Autor: CONSTANZA CAPDEVILA DE LA CERDA
CUATRO MUJERES LÍDERES DEL MUNDO ECONOMICO cuentan su receta para compatibilizar sus carreras con la maternidad
Gloria Hutt: “Nunca he creído que haya que optar entre ser madre o profesional” Hoy se celebra el Día de la Madre La actual ministra de Transportes y Telecomunicaciones es madre de tres hijos: Berúnardita, Teresita y Felipe. “Desde muy temprano aprendí que la vidaes inesperada y que, de una forma u otra, las cosas se van resolviendo, y eso me ha ayudado mucho”, asegura Gloria Hutt. La carrera militar de su padre, Germán Hutt, provocó que la familia tuviera que vivir en distintos lugares.
En 1973 ingresó a Ingeniería Civil en la Universidad Católica, pero al final de ese año su padre fue trasladadoa Brasil y tuvo que seguir con sus estudios en ese país A suregreso, en 1975, Hutt se reintegró a la Universidad Católica y con21años se casó con Felipe Cossio. A los dos meses quedó embarazada de su hija mayor, Bernardita, casi al mismo tiempo, su marido fue diagnosticado de cáncer. Afines de1977 y consu hija de dos meses, partieron a Washington D. C,, Estados Unidos, a tratar la enfermedad.
Allá recibieron la noticia de que, producto del agresivo tratamiento médico, no podrían ser padres biológicos nuevamente, “Gracias a Dios nací con muchos genes positivos y siempre me las trato de arreglar con lo que me toca.
Fue una época muy dura”, recuerda, La familia regresó a Chile en 1978 y Gloria Hutt se propuso termihar su caGloria Hutt (ministra de Transportes y Telecomunicaciones), Rosario Navarro (empresaria y directora de Sonda), Bárbara Figueroa (presidenta de la CUT) y Paula Valverde (gerenta general de Limonada y presidenta de la Asociación de Marcas de Retail) coinciden en que contar con una red de Apoyo, tener claras las prioridades, criar hijos autónomos y sobrellevar las infaltables culpas son claves. Rrera a como diera lugar. Con una hija pequeña, un marido con una salud inestable y sus labores de ayudante, la tarea no fue fácil. En 1983 se tituló de ingeniera civil y continuó trabajando, ahora a tiempo completo, en la Universidad Católica. Como siempre habían soñado con varios hijos, en 1987 se acercaron a la Fundación Chilena de la Adopción y a los pocos meses llegó ala familia Teresita, con solo17 días de vida. En 1988 su marido fue trasladado a Washington D. C, y ahí la ministra aprovechó de tomar cursos en la Universidad de Georgetown y de trabajar para la Universidad Católica. “Nunca he creído que haya que optar entre ser madre o profesional. Hay una tercera altemativa que es machacarse hasta el infinito, y es la que yo tomé.
Me dedico con mucha fuerza a mi familia y a mi trabajo y no abandono mis responsabilidades”, confiesa, A comienzos de 1990 regresaron a Chile y, tras un paso por San Antonio, en 1991 se trasladaron a Arica, donde la ministra hizo clases en la Universidad de Tarapacá y se desempeñó como secretaria ejecutiva del Comité Técnico Pesquero de Arica, hasta 1993. Estando en el norte la pareja decidió adoptar nuevamente. “A Felipe lo fuimos a buscar a Santiago y lo recibimos de 21 días. Esta semana cumplió 27 años”, comenta emocionada. En1997 Huttse unió ala consultora internacional Steer Davies Gleave, donde llegó a convertirse en la directora para América Latina, hasta que en 2010 asumió como subsecretaria de Transportes del primer gobierno de Sebastián Piñera. Tras su paso por el sector público, creó la Consultora Quiz, hasta que en 2018 fue nombrada ministra de Transportes y Telecomunicaciones del actual gobierno. Hutt destaca que no es fácil trabajar y ser madre, “pero la familia y las redes ayudan mucho. Con tantos cambios, mis hijos aprendieron a adaptarse rápido y a ser autónomos e independientes. Lo más difícil es cuando están enfermos y mamá tiene que estar. Es una carga muy fuerte para las mujeres y no la puedes delegar”, concluye.
Paula Valverde: “Quiero llevar a Limonada muy lejos, pero no a costa de mi familia” Rosario Navarro: “Una de las cosas más difíciles es el cuestionamiento de otras madres” Paula Valverde —gerenta general y socia del Grupo Limonada y presidenta de la Asociación de Marcas de Retail— tiene 36 años, está casada hace 10 y es madre de Martina (7) y Matías (5). La suya ha sido una vida de esfuerzo y mucho trabajo.
