Autor: Rosa Zamora Cabrera rosa.zamora@mercurio valpo.cl
Dura sequía hace que Olmué mire hacia el agua desalada
Las bases de su economía, el turismo, es la que genera la crítica escasez hídrica que registra Olmué -cuyo Parque Nacional La Campana es Reserva Mundial de la Biósfera desde 1985:-, a causa de la prolongada sequía que golpea al país, con particular intensidad a la Región de Valparaíso.
La información de que en algunos sectores vecinos adscritos a la cooperativa de agua potable estaban recibiéndola sólo 90 minutos al día puso otra vez el tema en el debate, ya que la comuna se abastece de aguas subterráneas, cuya disponibilidad estimada es punto de discusión, tanto como las fórmulas de solución a la crisis.
Una de ellas es un acuerdo para la compra de agua potabilizable suscrito en estos días por la cooperativa y los 12 sistemas de Agua Potable Rural (APR) con la empresa Aguas Pacífico, que impulsa el proyecto Aconcagua para desalar agua de mar en la bahía de Quintero y transportarla a razón de hasta mil litros por segundo hasta la zona de Chacabuco, para consumo humano, industrial, minero y agrícola, cuya tubería pasaría por Olmué y otras seis comunas. U na tensión en escalada que ronda peligrosamente una de PRESIÓN SOBRE LAS NAPAS “El problema del agua es grave y lo vemos de manera holística, no sólo desde la perspectiva del desarrollo turístico. En Olmué hay familias que no tienen agua ninguna hora del día, que deben abastecerse a través de camiones aljibe, y entre ellas hay emprendedores y servicios turísticos. El tema nos afecta a todos por igual”, declara la presidenta de la Cámara de Turismo de Olmué, Luigina Pruzzo. Luzgrady Hernández, gerente de la cooperativa de agua potable El Granizo, refiere que en 2010 se obtenía 70 l/s, flujo que a noviembre de este año se redujo a 431/s.
“El turismo y la población floCooperativa de agua potable y 12 sistemas de APR acaban de suscribir un acuerdo para acceder a ese recurso que la empresa Aguas Pacífico proyecta transportar desde la Bahía de Quintero hasta Aconcagua, pasando por la capital del folclor y otras seis comunas. Tante afectan el funcionamiento de estas APR, sobre todo en los hospedajes, cabañas y residenciales no declaradas como tales, por tanto no proyectadas. Si sólo fuéramos los habitantes permanentes, el servicio de agua potable sería suficiente.
El último fin de semana hubo unas 10.000 personas, sumadas a los 3.700 servicios que abastece esta cooperativa”. La escasez se extiende, dice, a los 12 APR existentes, y la situación es crítica en los sectores altos, “porque sólo reciben agua en camiones aljibe que aportan el municipio y la gobernación; al comienzo de esta sequía entregaban 200 lts.
Por persona, hoy son 50”. MIRAR HACIA PETORCA El presidente del Comité de Agua Potable Rural Las Palmas, Javier Otaegui, plantea que “estamos a tiempo de evitar una situación comola de Petorca si se toman las medidas apropiadas. El agua es un derecho inalienable de todas las personas. Y debe cubrirse primero que nada la necesidad potable. También entendemos que Olmué no se puede sostener en el corto plazo sin el turismo.
La agricultura y ganadería, al menos en nuestro sector, ya no son una fuente de ingreso estable”. La presidenta del Comité de Agua Potable Rural de Quebrada Alvarado, Claudia Toledo, en tanto, señala que el flujo promedio histórico en ese sistema era de 13 1/s, en tanto que “hoy alcanzamos los 10 1/s con las mismas fuentes, pero generándose una baja a 3,7 l/s en verano, que fue lo vivido en el período estival, con entrega de agua dos veces por semana en los sectores altos, lo cual sólo implicaba una hora para el llenado de los estanques, gracias a la ayuda tanto de la municipalidad como de la gobernación”. Lamentablemente, agrega, “no existen políticas públicas que Prioricen los litros por segundo para los comités o cooperativas que entregan un servicio vital que es el agua para consumo humano; también creemos en un desarrollo paralelo, pero ya es tarde y no aprendimos de Petorca.
