Autor: Por Luciano Jiménez y René González
Terror a noviembre, el gran factor para el apoyo oficialista al 10%
Nada puede hacer el Gobierno ante el temor de sus congresistas por perder la reelección. Los daños colaterales.
Oco más de un mes antes de las elecciones presidenciales del 12 de diciembre de 1999, cuando Joaquín Lavín alcanzaba en las encuestas a Ricardo Lagos, una jugada desde La Moneda, con José Miguel Insulza como ministro secretario general de la Presidencia, golpeó el tablero: sele dio suma urgencia a una reforma laboral, que entonces la CPC calificó como el “fin de la democracia de los acuerdos” y como una “emboscada electoral”. El remezón se sintió hasta en la DC —partido que formaba parte del gobierno con Eduardo Frei como Primer Mandatario—, cuyos parlamentarios se dividieron.
Eran tiempos en que el empresariado financiaba la política sin un marco legal coCon votos de Chile Vamos, volverá a ser aprobado otro retiro “El apoyo del retiro en Chile Vamos se facilita por el bajo apoyo ciudadano al Gobierno”. Tomás Duval, experto electoral RN. “A los candidatos de Chile Vamos los afecta de manera desigual. Briones y Sichel son los más golpeados”. Alejandro Olivares, U. Católica de Temuco. mo se conoce hoy. Pero el objetivo se cumplió, pues el proyecto se hizo popular y la derecha lo rechazó, pagando todos los costos. “Y muy caro lo pagó Joaquín Lavín”, sintetiza el analista político de RN, Tomás Duval.
Esta jornada, a las 15 horas, comenzará la votación en particular en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados del proyecto de ley que permite un tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones y que tiene dos particularidades: se discute en un momento de extrema necesidad, producto de la pandemia y, a diferencia de la reforma laboral de 1999, impacta de manera inmediata en el bolsillo de quienes pueden realizar los retiros. La iniciativa está en tabla para luego ser discutida mañana y el jueves en la sala de la Cámara Baja, tras lo cual se espera que el proyecto pase al Senado. Y si bien el Gobierno ya anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional (TC iniciativa, Quien no lo haga, apunta el académico de la U. De Talca, Mauricio Morales, podría cometer un “suicidio electoral”, riesgo que no solo corren los congresistas, sino también precandidatos presidenciales. Por eso, cree que salvo algunas excepciones solo votarán en contra de la medida quienes no vayan a la reelección. Tanto es así, que en La Moneda ya se hizo la pérdida y, señalan ahí, lo que queda es esperar la decisión del TC.
Para el constitucionalista Francisco Zúñiga, que el Presidente recurra al TC antes de que se agoten todas las instancias de negociación política en el Parlamento revela la precaria posición de La Moneda, y “denota que el Primer Mandatario sucumbe a la tentación de buscar soluciones ortopédicas para acomodar sus políticas.
El proyecto es una respuesta a falta de acuerdo en materia de reforma al sistema pensiones y la reacción del gobernante es consecuencia de un hiperpresidencialismo minoritario en el Congreso, que terminara por arrastrar y politizar al Tribunal Constitucional”. Aunque una gran parte de Chile Vamos se inclinará por aprobar el tercer retiro, eludiendo pagar los costos políticos de una medida que cuenta con respaldo ciudadano transversal, de todas formas habrá daños colaterales que pagará la coalición gobernante.
Tres de ellos son: Desorden interno Aunque todavía faltan más de siete meses para las elecciones parlamentarias del 21 de noviembre de este año, las consecuencias de la iniciativa ya comienzan a percibirse en el desorden de las bancadas oficialistas, que no pueden ir en bloque contra una medida que daña una parte del ADN de la derecha, pero que según la encuesta Pulso Ciudadano del 15 de marzo cuenta con la adhesión del 80,2 % de la población. El investigador del IES, Pablo Ortúzar, dice que el factor electoral “influye sin duda. La legitimidad de nuestra política ha tocado fondo y virado hacia un clientelismo desvergonzado.
Pero algunos dudan porque efectivamente este retiro cubre muchas menos personas, más acomodadas, y un porcentaje relevante del retiro anterior se fue simplemente a ahorro”. Entre quienes podrían terminar votando a favor en el oficialismo o que están “El Primer Mandatario sucumbe a la tentación de buscar soluciones ortopédicas para acomodar sus políticas”. Francisco Zúñiga, A constitucionalista. “Hay senadores que tienen mayor capacidad para desligarse de una eventual : sl orden de partido, como Moreira”. Mauricio Morales, académico U. De Talca. Ruido en la presidencial Oponerse o no al Gobierno de su signo respecto del proyecto de retiro del tercer 10% no es la única salida para los precandidatos presidenciales de la derecha. Sin embargo, tal como sus bancadas, también aparecen desordenados en esta materia. Una salida alternativa, por ejemplo, es la de Joaquín Lavín, quien, según Duval, aprendió de su experiencia de 1999 con la reforma laboral.
