¿SANACIÓN, PLACEBO O MÁRKETING RFELIGIOSO? EL FENÓMENO DE LEDA BERGONZI POR DENTRO
EL FENÓMENO DE LEDA BERGONZI POR DENTRO Leda Bergonzi está molesta. No le avisaron que habría tanta música y aplausos de los fieles al interior del galpón del Parque Saval, en Valdivia.
Así, le dice a una de sus asistentes, no puede concentrarse para conectar con Dios y pasar de ser una mujer laica, de jeans ajustados, sweater blanco, cartera cruzada y zapatillas blancas con plataforma, a una mujer laica, de jeans ajustados, sweater blanco, cartera cruzada y zapatillas blancas con plataforma, pero con capacidades divinas para sanar enfermos a través de su bendición.
Para eso han venido las casi cuatro mil personas que llegarán por turnos a este lugar el domingo 10 de marzo, en la segunda visita a Chile de la "sanadora" de Rosario, Argentina, desde las 10 de la mañana.
Esta vez la invitación corrió por un grupo de religiosos católicos, liderado por el empresario agrícola y catequista Christian Becerra, respaldados por el párroco de San José de la Mariquina, Raimundo Mena, y por el obispo de Valdivia, Santiago Silva.
Los intermediarios directos entre la organización y Leda, al igual que en la vez anterior, fueron Marta Sepúlveda, quien conoció a Leda en una visita a Rosario, donde, según ella, comprobó cómo su hija mejoró los síntomas de la disautonomía que la aqueja tras recibir la bendición de Bergonzi. El encargado de prensa es su esposo, y dueño de una productora de eventos, Pedro Guichalaf.
Ahora Leda sube al escenario para desplegar sus dotes de oradora, improvisando rezos a los que incorpora supuestas palabras en lenguas, de origen "infinito", como dirá luego, "a veces en arameo, a veces en latín". Dice: "aniekaimi". Dice: "joneinakará". Dice: "A momentos de nuestra jondiarekeiheineshá". Dice: "Quiero que mi corazón alepaibaché". Dice: "Cuánto te necesitamos oshelalaioner keirará. Háblale a él, oienemé". No hay pruebas de sus supuestos dotes sobrenaturales. Ninguna respaldada por la ciencia, al menos. La mayoría de los testimonios de personas sanadas son anónimos, colgados en perfiles de Instagram dedicados a ella.
El único pronunciamiento científico sobre su figura ha sido la reacción de las sociedades oncológicas luego de que en un punto de prensa en el Templo Votivo de Maipú, dijera: "El cáncer es una enfermedad del hoy; sabemos que tiene un origen, que es la falta de perdón. El cáncer es todo emocional". Ella dice que la sacaron de contexto, pero al oír la frase no parece así.
El mismo arzobispado de Rosario, que la acompaña y reconoce su carisma religioso, se despegó de Leda, citando al Papa Ratzinger: "La fe es amiga de la inteligencia, tenemos en cuenta que la ciencia hoy indica que no hay una única causa que lo provoque y menos aún que la misma sea sólo de carácter emocional". Sin embargo, todos los martes sigue recibiendo a casi 20 mil personas en la Iglesia de Rosario, donde celebran su impacto: ha hecho que la gente vuelva a la iglesia. Uno, dos, tres personas de espalda en el suelo después de que Leda les tocara la frente. Una de ellas llora. Otra aprieta contra su pecho la foto de su padre enfermo. En la fila, que se extiende hasta la entrada del parque, sólo hay historias desoladoras.
Ahí está el profesor de lenguaje Víctor Montecinos (41), de Loncoche, en silla de ruedas, capaz de comunicarse apenas con los ojos producto de los 9 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y también Andrea Mayorga (49), quien se cree deprimida producto de una maldición, rechazando así tratamientos psicológicos o psiquiátricos. Miguel Rojas (36), solo y delgado, espera desde hace cinco años un trasplante de riñón. Y la familia Montero Monsalve, de Lanco, confía en que las manos de Leda puedan disolver los dos tumores cerebrales de su hijo de 8 años. Los únicos despreocupados en todo el parque son cuatro de los cinco hijos de Leda que la acompañan, jugando en las inmediaciones del parque bajo el cuidado de una de sus asistentes. Leda Bergonzi bendice sin parar. Pone la mano en el pecho o en la frente de las personas y murmura en lenguas. A sus 44 años está en buena condición física: los martes en Rosario bendice gente hasta pasadas las 5 de la madrugada. Allá, además de los miembros de "Soplo de Dios Viviente", el grupo carismático que lidera, la acompaña su esposo Fabrizio y su hermana gemela, Aldana.
