Impacto sanitario de Fukushima divide a japón a 10 años del accidente nuclear
El gobierno y Naciones Unidas descartan efectos en la población a causa de la tragedia, una versión que es cuestionada por entidades como Greenpeace y HRW.
Por l gobierno de Japón sigue E investigando el impacto de la radiactividad sobre la salud pública en Fukushima a raíz de la crisis nuclear de 2011, tras el informe publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), que coincide con la versión oficial, pero del que discrepan organizaciones independientes. Al cumplirse ro años de la tragedia, el Comité Científico de la ONUsobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear) descartó vínculos entre el accidente atómico y una mayorincidencia de enfermedades en Fukushima.
Las autoridades japonesas, que hasta ahora afirman que tampoco han encontrado ninguna conexión entre el accidente nuclear y la incidencia del cáncer o la leucemia en la región, mostraron su intención de sea medio y largo plazo, para tratar de esclarecer un tema que aún genera controversia e inquietud una década después. MENSAJES SIMILARES El Ejecutivo nipón aspira a “poder responder a la preocupación de la gente” sobre el tema, según respondió su portavoz Katsunobu Kato, al ser preguntado por el informe presentado en Viena.
El funcionario recalcó que “garantizar la salud de los residentes es una de las prioridades de la reconstrucción y recuperación” de la prefectura afectada porel terremoto y el tsunami de 36.000 personas fueron evacuadas de sus hogares tras el colapso de la central atómica, provocado por un terremoto y posterior tsunami. 4.400 casos fatales de cáncer asociados a la exposición a la radiactividad cuentan ONG basándose en el modelo de riesgo de la ONU.
Autoridades no han hallado vínculos con enfermedades LA CIUDADANÍA SIGUE DESCONFIANDO El relato de las autoridades no termina de convencer a la sociedad civil ni menos a los habitantes de la prefectura, que pierde población desde 2011 y sigue arrastrando el estigma nuclear.
El temor a la radiactividad es una de las principales razones por las que en torno a la mitad de las más de 36.000 personas que siguen desplazadas por la crisis atómica no tienen deseos de volver aunque se levante la prohibición, junto a la incertidumbre sobre el desmantelamiento de la central. 2011 y del consiguiente desastre nuclear, considerado el peor desde el de Chernobyl (Ucrania) en 1986.
Los expertos de la ONU consideran que no se ha documentado “ningún efecto adverso de salud entre los residentes de Fukushima que sea directamente atribuible a la exposición a la radiación” emanada de la accidentada central de Daiichi, al igual que otros estudios encargados por las autoridades niponas y publicados de forma Anual.
El amplio informe de la Unscear, de unas 250 páginas, sí se hace eco de una subida de los casos de cáncer de tiroides entre niños y jóvenes, aunque la atribuye al uso masivo de modernos métodos de diagnóstico para deproblemas en esa glánduLos estudios conducidos por la Universidad Médica de Fukushima tampoco han podido establecer una correlación entre la radiactividad y ese tipo De cáncer, aunque apuntaban a necesario un seguimienplazo (de hasta 200 30 años) para extraer conclusiones más fiables.
La Unscear también destacó el impacto psicológico y social, y los problemas de salud que han deparado la evacuación a largo plazo de más contaminadas de radiación, un asunto que ya motivó a expertos en derechos humanos de la ONU a llamar la atención a las autoridades niponas.
VERSIONES CONTRASTAN La visión oficial nipona y la del panel de la ONU contrastan con las de organizaciones como Greenpeace y Human Rights Watch (HRM), que vienen denunciando un posible desfase entre la situación real sobre el terreno en Fukushima y la versión de las autoridades japonesas. “Hay muchos problemas en este informe”, dijo el experto en temas nucleares de Greenpeace para Asia, Shaun Burnie, señalando la abundancia de “incertidumbres” y unas conclusiones “contradictorias” y a “subestimar” el impacto dela radiación.
“El informe dice que no podemos distinguir tipos de cánceres vinculados a la radiación, pero Eso no significa que no haya habido casos a raíz del accidente”, estima el experto de la ONG ecologista y antinuclear.
En concreto, afirmó que en Japón se habrían producido unas 4.400 muertes por cáncer relacionadas con la crisis nuclear “si se aplica un modelo de riesgo estandarizado a los datos manejados por Unscear de exposición a la radiación distribuida por habitante”, un dato clave que “extrañamente” no ha sido incluido en el informe, entre otros. Burnie también subrayó que Unscear, un organismo financiado por los estados miembros de la ONU entre los que se encuentra Japón, “se esforzó durante décadas por restar importancia al accidente nuclear de Cher