Autor: FABIÁN LLANCA
Asesinato de Portales es revisado en libro que cuestiona la historia oficial
Documentada publicación de Gonzalo Serrano Perder amor, ganar odio Diego Portales terminó siendo un dolor de cabeza para su propio gobierno, lo que a la larga determinó su asesinato, atribuido generalmente al impulso del coronel Vidaurre y al de su hijastro, el teniente Santiago Florín, pero que el libro lo vincula con la necesidad de salvar el régimen del mandatario José Joaquín Prieto.
“Según Maquiavelo, “el príncipe debe hacerse temer de modo que si no consigue ganarse el amor evite el odio”; en el caso de Portales, pasó de ser temido a odiado; por eso, no me lo imagino muriendo de viejo: tarde o temprano lo habrían asesinado”, asegura Gonzalo Serrano. El crimen de Portales remeció a la sociedad chilena y motivó obras artísticas, como esta acuarela de Pedro Subercaseaux. ES as hay en la cara, el pecho y el vientre; he contado hasta treinta y cinco, fuera de algunas contusiones superficiales.
Varian en extensión y gravedad: dos fueron hechas con armas de fuego, la mayor parte por bayonetas y algunas me han parecido estocadas”. El médico que realizó la autopsia al cadáver de Diego Portales detalló la cantidad y características de las heridas que el político y comerciante chileno sufrió al ser asesinado por militares rebeldes en la madrugada del 6 de junio de 1837 en el cerro Barón de Valparaiso.
El exhaustivo informe forense trascendió la contingencia de la naciente república y fue uno de los documentos incorporados al juicio posterior al homicidio del, en ese entonces, ministro del Interior, Exterior, Guerra y Marina del gobierno conservador de José Joaquín Prieto.
La acumulación de poderes en una misma persona comenzó a generar anticuerEl volumen concluye que el político y comerciante fue víctima de sus propios errores, que terminaron con él acribillado en el cerro Barón de Valparaíso. pos y a incubar un desenlace violento y sangriento.
El contexto social y político del crimen es la base de ¿ Quién mató a Diego Portales?, libro que Gonzalo Serrano acaba de publicar bajo el sello RIL y que representa una revisión de la controvertida figura del líder de los estanqueros, ultimado por un grupo de uniformados sublevados liderados por el coronel José Antonio Vidaurre, apuntado como el autor intelectual del asesinato. Uno de los elementos que el autor pone en la mesa es la declaración de guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, conflicto magnificado por La Moneda y resistido por la oficialidad militar por artificial e intencionado.
Esas sospechas, según el autor, “resultan comprensibles cuando uno revisa las estrechas conexiones entre Portales y las casas comerciales que proveían de armamento al Ejército, así como también con los intereses económicos del ministro en el norte y los beneficios que reportaban a él y a las casas comerciales a las que estaba ligado mantener a Valparaíso como puerto de preferencia frente al Callao”. Podría decir que Portales se la buscó? -Si. Durante los últimos años de su vida comenzó a actuar solo, de manera despótica y arrogante. Según se cuenta, le habían advertido que debía desconfiar de Vidaurre y que, además, el viaje a quillota a pasar listas a las tropas podía implicar problemas. Sin embargo, era tanta la confianza en sí mismo que desoyó estos rumores y emprendió un viaje sin retorno. Lector cumplirá las expectativas generadas por el título del libro, que supone una respuesta? -Siempre uno escribe con las esperanzas de cumplir las expectativas del lector.
En mi caso, prefiero que el lector quede con más preguntas que con respuestas, no solo relativas a la muerte de Diego Portales, sino también a otros acontecimientos y personajes respecto de los cuales nos hemos conformado con el relato del manual de historia.