A pesar de formar parte de agrupaciones carismáticas desde su juventud, donde participaba en grupos de canto, su fenómeno recién explotó en junio del año pasado, meses después de asegurar haber recibido el supuesto don divino.
Su gracia, dicen en la iglesia, es el carisma, nombre que recibe el don dado por Dios y que la pone al servicio de los demás. "Soy un instrumento", dice Leda, asegurando que no es ella la que sana a los enfermos, sino que sólo intercede entre Dios y los fieles.
Su imagen siempre cuidada, sus cantos, y lo teatral de sus presentaciones, la convirtió rápidamente en un viral de TikTok y Facebook, que prendió como la pólvora en una ciudad que hasta entonces hacía noticia sólo por el dominio del narco y tener la mayor tasa de homicidios en Argentina. Otro espaldarazo mediático fue la visita de la mamá y el hermano de Lionel Messi a uno de los rituales de Leda, en busca de su bendición. Desde entonces, llueva o truene, las personas levantan carpas en las afueras del predio de la ex Sociedad Rural de Rosario, donde Leda recibe a sus fieles en busca de un milagro.
El académico argentino Diego Mauro, doctor en Humanidades y Artes de la Universidad de Rosario (UNR), especializado en catolicismo y secularización, ha mirado de cerca el fenómeno de Leda. "Hay una cuestión que se llama renovación carismática de la Iglesia Católica, y que se acerca más a las cosmovisiones del mundo evangélico y a las cosmovisiones de las clases populares", explica Mauro, desde Rosario. "Es decir, en donde el mundo está todo el tiempo encantado, donde hay una dinámica de fuerzas que intervienen en muchos sentidos y las personas tienen un montón de rituales para relacionarse con ese universo de entidades, de cosas que no tienen que ver con las lógicas científicas.
Yo creo que la Iglesia Católica, por un lado, ve ahí la posibilidad también de competir en términos de mercado religioso con el mundo evangélico, ¿no?, el que en términos de mercado religioso sólo sigue creciendo". Para graficarlo mejor, Mauro cita a la socióloga francesa Danièle Hervieu--Léger: la modernidad ha desencantado el mundo, lo ha vaciado de magia, de misterio. "Es una paradoja", dice Diego. "Porque al mismo tiempo que permite comprender todo desde la lógica científica, también genera las condiciones estructurales para que las personas necesiten más religión, ¿no? Porque finalmente, tenemos una mirada un poco trágica de las cosas: estamos acá por azar y la vida no tiene sentido trascendente.
Frente a esa composición, tenemos un mundo cada vez menos ateo y con opciones de fe a la carta, que es algo bien neoliberal: las constelaciones, el yoga, la biodescodificación y todas esas corrientes místicas que son todas formas de reencantar el mundo. Leda conecta con esa necesidad.
Sobre todo en un contexto económico muy difícil y todas las variables complejas que hoy atraviesa Latinoamérica". "Como sociedad moderna miramos a los creyentes como los tontos que creen ¿ no es cierto?", dice el padre Raúl Bascuñán, designado por el arzobispado de Santiago para acompañar a Leda durante su visita a Santiago en enero. "Y claro, dado que hoy somos una sociedad enferma, hay un auge de esto, porque es una fe que sana, que te impacta en la vida, y que contempla lo que la ciencia no puede medir, porque el ser humano es mucho más que lo que se puede explicar". El padre Bascuñan da crédito a Leda: dice que vio cómo una mujer dejó de usar una muleta tras la bendición de Leda, en la Gruta de Lourdes en Santiago. Consultado si el fenómeno de Leda no es acaso una oportunidad de márketing para la Iglesia Católica, el padre dice que no es necesario para ellos. Luego agrega: "Esto es mostrar a Jesús.
Si uno quisiera tener más números, relajaría ciertas cosas que justamente nos restan personas". Y aunque a nivel institucional muchos sectores católicos se han distanciado de Leda, tanto en Chile como en Argentina, Diego Mauro cree que en términos de mercado religioso la apuesta es clara. "Siempre y cuando no cruce líneas rojas", dice Mauro, "como decir que ella es la que sana, o declaraciones como las del cáncer, o alguna irregularidad en los fondos, Leda contribuye a revitalizar el catolicismo, sobre todo en los sectores populares". Ahora hay un hombre convulsionando en el piso, siendo supuestamente exorcizado. Viste camisa blanca, jeans y un rosario cuelga de su cuello. Pareciera que se ahoga. Bota saliva. Encima suyo, como intentando domar un caballo asilvestrado, Leda Bergonzi, hace señas al cielo como si pidiera algo.
