Autor: Ricardo Retamal Ortiz/ Abogado, Magister UC
CONTRAPUNTO A LA GIRA PRESIDENCIAL
Tras su reciente visita a Canadá y Estados Unidos, donde participó en la reunión de Jefes de Estados, en el marco de la Cumbre de las Américas, que se realizó recientemente en Los Ángeles, California, el presidente Gabriel Boric destacó que a “Chile se le abren muchísimas oportunidades de cara a los desafíos del mundo.
Lo que hemos transmitido tanto a las empresas canadienses, estadounidenses, como a todos los que han querido conversar con nosotros, es que Chile es un país atractivo, porque está profundizando su democracia”. En una de las jornadas de la Cumbre, Chile impulsó una declaración, que contó con el patrocinio de otros ocho países del hemisferio, para proteger los océanos. En la ocasión, el presidente Boric, omitió la presencia de John Kerry, que estaba representando a la Casa Blanca, lo que obligó al Jefe de Estado chileno, a rectificar sus dichos, para superar el impasse. Sin embargo, mientras se realizaba esta Cumbre en Los Ángeles, una grave situación se producía en Chile. Una grave contaminación vulneraba a las poblaciones de la zona de Quintero.
Según los informes, el pasado 6 de junio, la norma de emisiones permitidas fue superada cinco veces sobre lo que se considera normal, lo que hizo que en la mañana de ese día y los siguientes, un par de cientos de personas, entre estudiantes, adultos y adultos mayores fueran víctimas de estas emisiones con distintos signos de síntomas y malestares. La zona afectada, conocida como zona de sacrificio, arrastran una contaminación por más de cinco décadas. Hoy ha pasado una vez más. ¿Hasta cuando sucede esta inequidad que vulnera gravemente a sectores de la población? La actual Constitución declara el derecho a vivir en un lugar libre de contaminación. Entonces, la eventual nueva constitución puede ayudar a fortalecer este tipo de derechos. Sin embargo, mientras no se consolide una mentalidad que supere la depredación, y las sociedades se inclinen por una economía sustentable, es indispensable que se afiancen los mecanismos de fiscalización. También son relevantes que se realicen consultas ciudadanas, que permitan que los habitantes puedan elegir que es lo que quieren para sus vidas. Es indispensable que la eventual nueva constitución fije las coordenadas para acabar con las zonas de sacrificio.