A los 22 años, y mientras cursaba cuarto año de Ingeniería Comercial en la Universidad Diego Portales, tuvo que hacerse cargo de Limonada, el negocio familiar que habían creado sus padres, Andrés Valverde y Carmen Gloria Norambuena A fines de la década de los ochenta, el matrimonio había decidido lanzarse a confeccionarropa para niñas, hasta la talla 12, y así había nacido la empresa: en el living y con el capital de sus abuelos paternos. Paula Valverde siempre soñó con trabajar en el emprendimiento familiar y apenas entró la universidad, comenzó a ayudar a sus padres en la fábrica. “Trabajaba todo el día y estudiaba de noche. Iba solo a dar las pruebas y así aprobé todos los ramos de la carrera, pero me faltó la tesis para titularme”, reconoce. El 2006 asumió la Gerencia General de Limonada con 50 trabajadores, un taller en Pedro Aguirre Cerda y dos tiendas que recibían los saldos que descartaban las grandes tiendas y algunos clientes del sur. Lo primero que hizo la joven ejecutiva fue, para dejar de depender de los gigantes del retail, concentrarse en abrir tiendas propias y dejar de producir en Chile para abaratar los costos. De este modo, ya en 2008 la producción de Limonada se fabricaba en China y para el 2010 e marca contaba con 60 tiendas en todo el país. Hoy suman 800 | 120 locales y Grupo Limonadatienedos marcas adicionales Black and Blue, Que venderopa y 4Kids, que ofrece una alternativa de colecciones más sencillas. “Soy muy autoexigente y siempre me planteo nuevos desafíos. Lo más duro de todo ha sido convalidar la maternidad con mi emprendimiento”, reconoce. Y agrega “yo siempre trabajé 24/7, pero cuando nacieron mis hijos, tuve que hacer cambios. Hoy lego a la oficina alas cinco de la mañana para poder estar a las cuatro de la tarde de vuelta con mis niños”, explica. Valverde asegura que su proyecto familares tanto o más importante que Limonada. “Una vez escuché a alguien decir que había llegado muy lejos en su carrera, pero que había sido a costa de su familia y yo no quiero eso.
Quiero llevar a Limonada muy lejos, pero no a costa de mi familia”. Cuando su hija tenía dos años y su hijo seis meses, y para poder dedicarles más tiempo, decidió dejar la Gerencia General por dos años y asumir solo el área comercial. Enseptiembre de 2017 retomó lasriendas de la empresa y hoy ha logrado equilibrar ambos roles. “He hecho todo para poder ser mamá. Mi marido es fundamental y somos un equipo. Quiero que mis hijos vean una madre comprometida con el trabajo, pero también con ellos”, aclara. Otro aspecto clave para la ejecutiva es tener claras las prioridades. “Si no planificas cómo usas el tiempo, lo dedicas a lo urgente y no a lo más importante. No me interesa ser solo una mujer exitosa en lo profesional, sino que también quiero ser una madre querida y admirada por sus hijos y para eso hay que dedicarse a ellos”, concluye.
Bárbara Figueroa: “Uno también es madre en la entrega y en el amor a otros” Cuando Bárbara Figueroa tenía 33 años, asumió la Presidencia de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT) y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo. Venía de la dirigencia nacional del Colegio de Profesores, gremio al que se unió apenas terminó su carrera de Pedagogía en Filosofía en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. “Me vine de San Fernando a estudiar a Santiago y desde que estaba en tercer año comencé a trabajar haciendo reemplazos en escuelas nocturnas”, cuenta. Luego de egresar como profesora, Bárbara Figueroa hizo su práctica en el Liceo 1 y trabajó en establecimientos públicos y subvencionados en Maipú, Colina, Macul, La Pintana, Puente Alto y Santiago. El año 2005 decidió estudiar Psicología, en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, para complementar su carrera de docente. “Hice todos los ramose incluso mi práctica en el Hospital Calvo Mackenna, pero me faltó titularme y eso es algo que tengo pendiente”, asegura la dirigente. Fue en esa época que se convirtió en madre y el 2006 nació su hijo Joaquín. “Mi embarazo fue bien agitado porque Estudiaba, trabajaba y cumplía mis labores en el Colegio de Profesores. El trabajo de parto lo empecé en medio de una clase”, recuerda. Figueroa sostiene que ser madre no es una tarea fácil. “Siempre hay un poco de culpa y los sesgos de género no pasan por arriba de uno, porque culturalmente te van marcando. Pero tengo una red de apoyo significativa y el padre de Joaquín es muy presente y activo en la crianza, y eso se agradece infinitamente”, precisa la presidenta de la CUT. Además de su hijo “biológico y de las entrañas”, como lo describe, la dirigente tiene otros tres que aportó su pareja. “Son dos mujeres más grandes y un niño de die dos hemos logrado hacer este múcleo familiar maravilloso y hasido un gran aprendizaje”, explica.