De fondo se oye una canción: "María aplasta la cabeza de la serpiente". Toda la gente canta. "María aplasta la cabeza de la serpiente". Un cantante grita: "¡ Los demonios huyeeen!". Veinte minutos después el hombre sigue contorsionándose en el suelo. Con una mano intenta cortar el rosario que tiene en el cuello, pero al no poder hacerlo, lo intenta con las dos.
Para darle privacidad a la escena, las colaboradoras de Leda, todas miembros del grupo de su agrupación "Soplo de Dios Viviente", rodean al hombre y a Leda con sábanas con el rostro de Jesús, mientras murmuran un rezo. Tras el altar improvisado sobre el escenario, la vista es despejada. Ahí está uno de los hijos de Leda, sentado sobre la tarima y haciendo girar un rosario con el dedo índice, mientras mira los gajes del oficio de su madre. Cuando el hombre se calma, es llevado detrás del escenario. Leda se pone de pie. Se retiran las mantas. Toda la multitud aplaude. Mientras Leda se cambia de ropa (lo hace varias veces durante la jornada), una colaboradora traslada una de las veinte cajas blancas dispuestas para los aportes voluntarios de los fieles. Distinto a como ocurrió en Santiago, fue la misma Leda la que le pidió a la organización no reunir fondos para su venida a través de depósitos de dinero a una cuenta corriente.
Aquella vez, fue Marta Sepúlveda la que publicó su número de cuenta, generando una polémica difícil de aclarar: el balance de ingresos y egresos es un archivo en formato PDF, sin boletas ni estados de cuenta adjuntos, donde se detallan los gastos de los pasajes y alimentación para la venida de Leda y su delegación, entre otros. Dentro de los ítems, se menciona un aporte de 400 mil pesos para sus colaboradores. Leda, como sostiene siempre, asegura no cobrar por sus presentaciones. El equipamiento técnico fue donado por Pedro Guichalaf, esposo de Marta, a través de su productora de eventos, llamada Reche.
El nombre de Guichalaf apareció -mencionado en algunos medios de comunicaciónen el desglose de gastos del cuestionado evento "Maipeluza 2018", organizado por la administración de la alcaldesa Cathy Barriga, imputada por presuntos delitos de fraude al fisco y falsificación de instrumento público. Pedro Guichalaf fue el encargado de proveer las 7.700 "empanadas y bebidas chicas" que se repartieron gratuitamente, y por las que se pagaron más de 26 millones de pesos.
En otro documento, la Contraloría detectó el pago con sobreprecio de 300 pollos que Guichalaf proveyó al municipio de La Florida, en 2016. $3.000 por kilo de pollo, casi el doble del valor de mercado de la época. Para el encuentro de Leda Bergonzi en Santiago, Marta Sepúlveda asegura que reunió más de 14 millones de pesos en su cuenta. Pero que, producto de los gastos necesarios para los dos encuentros, quedaron con un balance negativo de casi 2 millones de pesos.
Christian Becerra, organizador de los encuentros en Valdivia y Puerto Montt, dice que el dinero para traer a Leda por segunda vez a Chile fue gracias a donaciones de privados. "Familias muy generosas", decía Christian dos días antes del evento en Valdivia. "Pero aún estamos juntando.
Apelamos a que lleguen algunos donadores y en la misa vamos a apelar también a la generosidad de la gente". El doctor en Humanidades y Artes, Diego Mauro, no cree que Leda Bergonzi haga esto por dinero.
Y que si así fuera, tampoco lo ve como algo grave: "si la gente quiere entregar dinero, eso entra en el terreno de la voluntad". De hecho, dice, esta parece ser sólo ¿ SANACIÓN, PLACEBO O MÁRKETING RELIGIOSO? EL FENÓMENO DE LEDA BERGONZI POR DENTRO Pasó en Santiago, y ahora en el sur de Chile.
