Autor: JORGE NÚÑEZ
Confeccionan mapa de riesgos geológicos en la región de los RIOS
El terreno de relleno que abunda en las zonas costeras representa un riesgo latente por su inestabilidad cuando es sometido a las fuertes lluvias.
Con el doble récord como la ciudad más lluviosa del país y la que sobrevivió al terremoto más poderoso registrado alguna vez en el planeta, Valdivia y toda la Región de los Ríos quieren protegerse de cualquier nueva sorpresa.
En lo inmediato, el Sernageomin trabaja en la nueva “Zonificación de Áreas Expuestas a Peligros de Remoción de Masas”, que busca identificar todas las zonas de posibles derrumbes, avalanchas e inundaciones que pongan en peligro vidas humanas e infraestructura clave.
Alfonso Domeyko, director nacional del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), explica que “la nueva cartografía de peligros y planes de emergencia, es fundamental para que las comunidades locales conozcan los peligros geológicos en su entorno, planifiquen medidas de mitigación y se preparen en caso de eventos de remociones en masa, tan característicos de la zona”. Lo que hace precaria la ubicación de Valdivia, Corral, Curiñaco y otras localidades costeras, es que se encuentran construidas sobre el relleno que los ríos han dejado Las zonas pintadas en rojo representan un riesgo alto de remoción de masas, y en color amarillo se grafican las que presentan un riesgo moderado. “Se utilizarán fotografías satelitales capaces de captar 12,5 metros cuadrados por píxel”. Alejandro Alfaro. Geólogo del Sernageomín. Desde derrumbes de cerros hasta inundaciones al paso de los milenios. Si a eso se suma la subsidencia, nombre que recibe el hundimiento del terreno, el resultado es que hasta la loma más indefensa se puede volver inestable y derrumbar. La preocupación es que muchas de las casas que aprovechan las espectaculares vistas, fueron levantadas en este tipo de cerros. Bien lo sabe Carlos Johnson, director regional del Sernageomín, quien detalla que aunque la zona de Corral y Niebla son las más críticas, otras ciudades de Los Ríos también enfrentan peligros afuera de sus puertas. “Aún es muy pronto para que todos esos miles de kilómetros cuadrados de terreno que se hundieron para el año 60 se asienten sobre la roca madre.
También están los cerros que quedaron fracturados y cuya situación se agrava con cada gran lluvia, porque el agua es una fuerza muy potente”. Ahí pesan los 1.754 milímetros que según de Dirección Meteorológica precipitan cada año sobre la zona urbana más poblada de la región. Es tanto, que incluso sin terremoto de por medio, podrían volver a bloquear la desembocadura del lago Riñihue, tal como ocurrió en el terremoto de 1960 y en el del 16 de diciembre de 1575. Hacia el interior, Futrono, a orillas del lago Rango, también está en la mira de los geólogos. Para levantar los datos Alejandro Alfaro, profesional en terreno del Sernageomín, explica que se utilizan fotografías satelitales digitales capaces de captar 12,5 metros cuadrados por píxel.
“Otros medios que nos permitirán captar imágenes aún más detalladas son la fotografía aerofotogamétrica, captada desde aviones a gran altura y el uso de equipos GPS, capaces de medir en tiempo real los desplazamientos de terreno en cerros y otras estructuras geológicas de la zona”. La información será compartida para que los municipios preparen planes de evacuación más completos y detallados de las posibles áreas afectadas, así como también con la Dirección de Vialidad, encargada de mantener las rutas de abastecimiento abiertas ante cualquier eventualidad. El costo total del nuevo mapeo será de 158 millones pesos y deberá estar listo antes de fin de año.