Autor: Pablo Palma Directorde Carrera Psicología, Universidad Autónoma de Chile
Salud mental
El mundo y en Chile nos encontramos ante una verdadera pandemia de salud mental. Los datos nos muestran quela incidencia y prevalencia de patologías está subiendo, tensionandolossisternas públicos y privados de salud.
Esta realidad se extiende a la población penitenciaria, donde la crisis desalud mental es profunda en extensión y gravedad de las patologías, sin capacidad delas instituciones de hacerse cargo, mezclando a los reclusos de distinta peligrosidad, con riesgo para todos los involucrados.
Lamentablemente, la falta de formación, recursos y las vulnerabilidades propias de losreclusosgeneran una situación altamente voluble, con una fuerte transgresión de Enel caso del ámbito penitenciario, existe falta de diagnóstico, años sin tratamiento, listas de espera, falta de cupos enlos centros psiquiátricos del país. La capacidad técnica y profesional está instalada en las universidades y en los profesionales para afrontar estos desafíos. Lo que falta es una política pública efectiva para el abordaje de esta problemática que hoy no está siendoabordada. Por lo anterior, es clave la prevención, promoción e intervención en lasalud mental de la población penitenciafin de evitar no sólo la vulneración desus derechos, sino quela vulneración futura de los derechos de otras personas.