Autor: Alejandro San Francisco Historiador Universidad San Sebastián y Universidad Católica de Chile; Director de Formación Instituto Res Publica
Violencia y acuerdo nacional
El presidente Sebastián Piñera ha expresado que convocará a distintos sectores políticos y organizaciones de la sociedad civil “para buscar un acuerdo nacional que nos permita unir nuestras fuerzas para poder derrotar esta ola de violencia y esta ola de atentados terroristas que tanto daño les ha causado a tanta gente en las regiones del Sur y que significa un grave atentado a nuestro Estado de Derecho, público, a ciudadana y a nuestra democracia”. La razón de esta reacción es el estallido de violencia que aqueja a la región de la Araucanía, con incendios de propiedades, amenazas a las personas, uso de armas y presencia permanente de organizaciones que hacen del terror ylas vías de hecho su manera habitual de actuar. Muchas personas en la zona han manifestado sentirse abandonadas y violentadas de manera permanente, lamentando la ausencia efectiva del estado de derecho. El problema ha ido creciendo y ya se arrastra por varios años. El asunto no es exclusivo de esa región. Con ocasión de la revolución de octubre de 2019 fueron muchos los lugares del país—-ciertamente la región de Coquimbo también que sufrieron atentados contra la propiedad, destrucción de edificios y otras tantas acciones destructoras. El problema, como suele ocurrir en estos casos, tiene dos caras: hechos y por otra la justificación dela violencia por parte de sectores políticos o sociales. A todo ello se suma la inacción o inefectividad en el trabajo de las instituciones del Estado, cuya ausencia termina por desprestigiar el sistema político, desalienta las inversiones y afecta considerablemente la convivencia social. Mismo, problemas como la la Araucanía requieren acciones múltiples.
Un gobierno efectivo, que utilice todos los medios de que dispone para orden público y un Congreso Nacional activo, que legisle deforma inmediata en todos aquellos temas pendientes o donde existen normas insuficientes; un Poder Judicial que sea justo y confiable en la aplicación de persecución y sanción del terrorismo y de quienes han optado por lla violencia; por cierto, una sociedad convencida y activa en el camino de la paz y progreso. Esas son simples de cualquier acuerdo en este tema.