Y agrega “esta relación me refuerza que nosolo se es mamá desde las entrañas, sino que uno también es madre en la entrega y en el amor a otros”. Para Bárbara Figueroa lo más desafiante en su rol de madre ha sido conjugar los tiempos y entregar momentos valiosos y de calidad a sus hijos. “Las demandas en el mundo sindical son siempre más allá de las capacidades humanas y siempre estamos desafiados a más, por eso es fácil perderse en esa responsabilidad.
Yo trato de privilegiar ciertos espacios, como son llevar a los niños al colegio por las mañanas y sacarles provecho a los ratos que tenemos juntos”, plantea Asimismo, lograr el equilibrio entre no caer en la sobreprotección de los hijos y construir una relación de confianza es otra preocupación para Bárbara Figueroa “Cuando uno es madre, los tiempos y la capacidad de entrega cambian radicalmente y eso implica adaptarse y no perder de foco lo que es más importante, y Joaquín es por lejos lo más importante en mi vida”, puntualiza la dirigente años, y entre toDesde que tiene uso de razón, la empresaria Rosario Navarro ha sido madre. Al ser la mayor de siete hermanos, siempre se sintió un poco mamá detodos, pero también porque su primera hija, Aurora, nació cuando tenía 21 años. Más tarde llegarían León (19), Beltrán (13) e Ismael (5) para completar la familia que formó junto a Sergio Coddou. “Es maravilloso ser mamá, pero soy de las que trabaja, y mucho.
Ellos han visto una madre presente, pero también muy activa y apasionada por lo que hago, que corre el día entero y que está metida en mil temas, Tengo la suerte de que mi marido trabaja desde la casa y hacemos buena dupla”, aclara. A pesar de tener una formación más humanista —es Licenciada en Estética de la Universidad Católica—, Rosario Navarro se mueve como pez enel agua en el mundo empresarial. En 2013 asumió como directora de Sonda, la empresa que formó su padre —Andrés Navarro— hace cuatro décadas.
Mástarde vinieron el cargo de consejera de la Sofofa, el directorio de ACTI y su emprendimiento Idemax Pero lo que a la empresaria másle apasionason los temas relacionados con educación, desarrollo de nuevas tecnologías, transformación de negocios e innovación. Al terminar la universidad trabajó por un tiempo en galerías de arte hasta que aterrizó en el mundo de la educación superior. “Estuve diez años en la Universidad Andrés Bello, primero en la vicerrectoríaaca- — démica, armando el área Desarrollo Web, y después en Marketing”, rememora. El siguiente paso fue la Fundación Chile, como directora del área de tecnología y educación, y el 2012 entró al directorio de los Colegios Dunalastair, Además de otras responsabilidades en fundaciones educacionales. Según Rosario Navarro, una de las principales preocupaciones como madre ha sido manejar el sentimiento de culpa. “Alguna vez me advirtieron que iba vivir con culpa siempre, pero una culpa conducida positivamente es un gran motor.
Me encanta trabajar y saber que tienes a los niños en la casa te hace volver, porque uno se puede quedar pegada en la pega eternamente”, reconoce Sien lasemana múltiples directorios, reuniones e incluso viajes copan su agenda, durante los fines de semana la empresaria se dedica por completo a su familia y comen juntos todas las noches. “Una de las cosas más difíciles que me ha tocadoes el cuestionamiento de otras madres que no están tan activas en el mundo laboral y que enjuician tu desempeño. A veces tu peor enemigo son otras mamás y eso es muy injusto”, reflexiona. Es por eso que Rosario Navarro se ha empeñado en criar hijos autónomos y en darles las herramientas para fomentar su independencia. “Soy de la teoría de que yo ya fuial colegio, entonces si les mandan tareas es para que las hagan ellos. Los ayudo si tienen dificultades, pero no soy una mamá helicóptero que revisa todo”, asegura. Por último, reconoce que con los años ha aprendido a ser humilde y a pedir ayuda cuando es necesario. “Creo que no existen malas madres, todas tratamos de hacer lo mejor que podemos. Veo quelas generaciones más jóvenes consideran la maternidad como una limitante para la vida profesional y en mi caso, nunca ha sido así”, fi-