EDITORIAL: A toda velocidad
EDITORIAL: A toda velocidad A toda velocidad Lo que ocurrió hace poco días en Curicó -y obviamente pasa en todas las comunas del Maule-, no fue un accidente, no fue un siniestro vial, ii. se un macabro acto de irresponsabilidad.
Nos referimos al atropello con resultado de muerte de un adulto adulto mayor en la intersección de las calles OHiggins con Merced, donde un bus de la empresa Andimar, lo golpeó y luego el malogrado malogrado hombre quedó debajo de la pesada máquina, muriendo en el lugar.
Y decimos que es un acto de irresponsabilidad, porque podemos podemos ver a buses de esa misma empresa y otras, corriendo a velocidades excesivas muy cerca de las oficinas centrales de nuestro diario La Prensa, por Rodríguez, donde es un verdadero verdadero milagro que no haya ocurrido otra tragedia.
Y como lo hemos dicho en innumerables ocasiones, lo que falta en las ciudades es fiscalización, de inspectores municipales, de personal de Carabineros y la PDI, pero también de la Seremi de Transportes; y no solo realizar controles de velocidad, sino todos los controles que puedan respecto al cumplimiento de la normativa de tránsito.
II A los peatones, que crucen por donde está establecido; a ciclistas, ciclistas, para que no anden por la vereda; a los automovilistas, para que, POR FAVOR, respeten la luz roja y la sefíalética en las esquinas; a finalmente, a los motoristas, para que no hagan carreras clandestinas en avenida Circunvalación Paul Harris, en Curicó, solo por nombrar un ejemplo puntual y que no parezcan verdaderas metralletas al momento de acelerar.
Y es que la convivencia vial también parece ser reflejo de una sociedad sociedad en crisis, como lo dijimos hace poco respecto al fútbol ylo que ocurrió en Buenos Aires entre los hinchas de Independiente y la Universidad de Chile.
Lo que está ocurriendo en muchos ámbitos cotidianos, es la explosión explosión de violencia entre personas que no pueden controlar sus impulsos, y ante la más mínima provocación o conflicto actúan de manera desmedida contra quien esté alrededor. Lo del siniestro vial” que terminó con la vida del adulto mayor, no puede dejar indiferente a nadie. En el espacio común debe haber respeto, empatía y colaboración, siempre, para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse..