Autor: ILUSTRACIÓN: Francisco Javier Olea
QUISQUITO
CARACTERÍSTICAS Perteneciente al género Eryosice, el más diverso de las cactáceas chilenas, con más de 50 especies, el quisquito, o Eryosice subgibbosa, debe su nombre común a otra especie muy conocida que también crece en Chile central: el quisco (Leucostele chiloensis). Pero este tiene una forma muy diferente.
“El quisquito es un cactus globoso (con un hábito de crecimiento más bien esférico), de menor tamaño y con flores fucsias, mientras que el quisco crece de forma columnar y ramificada, con grandes flores blancas”, explica Beatriz M.
Meriño, botánica e investigadora doctoral de la Universidad de Concepción y del Instituto de Ecología y Biodiversidad Su epíteto específico, subgibbosa, se refiere a la forma del cactus, con costillas delgadas cubiertas con abundantes espinas muy finas.
Pero son sus flores fucsias uno de sus rasgos más distintivos. "Esto es muy poco común en el resto de cactus chilenos”, dice Meriño. "Además, la flor es del tipo tubular, en donde los tépalos internos se curvan casi cubriendo toda su partereproductiva.
Esto está muy relacionada con un grupo de polínizadores bastante conspicuo: los picaflores, lo que nos da a entender que esta especie de cactus es una de las pocas en Chile que son polinizadas por picaflores”. Un aspecto importante sobre este cactus, agrega la investigadora, es que tradicionalmente se consideró a Eryosice subgibbosa como una especie de amplia distribución y que contenía al menos acinco subespecies o variedades.
“Pero en la actualidad, la evidencia molecular señala que Erposice subgibbosa no es un complejo de especies, sino que cada una de esas distintas entidades taxonómicas corresponde a una especie particular, cada cual con una historia evolutiva única y compleja”, aclara. DÓNDE OBSERVARLO El quisquito tiene una extensa distribución que va desde la Región de Valparaíso hasta el Biobío. “Es posible observarlo en sitios como Laguna Verde (Valparaíso) y Punta de Lobos (Pichilemu), o en su distribución más austral, que son los afloramientos rocosos de la desembocadura delo en Hualpén. Algunos crecen casi colgando en los acantilados”, detalla Meriño. Sin embargo, ninguna de sus poblaciones se encuentra resguardada en un área protegida del Estado.
“En la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) está clasificada como las ropa de menor, puesto que al momento de realizar la evaluación se consideraba a Eryosice subgibbosa como una especie con muchas subespecies y variedades, las que se distribuían extensamente.
Pero urge actualizar su ficha, ya que se requieren medidas inmediatas para evitar su extinción”, afirma Según la investigadora, el cambio climático, los incendios forestales y la destrucción de hábitats por cambios de uso de suelo son algunas de sus amenazas. Sin embargo, agrega, esta especie enfrenta otro problema menos conocido, pero que tiene el potencial de auge del cultivo de suculentas.
“Probablemente por lo llamativo de estas plantas y sus flores es que se han visto sometidas a la extracción ¡ legal de su hábital, lo que no solo afecta a sus poblaciones, sino que también pone en riesgo la persistencia de la especie, puesto que la extracción de individuos compromete procesos biológicos fundamentales para su persistencia a largo plazo. Lo lamentable de esto es que, debido a las características propias de Eryosice subgibboso, la extracción de plantas del hábitat ocasiona la muerte del cactus.
Hay que recordar que la extracción de cactus es una práctica ilegal de acuerdo con la ley del Bosque Nativo y Formaciones Xerofíticas, y que siempre debe ser denunciada”. IN Endémica de Chile central, esta especie de ¡ ctus enfrenta una amenaza aún poco conocida, pero que tiene el potencial de extinguirla: el auge del cultivo de suculentas.