas en la Antártica es literalmente algo que puede tener una bajada directa en la vida cotidiana de muchas personas. Además, en tu trabajo, vas reconstruyendo piezas de una de las últimas fronteras de la ciencia en la Tierra, que son las grandes llanuras abisales. Leppe continúa: “Es uno de los lugares donde la gente cree efectivamente que hay una gran barrera de hielo que tiene ocultas civilizaciones antiguas, a pesar del mundo hiper racional que se supone vivimos.
Vsi uno trata de buscar una explicación psicológica para eso, diría que es porque nos falta todavía poner en conocimiento la maravilla de la realidad de la Antártica, que supera mil millones de veces a la ficción”. Alejado de la responsabilidad del INACH, Leppe tiene más tiempo para sus propias investigaciones, las que ahora pueden además postular a fondos públicos. “Este año espero cumplir una de las metas importantes. Nothofagus es el género al cual pertenecen los robles, el raulí, los coigües, las lengas; o sea, el dominante en la flora arbórea de Chile. Comienza su historia natural en la Antártica y el registro fósil más antiguo lo encontramos nosotros, en la isla Nelson. No lo hemos comunicado todavía por paper; estamos ahora enfocados en eso”..