Una vez más simplemente fuimos espectadores y no setomaron las medidas para no repetir la historia; esperamos poder revocar esta situación y desarrollar en conjunto con el gobierno de turno medidas a mediano plazo, ya que el consumo humano debe estar respaldado primero”. LA COMUNA MÁS COMPLICADA “Sin duda, la situación del agua en Olmué nos preocupa y ocupa, especialmente por ser la comuna de la provincia de Marga Marga más complicada en ese aspecto”, expone la gobernadora María Carolina Corti, quien reseña que junto al alcalde Jorge Jil y representantes de las APR se instaló una mesa del agua para abordar el problema, cuya mitigación se gestiona desde 2018 con Fondos de Emergencia del Ministerio del Interior y que desde enero se provee a través de la contratación de ocho camiones aljibe que reparten agua potable en diversos sectores de Olmué. Detalla que seis de ellos realizan entrega domiciliaria de 50 litros por persona, a cerca de 3.600 personas. Uno distribuye diariamente 50 mil litros de agua a la cooperativa El Granizo y otro la misma cantidad al APR Quebrada Alvarado, con un costo aproximado de $350 millones trimestrales.
“También se adquirieron estanques acumuladores de agua domiciliarios y comunitarios por más de $133 millones, y para 2021 ya se trabaja junto al municipio en la gestión de recursos para mantener la entrega de agua a través de camiones aljibe, y para mejorar la operatividad de los APR que requieren apoyo para abastecer a sus socios desde sus propios pozos”, resume.
MODELO COOPERATIVISTA Y SISTEMAS APR REQUIEREN MAYOR APOYO no ha fracasado, pero sí requiere un apoyo mayor, dado que siempre existen falencias técnicas que no pueden ser abordadas con los recursos que ellos disponen”, señala el alcalde Jorge Jil a propósito de la sustentabilidad del sistema de APR y cooperativas que usan aguas subterráneas para abastecer a la población de Olmué.
“Creo que el objetivo a nivel normativo - institucional ha sido robustecer a las organizaciones, pero el problema no se soluciona sólo con eso, sino que debe existir un círculo virtuoso entre el sector privado, público-estatal y municipal. No podemos endosar toda la responsabilidad a cooperativas y comités, porque existe un factor climático variable. Creo que todos los modelos son factibles de implementar siempre y cuando se adapten a cada realidad”, agrega.
Respecto de la información difundida por una de las uniones comunales de Juntas de Vecinos en el sentido que en algunos sectores los vecinos adscritos al sistema están recibiendo 90 minutos de agua al día, mientras en otros se abastecen de camiones aljibe, precisa que “muchas personas han advertido respecto al problema, pero pocos nos hemos hecho cargo. La sequía en la comuna se arrastra ¿ ¿ 5 iento que el modelo cooperativista y de los comités desde hace 10 años.
Debemos buscar fuentes de abastecimiento, dado que nuestro acuífero se ha visto muy afectado”. El jefe comunal detalla por otra parte que solicitó mayores recursos a la Gobernación Provincial y al Ministerio del Interior para aumentar la cantidad de m3 que se entregan a la comunidad.
“En resumen, se ha hecho un trabajo importante, que esperamos nos permita enfrentar lo mejor posible el verano”. Sobre el acuerdo suscrito por las organizaciones de gestión del agua potable con Aguas Pacífico para acceder a agua desalada potabilizable que esa compañía trasladará desde Quintero hasta la zona de Aconcagua, plantea que “los comités y cooperativas han entendido que la solución a la escasez hídrica no es sólo de ellos, y así también lo entendemos nosotros como municipio.
Valoro que exista la oportunidad de dialogar y buscar opciones viables; por eso, si logramos superponer el bienestar comunal por sobre el interés particular, creo que podremos superar esta crisis, pero necesitamos el apoyo de todas y todos, sin distinguir color político o ideología”. Finalmente, con respecto a la solución definitiva para el abastecimiento seguro de agua en la comuna, Jorge Jil señala que es difícil plantear una única solución, “pero concluyo que nuevos suministros, la diversificación de la matriz, además del uso racional del recurso son la clave. Lamentablemente, como municipio no tenemos recursos para desarrollar de forma directa algún proyecto que dé respuesta a la falta de agua en la comuna.
Sé que algunos piensan que aumentar el área de concesión sanitaria a Esval incorporando a Olmué podría ser la solución, pero no veo que ello sea aplicable al corto o mediano plazo, más bien creo en el modelo actual, pero con mayor apoyo técnico y de gestión”. De Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas indica que “efectivamente existe un déficit de producción en el sistema de agua potable, no obstante se han hecho los esfuerzos para mitigar esto y se están analizando algunas alternativas para lograr la seguridad de abastecimiento a largo plazo”. Mientras tanto, agrega, el organismo “ha contribuido con la construcción de cuatro pozos en 2019, que permiten el refuerzo de una de las impulsiones existentes.
