La eficacia de la telemedicina en el tratamiento del cáncer
Juntos contra el cáncer ATENCIÓN OPORTUNA Y SEGURA: Los pacientes oncológicos tienen en la telemedicina una herramienta útil para avanzar en su proceso de diagnóstico o tratamiento, y así no postergar el cuidado de su salud cuando hay circunstancias que limitan el acceso a una atención presencial. Sabía si el doctor me iba a escuchar o entender”, cuenta Ana María Wolchkovich, sobre la inquietud que le provocaba su primera consulta por telemedicina.
Como no tiene celular, usó el teléfono de su hija, quien la ayudó a hacer la conexión, y así sacó adelante esa videollamada que fue el punto de partida para concretar el tratamiento para su cáncer de endometrio. Le habían dado el diagnóstico en enero, pero a la espera de recibir tratamiento llegó la pandemia, que limitó las posibilidades de atención. Esto la obligó a buscar y en mayo pidió una hora de telemedicina en FALP, para la que se preparó bien. “Tenía una carpeta con todos los antecedentes de mi enfermedad”, dice. Para el Dr. Sebastián Ramírez, jefe del Equipo de Cirugía Oncológica Ginecológica de FALP, la telemedicina también era una novedad. Ana María fue su primera paciente por este sistema. “Con sus antecedentes reunidos, pedí algunos exámenes complementarios y le expliqué que probablemente habría que operarla, pero antes era necesario estudiarla en una consulta presencial”, cuenta. Con los exámenes requeridos ya realizados, Ana María volvió a ver al Dr. Ramírez pocos días después, esta vez en persona. En paralelo, se hicieron las gestiones para que pudiera costear el tratamiento con 11 E staba muy nerviosa, no FALP Dr. Sebastián Ramírez, Noemí Espinoza, a E Dr. Inti Paredes, Ana María Wolchkovich, jefe del Equipo de gerente de T.l. De FALP. Coordinador de paciente FALP. Cirugía Oncológica Telemedicina FALP. Ginecológica de FALP. Ayuda de beneficencia otorgada por tan urgente es una evaluación las personas con cáncer que deben FALP. El 10 de junio, a menos de un mes de su consulta virtual, se sometió a cirugía para extirpar el tumor. Este testimonio manifiesta la eficacia de la telemedicina en la atención oncológica. Para que cumpla su objetivo, esta herramienta debe ser utilizada en el momento correcto del proceso de cada paciente —de acuerdo con sus necesidades particulares—, en alternancia con consultas presenciales cuando el médico lo indique. Para Ana María, fue la instancia que permitió iniciar —en condiciones seguras y sin más postergaciones— el proceso que la llevó a recibir el tratamiento requerido.
“La telemedicina es una buena forma de orientar al paciente, ver qué Consejos para el exito de su teleconsulta: Confirme que su dispositivo (computador, tablet o teléfono) cuenta con suficiente batería y conexión adecuada a internet, Si puede, pruebe previamente la conexión y el sistema que se utilizará para la teleconsulta. Descárguela en su teléfono o tablet antes de iniciar la E Si se atenderá a través de una aplicación móvil, teleconsulta. Busque un lugar apto para la teleconsulta: silencioso (baje el volumen de la radio o TV, cierre la puerta si requiere privacidad) e iluminado, para que el doctor pueda verlo bien. Tenga lápiz y papel para anotar las indicaciones y recomendaciones que reciba durante la atención. Reúna los resultados de exámenes e informes que se le han solicitado. Si están en formato digital (PDF o foto), téngalos a mano para poder enviarlos a quien lo atenderá o mostrarlos a través de su pantalla. Prepare la lista de enfermedades o condiciones de salud que le han diagnosticado. Anote las principales dudas y preguntas que desee realizarle al especialista, así como las molestias que ha sentido. A Haga una lista de medicamentos que usa actualmente. Fuente: www.cens.cl presencial y avanzar en su atención, disminuyendo las instancias de desplazamiento. Además, permite concretar una consulta con un especialista en cáncer que a veces se ve lejana, especialmente en estos tiempos en que el foco de los centros de salud está puesto en el Covid-19. Las secuelas de postergar la atención cuando hay un cáncer no son menores. En el caso de Ana María, que llevaba meses esperando resolverse, era necesario operar a la brevedad para no alterar el pronóstico de la enfermedad”, afirma el Dr. Ramírez. Noemí Espinoza, gerente de T.l.
De FALP, afirma que la telemedicina se ha convertido en una herramienta digital esencial en estos tiempos, y que prueba ser especialmente útil para iniciar o dar continuidad a sus terapias, considerando que un porcentaje de ellas se encuentra inmunodeprimida. “Ha permitido disminuir significativamente las visitas a los centros asistenciales, reduciendo fuertemente la probabilidad de contagio. Además, los pacientes de regiones e internacionales también se ven beneficiados al no tener que trasladarse. La masificación de los servicios de telecomunicaciones ha facilitado que en pandemia se adopten nuevos canales y servicios, y no hay duda de que cambiará la forma en que vivimos.
