Autor: Por Francisca Garrido Prieto
Expertos: El Estado tiene que ser más grande para enfrentar las demandas sociales
Un mayor tamaño permitiría enfrentar demandas que en el pasado eran consideradas “de lujo” y que hoy se han transformado en “básicas”, sostienen. Hace justo 25 años, el gobierno de Eduardo Frei creó el Comité Interministerial de Modernización de la Gestión Pública, considerado por muchos expertos como el puntapié inicial de la discusión sobre la transformación del Estado. Al margen de sus avances, a siete semanas del estallido social, cobra aún más fuerza la idea de que es “urgente” que el Estado se modernice.
Pero los expertos ahora no sólo hablan de ser más eficientes para mejorar la disponibilidad de recursos, sino de avanzar hacia un mayor tamaño, para dar respuesta a las demandas actuales, las de un país de ingresos medios. “Por mucho tiempo en Chile se asentó la idea transversal entre algunos economistas que decían que el mejor Estado es el más chico.
Pero cuando tienes en torno a US$25 mil de ingreso per cápita y pretendes cerrar la brecha con un país como Canadá, la demanda de bienes públicos que en etapas anteriores de desarrollo eran considerados “de lujo”, hoy se han transformado en básicas”, resume Raphael Bergoeing, economista y presidente de la Comisión Nacional de Productividad. Dice que Chile actualmente tiene un ingreso incluso medio-alto, con “mala distribución, pero donde existe la demanda de que, por ejemplo, lo urbano esté distribuido de una forma más equitativa. Y eso es más Estado.
Un parque no lo puede “La reforma más pero a la vez la más difícil es la reforma al estatuto administrativo". Isabel Aninat, investigadora CEP “Existe la demanda de que por ejemplo lo urbano esté distribuido de una forma más equitativa. Y eso es más Estado”. Raphael Bergoeing, presidente Comisión Nacional de Productividad “No hemos sostenido suficientemente los los esfuerzos modernización. Es una cuestión de largo plazo”. José Inostroza, investigador Ingeniería Industrial de la U. Chile Consenso transversal Salud eficiente pero de mala calidad Al hablar de políticas públicas “al debe”, una de las primeras es la salud estatal. Pero aunque pueda no parecerlo, éste es eficiente según un ranking de la OCDE, pero tiene problemas de calidad. “Chile gasta poco dinero en salud pública (4% del PIB vs. 7,8% del PIB promedio OCDE). Con muy poco se hacen maravillas.
Obviamente hay problemas de cobertura, pero tenemos una de las esperanzas de vida más altas del mundo y eso es producto de una estrategia global de salud pública que tiene que ver con priorización, vacunación, etc. El tema es que al medir calidad en general de la salud, tenemos un mal resultado”, explica Inostroza. La Comisión Nacional de Productividad comparó 28 hospitales públicos de alta complejidad, un par de clínicas privadas y el sistema de salud inglés. Y los resultados no fueron alentadores: “Encontramos brechas enormes y sólo se explican por la incapacidad de usar de manera eficiente los recursos”, dice Bergoeing.
Explica que el sistema público no lleva un registro adecuado de los pacientes, la información no está digitalizada y el sistema tiene incentivos por pagar por día cama más que por resultados de las cirugías. construir un privado, porque eso es un club de golf, no un parque”. De los más eficientes Más allá de la discusión —a ratos ideológica— sobre si el Estado tiene que ser más o menos grande para ser más eficiente, el investigador asociado del Centro de Sistemas Públicos de Ingeniería Industrial de la U. De Chile, José Inostroza, desmitifica el tema con algunas cifras.
Como el ranking elaborado en 2006 por el Banco Central Europeo, que ubicaba la eficiencia del Estado de Chile en el quinto lugar entre 24 países emergentes, donde por ejemplo Portugal se ubicaba en el número 20. En la encuesta del World Economic Forum de 2016-17, Chile es el 21 de 69 países en el listado de eficiencia en recursos por parte del Estado.
Inostroza —que fue director del Programa de Modernización del Sector Público del Ministerio de Hacienda, entre 2015 y 2018— realizó otra medición con el académico de la Universidad de Chile, Mario Waissbluth, en 2006, en la cual se comparaba la eficiencia del Estado entre los miembros de la OCDE. Ahí Chile aparecía rankeado en el 6” lugar. “Suele decirse que el Estado es casi per se ineficiente. Pero cuando preguntas por organizaciones públicas o privadas chilenas que son de clase mundial, te encuentras con que no existe ninguna privada que sea tan excelente porque tiene problemas de productividad.
En cambio, con seguridad puedes decir que las siguientes entidades públicas están dentro de las mejores de su clase en el mundo: el Servicio de Impuestos Internos (SII), Chile Compra, Metro o INAPI”. ¿ Por qué al debe? Eso sí, Inostroza plantea que el problema del Estado de Chile radica en que no ha sostenido suficientemente los esfuerzos de modernización. “Es una cuestión de largo plazo, pero los gobiernos son de corto plazo y buscan éxitos vistosos y rápidos.
Esto se refleja en problemas de burocracia, de modelos de gestión, problemas en la transformación digital, en la apertura de datos, en la participación ciudadana, y en la insuficiente profesionalización a la hora de seleccionar funcionarios y directivos públicos”, describe.
Una visión similar comparte la investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP), Isabel Aninat, quien sostiene que “la reforma más importante y urgente, pero a la vez la más difícil es la del estatuto administrativo (que rige a los funcionarios públicos)”, porque se podría profesionalizar realmente la carrera funcionaria y así asegurar que lleguen mejores profesionales al sistema público. Otro elemento crucial es la coordinación entre los ministerios, más allá del número total de carteras. “Hay gente que aboga por un Estado más grande, otros por uno más pequeño, o por la cantidad de ministerios. A mí lo que más me preocupa es la necesidad de introducir mecanismos de coordinación e innovación, ya que así se podrían hacer políticas públicas mucho más ágiles”, explica. “La cultura de silos (barreras a la colaboración) entre los ministerios es gigantesca y no contribuye a una modernización del Estado”, finaliza.