Además, expropió terrenos donde existía un antiguo pozo que era usado por particulares, que ahora será explotado por la cooperativa El Granizo para la producción de agua potable”. ACUÍFEROS, SEQUÍA Y GESTIÓN DEL AGUA ¿ Pero son viables los sistemas de cooperativas O APR cuando los acuíferos no recargan o se requieren inversiones que están fuera del alcance de estas entidades? ¿ Puede sostenerse una comuna turística como Olmué con esta factibilidad de agua? Claudia Toledo piensa que la baja capacidad del acuífero en recargarse y la nula restricción en la construcción de pozos profundos, “nos lleva a una crisis casi irreversible si las lluvias no acompañan año a año”. Agrega que “a nosotros, como APR, el turismo nos sacude fuerte, ya que quienes vienen no tienen la conciencia de quienes viven de forma permanente. Hemos aprendido por necesidad aser eficientes en el uso del agua, a no desperdiciarla eincluso areciclar en muchos hogares. Falta mucha educación y empatía.
Nadie puede negar que el turismo mueve la economía de la comuna, pero debemos lograr un equilibrio para el desarrollo de ambos”. Luzgrady Hernández: “Sin duda que las cooperativas son viables en su estructura, el tema aquí es la escasez hídrica que ha afectado a moros y cristianos. La recarga de acuífero también ha complicado a sanitarias de la región, como Esval, que han informado que aseguran el agua hasta el 2021.
También ellos en la comuna de Limache llenan estanques con camiones aljibe”. Luigina Pruzzo discrepa en parte de ese análisis, y opina que aparte de la escasez hídrica y sequía, “hay una débil gestión por gran parte de las APR.
Problemas internos, inversión tardía o insuficiente, falta de planificación, entre otros, y eso no se puede desconocer”, como tampoco la responsabilidad del Estado, “ya que este tema se veía venir hace más de 30 años”. Dice que para la Cámara de Turismo el problema del agua es un foco prioritario, que la entidad fomenta inversiones para el uso eficiente del recurso y apunta a una actividad de intereses especiales, que entienda y respete a la comunidad y al medioambiente, asumiendo que en lugares con la fragilidad ambiental de Olmué no se puede ni se debe fomentar el turismo masivo. “En eso soy categórica.
No debemos apuntar hoy a tener más o nuevas inversiones turísticas, sino que a solucionar el grave problema de la sequía y el cuidado medioambiental, tema que no es menor, entendiendo que somos núcleo de la Reserva de la Biósfera y tenemos especies endémicas que proteger.
Además de asegurar, como prioridad, el abastecimiento de agua a toda la comunidad”. La dirigente del turismo también cree que en Olmué “hay un gran número de establecimientos informales y viviendas de veraneo en arriendo, que no entregan ninguna seguridad en sus buenas prácticas”, por lo que es muy importante diferenciar entre el turismo formal y servicios informales. DOS MIRADAS DISÍMILES Para la concejal Sonia Muñoz (RN), las restricciones en el suministro de agua no son nuevas, en especial en los últimos años, en que el recurso escasea cada vez más. “Es verdad que el agua se da por horarios avisados” en algunos sectores y que en la parte alta el abastecimiento se realiza con camiones aljibe, indica. “El problema no es de ahora, es de siempre. Han hecho pozos de 150 metros y sale un hilo de agua, la gente está llenando de hoyos por todos lados. Pero tampoco es que no haya agua para tomar, porque existen horarios y se está entregando agua mediante camiones por parte de la gobernación y de la municipalidad. Por eso mismo, conversamos con la empresa que va a transportar agua desalinizada” desde la Bahía de Quintero, complementa.
Una visión totalmente distinta tiene el concejal Pablo Altamirano (independiente/PS), quien se ha dedicado por más de 20 años a la radiestesia o práctica tradicional orientada a la búsqueda de aguas subterráneas, quien dice que el acuífero de Olmué “está deshidratado pero aún tiene recursos hídricos”; se plantea contrario a la gestión del agua por empresas privadas con fines de lucro y atribuye la situación presente tanto a la sequía hídrica como a “una mala administración del agua, poco solidaria y poco equitativa”. El edil sostiene que para la población en general un l/s significa entregar 864 Its. Diarios para cien familias en forma permanente, de modo que organizaciones que tienen 43 l/s deberían proveer a 4.300 familias, o si extraen 11 1/s tendrían que hacerse cargo de mil.