Es una inmensa alegría ver casos como el de Ana María, en que la telemedicina rompió las barreras que a veces se presentan para recibir una atención oportuna y de calidad”. Telemedicina en FALP Pacientes junio O Telemedicina 61% de los pacientes que se han atendido por Telemedicina son Fonasa O Pacientes RM O Pacientes regiones Pacientes internacionales LA CLAVE DEL ÉXITO El Dr. Inti Paredes, coordinador de Telemedicina FALP, afirma que la atención remota de salud requiere de fuentes que alimenten de información al médico para robustecer su capacidad de resolución.
“El éxito de un caso depende de que el doctor tenga los insumos necesarios —informes de exámenes, imágenes, etc. — para tomar 0 Consulta presencial Pacientes por especialidad Oncología médica 0 (quimioterapia) + Hematología 0 Cirugía oncológica O Otras especialidades 96% de los pacientes volvería a atenderse por Telemedicina, de un universo de 1.331 personas consultadas decisiones.
Esa es la clave para una buena telemedicina y va a obligar al sistema de salud a integrarse; a generar una interoperabilidad que facilite el acceso en línea a toda la información que existe sobre un paciente, independiente de en qué centro se haya atendido. Cuando eso suceda, el poder de la telemedicina va a ser enorme”, comenta. EDUARDO VERA S.
Presidente del directorio del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) TELEMEDICINA Y SU IMPACTO EN LA ERA POST COVID-19 La presión a la que están sometidos los sistemas de salud en la pandemia demuestra que el uso de tecnologías de información es una necesidad imprescindible. Antes de la Covid-19, era difícil pensar que la incorporación de innovadores desarrollos en este sector se diera en forma acelerada. La oportunidad surge hoy pues tales cambios son un desafío urgente.
En Chile, dos cosas han quedado demostradas: primero, que el país dispone de una calidad de atención médica y de personal de primer nivel, ya que su labor ha sido admirable; y segundo, que la crisis de la salud es resultado de una demanda a la que no es posible responder de la forma tradicional. Necesitamos, entonces, reducir significativamente la demanda que satura a los hospitales y trasladar esfuerzos a una atención primaria con acceso remoto a especialistas, mediante plataformas que diagnostiquen tempranamente y den seguimiento preventivo a los pacientes. La telemedicina tiene el potencial para reducir las brechas en calidad y acceso, contribuyendo a un sistema de salud notablemente más eficiente. No cabe duda de que, si el país logra desplegar las nuevas capacidades tecnológicas disponibles, disminuirían la cantidad de derivaciones y las listas de personas esperando por una operación en los hospitales. La evidencia demuestra que los mayores costos de la salud obedecen al pequeño porcentaje de usuarios que llega a un estado grave y requiere atenciones complejas. Un enfoque preventivo puede reducir este impacto.
Para ello, la telemedicina y el uso de sensores y dispositivos para el monitoreo en tiempo real —que conecten a equipos médicos con el paciente y su entorno— permitirían una salud pública de más calidad y menor costo. Los consultorios están inmersos en el territorio, cerca de los ciudadanos, y quienes allí se desempeñan conocen mejor que nadie la realidad. Fortalecer sus capacidades preventivas, con herramientas tecnológicas, reduciría la demanda sobre los hospitales, con menores costos y mayor acceso, mejorando las estadísticas y el conocimiento de salud de la población. Desde el CENS (organismo impulsado por Corfo), diversos proyectos —fruto de la activa colaboración de académicos de las cinco universidades que lo integran— han demostrado que no es la tecnología la piedra de tope. Entre otros avances: sensores para viviendas de la tercera edad en la U. De Valparaíso; plataformas para atención remota de especialistas en las universidades de Talca y Concepción; y un reciente proyecto ANID para detectar neumonía por Covid-19, con inteligencia artificial, en la U. De Chile. El desafío es hacer escalables las soluciones, romper barreras culturales que den espacio a nuevas ideas y vincular a la academia, la iniciativa privada y el Estado en ese camino. En Chile, disponemos de ciencia e innovación de muy alta calidad, pero generalmente ésta llega solo al nivel de prototipos. Lo que falla es el apoyo para el escalamiento a pilotos y luego la necesaria inversión requerida para su comercialización y adopción masiva. El contexto actual nos empuja como nunca a dar el salto. No es fácil tomar riesgos, especialmente en salud, pero cuando nos vemos superados, nace con fuerza la demanda por nuevas fórmulas más eficaces. Es una oportunidad única que tenemos la obligación de aprovechar.