Autor: Consuelo Rehbein C.
Sólo un 2,1% de los colegios estatales aún no son mixtos
2 Realidades en la sala de clases. Uno de los puntos críticos de la educación mixta es el proceso de maduración, que es más lento en los hombres. Desarrollar habilidades de convivencia desde la temprana infancia, factor clave. / Agenciauno Los colegios monogénero, donde sólo estudian hombres o sólo mujeres, están en extinción. Sólo de un cambio en el Instituto Nacional (ver nota secundaria) Según datos entregados por la Subsecretaría de Educación, de los 8.014 esCon aporte fiscal. Delos 8.014 establecimientos que reciben recursos del Estado, matriculan alumnos y alumnas de un sólo género. Desde el siglo XIX. Especialistas señalan que los primeros establecimientos mixtos datan de 1830, pero el proceso se aceleró en las últimas décadas. Un cambio cultural profundo Los primeros establecimientos mixtos en Chile datan de 1830. “Algo innovador para la época, donde en muchos casos los proyectos fracasaron”, cuenta Carolina Pardo, socióloga Ucen.
María Gabriela Huidobro, académica de Unab, apunta que “incluso algunos establecimientos informaban en los diarios sobre esta propuesta educativa”. Ambas creen que el proceso demoró tantas décadas en “casi” alcanzar porque requirió de un cambio cultural profundo por parte de los chilenos. Tablecimientos que reciben aportes del Estado, apenas 171 aún no son mixtos.
Esto representa un 2,1% del total de esos establecimientos. ¿Es mejor educar a los niños y niñas separados por género?María Gabriela Huidobro, decana de la facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, explica que “no, porque es necesaria una educación integral que los acerque a la realidad”. En este sentido, la especialista dice que “en el trabajo, universidad y otras instancias, hombres y mujeres deberán trabajar juntos, por lo que es necesario el desarrollo de habilidades de convivencia desde la temprana infancia”. Considerando esto, la especialista destaca que “el desafío de educar de forma mixta es mayor para los profesores, porque hay procesos de maduración que son más lentos en los hombres y deben lidiar con esas dos realidades en la sala de clases”. “Aunque siempre hay excepciones”, añade.
Para Carolina Pardo, socióloga de la Ucen, “el proceso hacia los establecimientos mixtos debió realizarse en varias décadas porque consideraba un gran cambio cultural”. En este sentido, Pardo apunta a que “está la sensación de que esto se aceleró en los últimos años, pero fue de la mano con el empoderamiento de la mujer en distintas áreas, ya sean estas el acceso a educación, aumento de su presencia en el campo laboral e incluso su mayor presencia en ramas deportivas consideradas antes como depor- "UNA EDUCACIÓN MIXTA REAL DEBE DEJAR ATRÁS LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO" PATRICIO ABARCA Director Educación U.
Mayor Tes masculinos”. Patricio Abarca, director de la Escuela de Educación de la Universidad Mayor, toma este último punto y dice que “es importante que una educación mixta no sólo signifique matricular hombres y mujeres en un mismo colegio.
Una educación mixta real debe dejar atrás los estereotipos de género, sobre todo en las actividades que realizan”. Abarca ejemplifica: “En la clase de gimnasia los profesores deberían enseñarle a las niñas a jugar rugby o fútbol, y también avanzar hacia un juego mixto de estos deportes”. En esa línea, ambos especialistas apuntan a que “aún el sistema mixto está cargado de estereotipos”. Pero apuntan a que haber vencido el esquema de tener a los niños y niñas en establecimientos separados es un gran primer paso. “Hombres y mujeres convivimos día a día en todas las instancias, por lo que era lógico que la educación generara esos espacios”, añade Pardo. Y Abarca señala que “el Instituto Nacional, que hoy es noticia por recibir niñas, ya tenía algunas: las estudiantes trans. Ellas abrieron un espacio que antes no estaba”.