Autor: Isabe L LAMOLITATTE
Piloto del F-22A cuenta cómo es manejar el avión más rápido del mundo
El mayor Joshua Gunderson es instructor de vuelo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos )) “Llevo 14 años piloteando aviones. Para mí es tan normal como conducir un coche” Joshua Gunderson | mayor Joshua Gunderson (35 años) llegó a Chile piloteando un F-22A Raptor. Demoró 11 horas desde la base aérea Langley-Eustis en Hampton, Virginia, hasta Santiago. Dice que viajó lento, a 700 kilómetros por hora, debido a que el avión que lo acompañó para suministrarle combustible venía a esa velocidad. “El F-22 puede desplazarse a dos veces la velocidad del sonido”, explica. Gunderson habla español perfectamente. Es el idioma que utiliza para comunicarse con su madre y abuelos maternos, inmigrantes cubanos que llegaron a Florida en 1966. El nació en 1987 y alos 17 años ingresó a la academia de la Fuerza Aérea, en Colorado. “Desde el 2008 estoy volando aviones”, cuenta el oficial, que primero se especializó como piloto del F-15C Eagle. En el 2014 hizo el curso para pilotear el F-22A Raptor. Luego pasó cinco años en la base aérea de Alaska. En la actualidad, con más de 1.700 horas de vuelo, dirige el equipo de demostración del avión y supervisa su mantención. Además, es instructor de vuelo. En la Fidae, Gunderson realiza a diario un vuelo de exhibición de 18 minutos. Es uno de los momentos más esperados de la feria por las piruetas que hace este avión monoplaza de quinta generación, que sólo está presente en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Todos los días realiza demostraciones en la Fidae, que estará abierta hasta el domingo 10. “Es el avión de combate más avanzado del mundo. Hace maniobras que ningún otro puede hacer”, dice el oficial. Gunderson ingresó a la Fuerza Aérea el 2008. "Es más fácil de pilotear este avión que el F-15, tiene computadores que te ayudan a maniobrar mejor. Es el avión de combate más avanzado del mundo. Hace maniobras que ningún otro puede hacer y posee un radar capaz de detectar cualquier otra aeronave. En cambio, es muy difícil que los radares enemigos lo puedan detectar”, describe. - ¿ Es cómodo por dentro? -La cabina es más chica que el F-15. Pero ya me acostumbré. Tengo un paracaídas en el asiento y en caso de peligro debo accionar la cabina para eyectarme. Lo máximo que he volado son 12 horas seguidas. Fue en el Medio Oeste, durante la guerra contra Irak (2003). Fue una buena experiencia y un honor poder ayudar a mis compañeros.
El F-22 transporta ocho misiles y diferentes bombas. tienes que pilotear el avión y manejar el armamento al mismo tiempo. -¿ No se marea cuando hace las piruetas? -No (ríe). Con mucho entrenamiento se logra controlar eso. Llevo 14 años piloteando aviones. Para mí es tan normal como conducir un coche. Aunque estoy en la base de Virginia sigo entrenando a diario. Debo estar preparado por si se requieren mis servicios. La mantención Un equipo de 14 personas acompaña los dos F-22A presentes en la Fidae. El sargento Fernando Llamas es uno de ellos.
Está encargado de mantener los sistemas de comunicación, navegación y superficies de control de vuelo. '"Es un avión fabricado en Estados Unidos, que es tan sofisticado e integrado, que nuestra Fuerza Aérea no ha querido nunca compartirlo con otros países”, señala. - ¿ Cuánto pesa el avión? -Alrededor de 64 mil libras (casi 30.000 kilos). Nuestros dos motores pueden producir en conjunto hasta 32.700 kgs de fuerza. En teoría el avión pesa menos que la potencia que puede alcanzar. Por eso es tan rápido. Su rol primario es proteger los espacios aéreos de Estados Unidos. Antes de trabajar en el F-22 hice un curso de ocho meses y he aprendido muchísimo en la práctica. Es como cuando te gradúas en la universidad, siempre vas a aprender más en la práctica.