Tras estar con un primer retiro, hoy “tiene la inteligencia de proponer un camino alternativo”, demostrando que ahora “sabe en qué área puede jugar”. Por ello es que el precandidato de la UDI promueve que los trabajadores puedan recibir una parte de sus fondos de cesantía Pero en cambio su par de RN, el exministro de Defensa, Mario Desbordes, defiende el tercer retiro de las AFP y en una vereda opuesta se posiciona el postulante de Evópoli, Ignacio Briones, quien al haber ejercido como ministro de Hacienda fue uno de los rostros de la resistencia a los retiros primero y segundo.
Evelyn Matthei (UDI) rechaza la inicitiva — dice hubiera parado el primer retiro — al igual que el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, mientras que el independiente Sebastián Sichel sostiene que “no puede ser una excusa para ser popular estar a favor de otro retiro”. Olivares cree que el tema ' primero como ministro de Hacienda es el responsable del IFE y de gran parte de las insuficientes medidas que ha implementado el gobierno; Sichel celebraba con Briones que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) fuese de $ 65 mil y no de $ 80 mil.
Ambos quedaron marcados por el mal manejo en esta materia”. Ortúzar piensa que para ver a qué presidenciable le conviene jugársela por el nuevo retiro, “habría que tener claro a quién beneficia (la medida). ¿Por qué sería tabú votar contra un retiro al que sólo podrán optar principalmente quienes no lo necesitan?”. en duda, se menciona, entre otros, en RN a Diego Schalper y Catalina del Real; en la UDI a Renzo Trisotti y a Juan Antonio Coloma Álamos y en Evópoli, a Sebastián Álvarez. Por ejemplo, la presión en el caso de Álvarez —parlamentario por La Araucanía— viene del lado del turismo, actividad fuertemente golpeada por la pandemia. Pero además en 2018 fue electo diputado solo con un 2,4% de los votos, por lo que tiene un desafío mayor para reelegirse.
Para Coloma el caso es complejo pues cuando votó a favor en la idea de legislar en la Comisión de Constitución el 1 de abril, la diputada Pamela Jiles (PH)—una de las impulsoras del proyecto—le gritó: “¡ Te amo! ”, lo que provocó que él fuera cuestionado dentro del gremialismo en su rol de jefe de bancada recibiendo presiones para dar vuelta su postura.
En caso de pasar a la Cámara Alta, ahí el proyecto también podría encontrar apoyos en senadores que van a la reelección, como Iván Moreira (UDI), quien además podría ver dificultada su opción luego de las investigaciones de fiscalía en el caso Penta por pedir el “raspado de la olla”, según recuerda Mauricio Morales. El mismo parlamentario acusó falta de apoyo de su partido en los comicios pasados y, por lo tanto, con mayor facilidad podría desmarcarse de la postura de su conglomerado.
“Hay senadores que tienen mayor capacidad para desligarse de una eventual orden de partido, como Moreira, que ya lo anticipó, por lo tanto, si bien faltan votos, es probable que otros senadores de Gobierno se terminen por sumar”, cierra Morales.
Gobierno, un perdedor con poco que perder El Gobierno ya aceptó pagar los platos rotos al oponerse a una iniciativa tan popular al recurrir el Tribunal Constitucional por el segundo retiro y luego anunciar que hará lo mismo en el caso del tercero. Pero con una aprobación del 14% (según la Cadem de ayer), casi no puede perder más. Sin embargo, lo empantana. “La aprobación del tercer retiro es un duro golpe para el Gobierno, particularmente si muchos congresistas de Chile Vamos e incluso presidenciables como Desbordes apoyan el proyecto.
El Gobierno tiene que explicar por qué no quiere el retiro, explicar por qué va nuevamente al TC, explicar por qué no hay cohesión en sus filas y enfrentar a la opinión pública que está a favor de esta medida. Estar dando siempre explicaciones más que propuestas afecta mucho al Gobierno”, explica el académico de la U. Católica de Temuco, Alejandro Olivares.
“El apoyo del retiro en Chile Vamos se facilita por el bajo apoyo ciudadano al Gobierno, que fomenta que los parlamentarios que van a la reelección busquen caminos propios, más cuando se critica que más allá de los sectores más vulnerables, las ayudas sociales no llegan con efectividad a sectores medios y que posiblemente tengan una conexión con el perfil de votante del sector”, dice Duval. A pesar de que coincide en que el Gobierno tiene poco que perder, Morales lanza una advertencia: * En otras palabras, que el estallido social resurja. Y es que, dice, una parte de quienes apoyan el tercer retiro no solo creen que podrán beneficiarse económicamente, sino que sienten que le están propinando un golpe a las AFP.