Autor: JUAN RODRÍGUEZ M.
LA MARCA DE LAS PANDEMIAS EN LA HISTORIA
ESE huella que una piedra lanzada al agua, o, en cambio, puede ser una marca profunda que desvíe RA RA MA ¿ Generan cambios profundos o son solo paréntesis ominosos sin mayores consecuencias ATTE ERES A habido en el rras y, sin embargo, pestes y guerras toman a las gentes siempre desprevenidas... Cuando estalla una guerra, las gentes se dicen: “Esto no puede durar, bres y lucharán entre ellos... y solo de esta manera, a fuego y sangre, qué habrá mejorado? Así como de PASsaparecerá la nueva”. London en “La peste escarlata”. Con optimismo o pesimismo, O! mo, en nuestros hábitos, en la d IS OS Por ejemplo, según dijo a este su Opuso fin a la gran época de innova Cidental” (aunque en el siglo siguiente comenzó el Renacimiento en Europa) la plaga hizo que, en la IN guerra contra Esparta, y la “plaga justiniana” truncó el proyecto de bles precisamente por su excepcio SIÓNuna pandemia? Joaquín Fermandois: “Pandemia y aniquilación” En el siglo XIX parecía que la medicina moderna, acompañada de la revolución tecnológica y de la economía, iba a realizar los sueños para que todos gozáramos de buena salud y se eliminaran las enfermedades. Depende con qué lo midamos. En esperanza de vida, las posibilidades eran tremendamente frágiles al comenzar ese siglo, como casi siempre lo habían sido en la historia. Plagas, guerras y crisis de gobierno han nado a sociedades y civilizaciones; o plantaron la semilla de la erosión sin retorno. La colosal transformación material que acompañó a la modernidad hizo olvidar a las grandes masas —pero no alos seres sensibles y a los "pobres de la fragilidad esenc infranqueable de la existencia humana.
El progresismo, como diferente del progreso necesario, llevó a excluir el sufrimiento y los reveses como una parte quizás ennoblecedora de la vida, Más todavía, para la conciencia colectiva de nuestro tiempo, es impensable la existencia de vicisitudes como parte de la gracia del ser humano. Porfía la noción de que en el fondo este existirá para siempre. Y nos arrojaron dos baldes de agua fría: las guerras mundiales, recordando la capacidad de autodestrucción, y luego, la probabilidad de destrucción final de la humanidad por el mismo procedimiento autoinfligido, el conflicto nuclear. Ahora tenemos no una amenaza del fin de la vida, solo que se le parece. Está en la línea del sida, una peste impredecible, que enseñó que la ciencia ayuda a sortear escollos, no el arribo a puerto seguro. La pandemia del momento es un recordatorio que esta sucesión no va a finalizar nunca. A la zona central del país le acecha, además, la espada exterminadora de la sequía predecible pero no observada residente Acadomio Chileno dela Historia.
Profesor USS, PUC, e ea que enseñó que la ciencia ayuda a sortear escollos, no el arribo a puerto seguro”. Paula Caffarena: “Debemos ser cautelosos cuando miramos el pasado” Pienso que las epidemias pueden ser situaciones de crisis que ponen al descubierto las fortalezas, las falencias y también las herramientas que cada sociedad tiene para enfrentarlas. A lo largo de la historia tenemos registros de enfermedades epidémicas que han dejado huellas profundas, como la peste negra o la influenza de 1918. Sin embargo, considero que debemos ser cautelosos cuando miramos el pasado para buscar señales de lo que será |¿ nuestro futuro.
Si bien puede ser razonal É ble pensar que esta pandemia que está afectando el desarrollo de las actividades cotidianas, tanto en Chile como en el 2 mundo, podría llegar a tener efectos pos[3 teriores de gran alcance, es algo que no [3 podemos saber con certeza.
No podemos porque los cambios en la historia 3 siempre son multicausales y la relevancia histórica de cada epidemia depende de todo el conjunto de circunstancias stória de la salud que, finalmente, le otorga ese peso 5 uestra (... ) la histórico. Pienso en importancia que en situaciones bien concretas, por de crisis ejemplo, en 1835 se sanitarias adquiere el Estado.
De en materia de salud”. Salud Pública, la cual, se dice, fue producto de la epidemia de escarlatina de 1832, Sin embargo, aunque ese cambio institucional pudo verse impulsado por la situación de crisis que generó la epidemia, el proceso de institucionalización de la salud era algo que venía dándose desde hace varias décadas. Considero que en el contexto que estamos viviendo es interesante pensar en lo que esta pandemia está poniendo en relieve hoy, por ejemplo, la importancia de la dimensión pública de la salud.
