Autor: MARGHERITA CORDANO.
Así viven los estudiantes de pedagogía sus prácticas de aula.. . fuera de la sala de clases
Antes de titularse se vieron enfrentados a experiencias como tener que enseñar a través de una pantalla, corregir por e-mail o solo interactuar con sus primeros alumnos a través de WhatsApp. Mientras cursaba el primer semestre de su tercer año de Pedagogía General Básica, Fernanda Pérez (24) tomó un ramo de Computación en el que aprendió nociones básicas de la plataforma Google Classroom.
“Era todo bajo el supuesto de que quizás, algún día, nos podía tocar hacer clases a distancia”, comenta entre risas y a más de un año de esa primera clase, que terminó por volverse casi un presagio.
Y es que actualmente, mientras cursa su último año de carrera en la Universidad Andrés Bello y ya en su práctica final de aula —una instancia donde ella por primera vez se hace cargo de enseñar a un curso, yendo más allá de prácticas previas en las que solo observaba o intervenía de vez en cuando—, todo lo que realiza ocurre a través de una pantalla: la explicación de contenidos, el desarrollo de guías y hasta los juegos lúdicos que se para repasar. Del otro lado del computador la suelen mirar cerca de 20 niños del 2° básico B del Colegio Antilén de Rengo. “Había estado antes en una sala haciendo un poco de clases, pero creo que al final he hecho más clases online que de otra forma. En las primeras prácticas, uno solo va una vez a la semana al colegio, pero ahora es todos los días”, dice. “Al principio, cuando supe que iba a ser en línea, fue un poco triste y fome pensar que mi última práctica iba a ser de esta manera.
Tenía Despliegue de competencias La investigación indica que, en el caso de los futuros profesores, contar con experiencia de aula previo a titularse es clave para entender qué conlleva la carrera y el trato constante con niños. "Es la experiencia más auténtica”, resume Magdalena Müller, directora de Pregrado de la Facultad de Educación de la U. Católica, "Hay ciertos aprendizajes que solo ocurren en este contexto, en la interacción con otros, junto ¿ con la comunidad, los pares y otros profesionales.
Por mucho que se hagan simulaciones, el momento de desplegar competencias como estrategias de comunicación, gestión de aula o manejo de grupo es en este terreno”, indica la académica A la espera de ver qué ocurrirá con la pandemia y las clases escolares, por ahora, como otras universidades del país, la UC optó por prácticas profesionales de Pedagogía a distancia. "Ha abierto puertas a oportunidades Aplicar la mediación de conflicto es que no estábamos cerca de parte clave de las prácticas docentes, sistematizar antes, en relación a innovación en la forma de enseñanza, preparación de cápsulas e incluir 1 la multimodalidad en la generación de material”, dice Müller.
Todos coinciden en que les ha servido para aprender a adaptarse: el miedo de no saber si estaba preparada para hacer una clase el día de mañana”, complementa su compañera en la UNAB, Florencia León (22), quien está haciendo la práctica en el mismo colegio.
“Pero al final, lo que me ha dado esta experiencia es seguridad”. Según explica, la práctica remota le ha servido para aprender a adaptarse y notar que sí se puede, Todo en 40 minutos Enseñar en línea también ha sido una experiencia para Franco Lagos (27), estudiante de Pedagogía Media en Matemática en la de Talca.
Cuando en abril comenzó su última práctica en el Colegio Concepción de Linares —con niños de 5° y 6° básico, además de un 3° medio—no se complicó con el uso de herramientas digitales, pero sí con la asistencia. “Me pasó con el 3° medio; había clases en que solo se ban dos de un curso de más de 30", dice. “A veces escuchaba que los conectados estaban jugando juegos mientras estaban en la clase”. Por casos como este, el colegio optó por subir material en línea, pero sin imponer conexiones simultáneas permanentes. Con los niños de básica, la situación fue distinta. “Los estudiantes estaban siempre, ponían atención y participaban. Siempre hay estudiantes tímidos, pero estaban todos con las cámaras prendidas”, comenta a pocas semanas de haber concluido esa experiencia. Entre importante que aprendió está “saber adaptarse a los tiempos. No teníamos programas comprados, por lo que usamos algunos gratuitos. Utilizamos Zoom, que tiene límite de teníamos solo 40 minutos por sección y no la hora y media normal de una clase.
Eso es difícil cuando un estudiante no entiende algo y hay que volver a explicarle, o cuando hay cualquier imprevisto”. retroalimentaciones Solo dos semanas alcanzó a ir Yisleyn Mella (23) a clases presenciales durante su práctica profesional, que realizó en un colegio de Temuco con alumnos de 2° medio, “Esto tiene sus pros y sus contras.
Una de las cosas negativas fue que no tuve un contacto tan directo con los estudiantes, fue un poco más lejano, ya que a lo más me comunicaba con ellos a través de un grupo de Whats App. (no tenían la costumbre de conectarse a través de plataformas). Al estar presencial es distinto, con ver los gestos uno se puede dar cuenta de si están entendiendo o no”, reflexiona la recién titulada de Pedagogía en Matemática de la U. De la Frontera, La tutora del colegio que estuvo a cargo de evaluarla “me pedía hacer recursos como guías, además de realizar retroalimentaciones por correo. Eso fue difícil, porque eran fotos (de guías con ejercicios resueltos) que no siempre se veían bien.
Me quemaba los ojos, porque no todos tienen cámara buena o venían las hojas chuecas”. Entre lo que más rescata, está que ante la imposibilidad de que un evaluador de la universidad pudiera ir a verla hacer clases, la UFRO le pidió hacer videos educativos explicando la materia. “Gracias a eso aprendí muchísimo, lo que es bueno, que hoy se usa mucho: se les mandan estos videos educativos a los chicos que no se pueden conectar”.