Autor: EMILIO GONZÁLEZ
A los 102 años fallece el sacerdote jesuita José Aldunate Lyon
Sus funerales serán mañana: Aldunate fue provincial de los jesuitas entre 1963 y 1969. La Compañía de Jesús informó ayer del fallecimiento del sacerdote José Aldunate Lyon, a los 102 años. El destacado jesuita, reconocido por su labor de defensa de los derechos humanos durante el régimen militar, murió ayer en la Residencia San Ignacio, donde pasó sus últimos años. Aldunate nació el 5 de junio de 1917 en Santiago.
Descendiente de dos aristocráticas familias de la capital, fue criado en una casona de la avenida Vicuña Mackenna por institutrices británicas, tal como el mismo sacerdote cuenta en sus memorias: “Mis primeras palabras fueron en inglés. Aunque nos criamos bilingúes, el inglés es mi idioma más nativo”, señalaba en ese texto.
Aldunate ingresó a la Compañía de Jesús en 1933 y se ordenó como sacerdote en 1947, Compartió con San Alberto Hurtado y también conoció a Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, quien recordó a Aldunate en la visita papal de 2018 a Chile. Luego, fue provincial de la Compañía de Jesús —máxima autoridad de la orden en Chile— entre 1963 y 1969. Más adelante, junto a sus labores como profesor de teología moral en la U.
Católica, comenzó a alternar, en la década de 1970, con trabajos como obrero en Concepción, Maipú y otros lugares, lo que le dio el apelativo de “cura obrero” con el que fue conocido posteriormente, cuando destacó por diversas acciones en protección y defensa de los derechos humanos, por los en 2016 el Premio Nacional de Derechos Humanos entregado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). “Entrevisté varias veces al padre Pepe.
Me contó que empezó a trabajar con los obreros porque según él 'no podía vivir en las nubes, sin contacto con la realidad social”. Admiro su profunda libertad para darle un giro a su vida personal y sacerdotal”, rememoró el capellán general del Hogar de Cristo, José Yuraszeck Krebs. La muerte de Aldunate también provocó reacciones en el mundo político: “Un cura obrero, volcado a la solidaridad con los más pobres, que hizo de la esperanza su testimonio. Se echará de menos”, señaló el senador independiente Alejandro Guillier.
Hoy, los restos del sacerdote serán trasladados al Museo de la Memoria y sus funerales serán mañana, a las 11:00 horas, en la Iglesia San Ignacio de Santiago. — El “cura obrero” recibió en 2016 el Premio Nacional de Derechos Humanos.