Cartas: Secuestros en aumento: ¿Más penas o más inteligencia?
Cartas: Secuestros en aumento: ¿ Más penas o más inteligencia? Con preocupación creciente, hemos sido testigos del sostenido aumento del delito de secuestro en Chile. No se trata de una percepción amplificada por los medios, sino de una realidad respaldada por cifras oficiales.
El último informe de la Fiscalía Nacional, publicado el 28 de julio de 2025, revela que los casos de secuestro aumentaron un 2,1% respecto al año anterior, alcanzando 868 denuncias: la cifra más alta desde 2014. Este fenómeno, analizado en el reporte "Fenómenos Criminales", no solo refleja una tendencia inquietante, sino que también intensifica la sensación de inseguridad en la ciudadanía. El secuestro, regulado en el articulo 141 del Código Penal, contempla penas que varian según la gravedad del hecho. Desde presidio menor en su grado máximo (tres años y un dia a cinco años) para la figura básica, hasta presidio perpetuo calificado si se cometen delitos como homicidio o violación durante el encierro. Sin embargo, hasta hace poco, el tipo penal no distinguia entre una privación de libertad breve y una prolongada, lo que generaba una evidente desproporción.
Gracias a la ley Nº 21.557, promulgada en 2023, se corrigió esta falencia: ahora, si el encierro supera las 24 horas, la pena se eleva a presidio mayor en su grado minimo a medio (cinco años y un día a 15 años), equiparándose al secuestro extorsivo. A pesar de estas modificaciones, persiste una idea erronea en el debate público: que el aumento de penas es la solución para frenar este tipo de delitos. Pero ¿ realmente lo es? Las penas más altas del ordenamiento jurídico ya se aplican al secuestro y, aún asi, los casos siguen en aumento. Esto demuestra que el castigo, por si solo, no es un disuasivo suficiente. Además, el delito de secuestro suele estar vinculado al crimen organizado, lo que exige respuestas mas complejas que la simple elevación de sanciones. La verdadera solución pasa por políticas integrales, que ataquen el problema en su raiz. Es urgente desmantelar la economia del crimen organizado, reducir su poder de fuego mediante una regulación más estricta de armas, fortalecer la cooperación internacional, mejorar la ley de inteligencia y reforzar el control fronterizo.
A esto se suma la necesidad de aumentar la seguridad ciudadana, con estrategias preventivas y focalizadas, En lugar de seguir apostando por el endurecimiento penal como única respuesta, debemos exigir al Estado una politica criminal moderna, eficaz y multidisciplinaria. Porque frente al secuestro, lo que se necesita no es más castigo, sino más inteligencia. KARINA SAAVEDRA Académica de Facultad de Derecho, Universidad Andrés Bello, sede Villa del Mar