Independientemente de los modelos económicos que prevalezcan, esta crisis ha puesto en relieve la importancia de contar con sistemas de salud pública sólidos, fuertes, con una gran cantidad de recursos económicos y humanos, que garanticen a todos los ciudadanos el acceso alos tratamientos y cuidados necesarios. La historia de la salud pública nos muestra cómo se fue conformando ese proceso y la importancia que en momentos de crisis sanitarias adquiere el Estado en materia de salud.
Paulo historiadora, es del entr de Jvestigación y Documentación delo Fins Terra y autora de "Viuelo y vacuna”. Fernando Wilson “Un quiebre en los » procesos mundiale De alguna forma, una pandemia no es solo relevante en sí misma, sino en el contexto social en el cual impacta. La peste de 420 a se llevó a Pericles, pero además fue tomado como símbolo de la hybrís ateniense. La peste negra de 1386 no solamente arrasó con la población inglesa, sino que abrió el camino a profundas modificaciones en un orden social ya en tensión.
En ese contexto, es imposible asumir respuestas a interrogantes así, sin tener una mirada general de la que en el presente carecemos, pero sí es posible aventurarse con algunas preguntas respecto a cómo se ordenará el sistema internacional pospandemia El covid-19 está lejos de ser la primera epidemia de virus respiratorios que vive el mundo en las ultimas décadas, pero sus circunstancias marcan un punto. Especial.
La tasa de contagios, mortalidad relativa y brutal impacto económico marcan un quiebre en los procesos mundiales, pero, además, su impacto se da en el contexto de procesos geopolíticos, que tenían a China liderando sueños de proceso de expansión político económico enorme, e impactarán yla en de sociedad permanecen en lo que son las dos or Superpotencias contemporáneas y básicamente iguales”. Áreas de influencia ¿ Seguirá siendo viable el OBOR (la nueva ruta de la seda) y la expansión china en el océano Índico? En aspectos mas inmediatos y concretos, el covid-19 ha puesto en entredicho la reelección de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos, mientras que la relativa inoperancia del sistema multilateral, desde la Unión Europea a la OMS, permiten al menos un compás de espera respecto de las miradas en su favor.
Pese a lo anterior, y más allá de las pesadillas o sueños de algunos, el hombre y la sociedad permanecen básicamente iguales, Las pestes y epidemias pueden reordenar diversos factores culturales o de relaciones entre sociedades, pero no pueden variar la esencia de sistemas que han sido creados, al final del día, con el objeto de poder.
En ese sentido, el covid-19 variará los énfasis y acentos de funcionamiento de la sociedad, pero no la cambiará en el sentido de un dispositivo deus ex que nos volverá repentinamente en ángeles virtuosos o en malhadadas víctimas de una pesadilla hobbesiana. Al menos no como agente principal. Fernando es profesor dea Universidad y miembro de aúmero de o de Histeria Naval. Julio Retamal Favereau: “La gran peste negra en Europa” Esta infección, bubónica y neumónica, duró en su extensión máxima desde mediados de 1348 a comienzos de 1350. Los efectos fueron múltiples, pero yo tocaré solo dos: los psicológicos y los Entre los primeros, se creó, por la presencia constante de la muerte súbita, una visión nueva y aterrorizadora de la vida. La muerte pasó a ser algo cotidiano a la vez que y vengativo. La vida entera se tiñó de toques fúnebres y castigadores. Se completó la misa de difuntos con oraciones sobrecogedoras como el Dies Irae, las letanías llamadas “de la Buena Muerte" y el uso de ornamentos negros para su celebración. Se fundaron múltiples órdenes, cofradías y asociaciones destinadas a paliar los efectos de la muerte súbita. Proliferaron obras de teatro macabras, poesías fúnebres como las Coplas de Jorge Manrique, la oración llamada La Salve. Las pinturas, la presencia las estatuas, los dibujos cultos dela época representaron la muerte muchola muerte. Un velo de una visión tristeza cubrió la cultura euro E pea por más de un siglo. La vida. Nueva y aterrorizadora académica universitaria experimentó un declive acentuado e dela vida”. En lo económico y social el primer impacto fue demográfico. Se calcula que más de treinta millones de seres se contagiaron y de esos unos veinticinco millones murieron. Quedaron vacios feudos, campos, mercados, villas, monasterios y cargos públicos. Hubo un cierto avance social de la burguesía para ocupar cargos de la nobleza, que quedaron vacantes.
Esto fue general en Europa Para ilustrar esto basta saber que murieron el rey de Castilla en un extremo y el gran duque de Moscú en el otro, En Aviñón —donde estaba el papado— murieron casi todos los cardenales, salvándose tan solo el Papa. De ahí derivaron muchos efectos: ciudades desaparecidas, feudos vacantes, hambruna por no cultivo de las tierras, cambios en la agricultura y el comercio. El caso más notable es el de Inglaterra —según varios que pasó, por desaparición de mano de obra, de ser país agrícola a ser país ganadero, particularmente de ovejas. También se ha señalado que se desarrollaron varias ciudades comerciales y ligas dle negocios nuevas. La peste tuvo, pues, un efecto pavoroso e igualitario.