Pero, dice, el consumo normal cuesta más barato que el que pagan los usuarios que utilizan más agua -en el caso de Olmué localizados en el centro y la parte baja-, y se pregunta a qué clientes conviene más abastecer, de lo que concluye que “el agua está siendo mal distribuida”, a la vez que menciona el caso del APR Cajón Grande, cuyos usuarios, enfrentados a restricción de agua, acordaron un máximo de 10 metros cúbicos al mes a distribuir a cada familia.
Altamirano está en contra de comprarle agua desalada al proyecto Aconcagua porque dice que en un 80% es para uso minero y viabilizaría el mega proyecto Andina, que de acuerdo a sus datos implicaría una generación de material particulado tal que convertiría ala región en una zona “No tenemos otra vía de desarrollo que el turismo, ya que producto de la sequía la agricultura y la ganadería están en jaque y a punto de desaparecer, ¿pero vamos a hacer turismo con proyectos industriales pasando por el centro de la Reserva Mundial de la Biósfera? Si hay que traer agua desalinizada, lo podemos hacer, pero a través de una sanitaria municipal, de una cooperativa o una mesa de los APR y los costos los pagaremos nosotros”, postula.
Lo mismo en el caso de que Esval entrara a operar en la zona utilizando agua del embalse Los Aromos, “que fue construido con recursos fiscales y es de todos los chilenos, de modo que como ciudadanos tenemos derecho de acceder a él y nosotros, con las organizaciones de la comunidad, nos encargaremos de llevar el agua”, hacia los sectores altos de la comuna. MEDIANO Y LARGO PLAZO Las soluciones a mediano y largo plazo son complejas.
Para LuzGrady Hernández “una podría ser la carretera hídrica de la que tanto se ha hablado; también está Esval, donde es el Estado el que debe invertir, según se ha señalado en varias reuniones”, o la opción del agua desalada del proyecto Aguas Pacífico.
Para Javier Otaegui la crisis no se resuelve explotando más las napas o mantos acuíferos, ya que con eso “sólo logramos secar más el bosque y degradar el cerro”. Habría que esperar la retirada del Fenómeno La Niña y el regreso de las lluvias -panorama inciertoo buscar otra opción, que sería acceder al agua desalinizada, siendo rigurosos con los protocolos de la Reserva de la Biósfera, “pero entendiendo que es una solución para mantenernos con agua y llevarla a sectores que no tienen”. Pablo Arellano plantea derechamente acceder al agua del vecino valle del Río Aconcagua, “que maneja un promedio de 14 mil 1/s mientras que Olmué, para el consumo de todos sus habitantes, necesita sólo 180 l/s”, que se pueden transportar por gravedad desde la altura de El Romeral, a 400 metros sobre el nivel del mar, hasta Olmué, cuya plaza está a 150 msnm, por un costado del ya existente Canal Waddington. “Otra opción es construir una batería de pozos en el acuífero. Tenemos un presupuesto municipal de $5.300 millones. Si destináramos sólo 5% podríamos hacerlo”, asegura. Claudia Toledo, por su parte, piensa que a mediano plazo lo más concreto es el recurso desalado de Aguas Pacífico.
“A largo plazo, esperamos una reforma al Código de Aguas, que nos entregue la garantía de poder abastecer a todos nuestros vecinos, en condiciones dignas y permanentes”. Para Luigina Pruzzo, “tenemos que ponernos de acuerdo en lo que queremos y cuáles son las alternativas, ojalá más de una y que las decisiones se tomen en casa, que no vengan impuestas. Debemos fortalecer urgente las APR, invertir en nuevos pozos y asegurar un mínimo de abastecimiento de agua a toda la población.
También darle una solución definitiva a la ineficiente planta de tratamiento, pudiendo reutilizar esa agua”. Por otra parte, añade, “hay que ver si la compra de agua a Esval es tan factible y segura, entendiendo que la región en su totalidad tiene problemas hídricos. Y con respecto al proyecto de la planta desalinizadora aún genera algunas dudas y opiniones divididas, como que abastecerá a la minería como prioridad, pero a la vez se vislumbra como una solución definitiva”.