La amenaza del calor extremo
La amenaza del calor extremo L a zona central del país enfrenta esta semana una nueva ola de calor.
Según la Dirección Meteorológica de "Las consecuencias del cambio climático deben ser abordadas a través de Chile, la temperatura podría estrategias globales, subir hasta los 40 grados en los valles cordilleranos entre las regiones de Coquimbo y Ñuble; en Santiago se estima que mañana y el jueves habrá una máxima de 37 grados.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y el Ministerio de Salud han emitido alertas rojas en materia de riesgos de incendios forestales e impactos en la salud de las personas, en particular en los niños y adultos mayores.
De acuerdo con una reciente investigación del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, las olas de calor se incrementaron en las últimas cuatro décadas; se trata, además, de una tendencia que se mantendrá. A juicio del director dicho centro, René Garreaud, el cambio climático aumenta las opciones para el lado más cálido mientras disminuyen los riesgos relacionados al frío. A mediados de enero, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que 2023 fue, por amplio margen, el año más cálido jamás registrado y que la situación podría agravarse este año.
Ciertamente, la naturaleza de los factoinstitucionales y con un horizonte de largo plazo". res implicados en el cambio climáticosupera las capacidades de respuesta individual de los estados nacionales y de las sociedades, más allá de la adopción de necesarias medidas de planificación de las ciudades y de manejo del paisaje, de prevención y mitigación.
La socióloga Magdalena Gil ha postulado que "hace diez años, la subida de las temperaturas en Santiago no era un tema relevante de política pública; hoy, es una urgencia". Gil es una de las autoras del estudio "Calor: estrategia de gestión y medidas de adaptación para la Región Metropolitana", de la Escuela de Gobierno de la UC y el Centro UC de Políticas Públicas.
Los responsables del informe han observado las consecuencias del calor en la salud física y mental, los embarazos -enero es el mes con mayor cantidad de partos en Santiago-, el trabajo agrícola o al aire libre, el ausentismo laboral y los eventos masivos. Gil también ha subrayado la distribución inequitativa de áreas verdes, en un escenario donde la concentración de árboles podría reducir la temperatura en más de dos grados. En una exposición a fines de 2023, el gobernador Claudio Orrego explicó que un objetivo de la gobernación es "descontaminar y enfriar" la ciudad a través de inversiones en comunas deficitarias de áreas verdes. Dentro de las iniciativas se contempla el programa de arborización. Brotar, en conjunto con la Fundación Cultiva, 32 bosques de bolsillo en lugares donde se producen islas de calor y la reforestación de los cerros Chena, Renca y Manquehue. Diversos urbanistas han planteado la relevancia de la gestión del calor con el manejo del estrés hídrico, rediseño de plazas y modernización de pavimentos. Desde luego tales tareas requieren mejores grados de articulación y coordinación; el gobernador Orrego ha anotado los escollos asociados con la fragmentación municipal y ministerial.
El debate público y la preocupación por las olas de calor constituyen una advertencia más de la importancia de abordar las consecuencias del cambio climático a través de estrategias globales, institucionales y con un horizonte de largo plazo que trascienda la ejecución concreta de los programas ambientales de cada administración.