Halo Retamal historia y autor de “Y después de Oeidrte, Andrea Botto: “Las pandemias no han sido tan frecuentes” Pienso que esta pandemia de covid-19 es, sin lugar a duda, un acontecimiento histórico, con consecuencias a corto y a largo plazo, y que será recogido por la historiografía como un momento de quiebre, Hay quienes podrían pensar que la historia de la humanidad está llena de plagas, guerras, hambrunas y otros avatares disruptivos. Sin embargo, las pandemias no han sido tan frecuentes si se miran a largo plazo. Por ejemplo, pasaron 800 años entre el primer estallido de peste bubónica (541 d.C. ) y la llamada peste negra de 1347, y durante ese transcurso de tiempo hubo pocas pestes masivas.
Por eso, la peste negra causó tanto impacto, no solo por lo traumático de su mortandad (sobre el 60% de la población europea), sino porque nadie la esperaba, Sin duda, la sociedad no colapsó, ni tampoco lo hará ahora. Pero el efecto concreto estuvo en el cambio de actitud de las personas en relación con su entorno.
Para bien o para mal, la sociedad del siglo XIV generó una nueva relación trévo a aventurar lo cual se ve reflejado ante un evento — enla literatura y en el arte; la muerte que ocupará ls rd nes la futura historiografía”. Tante— pasó a formar parte de la vida cotidiana de las personas. Ello tuvo consecuencias profundas sobre el pensamiento.
En un plano más material, pienso que uno de los cambios más perceptibles, al igual que ocurrió con la peste negra, se producirá en el ámbito del trabajo: desde las formas de trabajar hasta el marco legal que lo regula. Como historiadora, no puedo responder a la pregunta de qué ocurrirá con la actual pandemia de covid-19.
Pero sí me atrevo a aventurar, a través de la perspectiva histórica, que estamos ante un evento que ocupará las páginas de la futura historiografía, Andrea Bolto $. Es docente de la Universidad Finis Terrae y autora de “Catolicismo. Chileno: controversias y divisiones 1930-1962)" Ximena Illanes La Muerte Negra (1347-1351) fue una de las pestes más letales, pues fallecieron entre 25 y 50 millones de personas solo en Europa, existiendo rebrotes continuamente. Algunos pensaron que era castigo de Dios; otros, que el aire estaba corrupto; unos pocos tuvieron en cuenta a los planetas.
Los te: monios conservados son desgarradores: familias completas entregadas a la muerte, entieros en fosas comunes, flagelantes recorriendo enclaves urbanos, juclíos perseguidos, torturados y asesinados en ciertas regiones, La muerte comenzó a dominar la escena; ella se presentaba cercana e igualitaria con cualquiera que quisiera imaginarla. La historia hay que pensarla como un laboratorio en donde se realiza un ejercicio de reflexión profunda. Millones de mujeres y hombres de otros tiempos han vivido situaciones tan traumáticas como la Muerte Negra. Sin embargo, cuando estudiamos esos momentos, tenemos la fortuna de poder indagar qué pasó después y cómo quienes sobrevivieron fueron conscientes de sus experiencias para modificar algunas cosas. El impacto de esta peste generó transformaciones momentáneas, pero también cambios profundos en diversos ámbitos. Se modificó lo cotidiano, E laritualidad de la muerte, la gestión y administración hospitalaria, la percepción de los pobres, la legislación urbana y real y el poder político, entre otros. El covid-19 refleja cuán frágiles somos y cómo se hacen presentes con mayor “dramatismo las profundas desigualdades humanas existentes en salud, educa- “La historia hay que pensarla como un laboratorio” ción y vejez. A su vez, aumentan diari; mente las expresiones racistas y xenófobas, la cantidad de personas sin trabajo, los exaltados nacionalismos, las denuncias por violencia de género y maltrato infantil. Como historiadora, estoy convencida de que en un futuro se producirán cambios, pero también resistencias alos mismos; los ritmos de las transformaciones y permanencias de lo que es nuestro hoy no lo podemos predecir. El desafío, al igual que en otros ayeres, está en el cómo nos reponemos creativamente de esta pandemia, pero también de problemas estructurales que llevamos arrastrando por años. El inconveniente que veo en ello es que necesitacontagiarnos de un virus más potente que se llama empatía. Mones prefeora del Istituto de Hstoro U es on s 1 q otros ayeres, está en el cómo nos reponemos creativamente de esta pandemia”.