La supuesta "sanadora" argentina, como la han bautizado los medios, congregó a miles de personas en busca de un milagro, revelando las capas de un movimiento religioso que va más allá de una fe desenfrenada y el escepticismo. "Sábado" la acompañó durante uno de sus encuentros en Valdivia, presenciando el fervor que despierta, un dudoso exorcismo y las sospechas que deja la forma en que se financian sus presentaciones. ¿Es Leda una mensajera divina, reflejo de nuestra necesidad de creer o, como piensan otros, una estrategia para revitalizar una iglesia que ha perdido terreno? POR ARTURO GALARCE El interior del galpón del Parque Saval, en Valdivia, repleto de fieles. Cuatro mil personas llegaron a escucharla. AR TUR O GALAR CE "Yo no pretendo que la gente me crea, ni pretendo que la gente me quiera. Yo quiero hacer la voluntad de Dios", dice Leda. "Soy un instrumento", dice Leda, asegurando que no es ella la que sana. AR TUR O GALAR CE Su imagen siempre cuidada, la convirtió en un viral de TikTok y Facebook. AR TUR O GALAR C E En la fila, que llega hasta la entrada del parque, sólo hay historias desoladoras. AR TUR O GALAR CE "Vemos que todas las personas que se acercan tienen cambios radicales", dice Leda. AR TUR O G ALAR CE. EL FENÓMENO DE LEDA BERGONZI POR DENTRO una plataforma que le permitirá a futuro expandir su figura hacia otros posibles mercados: acaba de lanzar su carrera como cantante, con tres canciones liberadas en YouTube. Dentro del galpón en Valdivia, Leda sigue entregando bendiciones. Afuera, sentado junto a unos árboles, y acompañado de su madre, está el hombre que fue supuestamente exorcizado. Su mirada es tan tranquila como torva. Como si fuera a abalanzarse de un segundo a otro en vez de responder a las preguntas. "Cuando Leda me tocó sentí que me quemaba. Y ahí como que perdí el conocimiento. Perdí el control", dice, sin revelar su nombre. "Yo quería ir a verla a Argentina, pero no pude. Por suerte vino". --¿ Por qué querías verla? --Por conversión espiritual. Sentí que ella me podía liberar de cierto modo. Hace muchos años que me sentía mal, como con algo oscuro dentro de mí y que se manifestó a través de algunos episodios paranormales a lo largo de mi adolescencia. Ahora me siento mucho mejor. "Está rezando", advierte Marta Sepúlveda sobre Leda. Es lunes y se encuentra al interior de su habitación en el Sanatorio de San José de la Mariquina donde se aloja. Desde el interior se escucha música pop. Varios minutos después, Leda Bergonzi abre la puerta para brindar esta entrevista. El día anterior fue imposible: la última bendición la entregó pasada la medianoche. Sobre la mesa de su pieza hay una biblia abierta, un termo para el mate y artículos de belleza. Marta Sepúlveda se ubica detrás de ella con un rosario atado a la mano para orar durante toda la conversación. Lo mismo hace otra de sus colaboradoras, en el otro extremo. Leda transmite la misma confianza y desplante que mantuvo durante toda la jornada de ayer. --Ayer estuve hasta las 20:30. Pude conversar con el chico exorcizado... --¿ Cuál de todos? Hubo varios. ¿Vos te fuiste a las ocho? Siempre ocurren a partir de esa hora, para adelante. Y siempre se da casualmente que es tarde y yo lo veo como una gracia también a eso. Esto todos los martes yo lo vivo. O sea, lo que vos viste ayer, yo lo vivo cada encuentro.
Y seguramente lo vamos a ver ahora, en Puerto Montt. --Las jornadas son larguísimas. --Ahí está la gracia de Dios, ¿no?, obrando en una persona determinada, en este caso, bueno, me pasó a mí, ¿no?, de haber sido elegida por Dios.
Uno tiene que comprender que es algo sobrenatural, ¿no? Porque humanamente no podríamos resistirlo, ¿no? Y bueno, yo puedo hacerlo, y bueno, esta vez eran tres mil, pero hemos estado con muchos, ¿no? Mucha más cantidad de gente. Una de sus hijas entra a buscar una tablet. --¿ Por qué crees que esto te tocó a ti? Porque hay más personas como tú... --No las conozco. --¿ No hay? --No, no sé.
No conozco en este momento gente... sé que hubo, ¿no? Pero no conozco... no he tenido la oportunidad de conocerlos, ¿no? ¿ Vos me decís sus nombres? --¿ Cómo convives con las críticas que vienen de la misma Iglesia Católica? --No me afectan. Hay que seguir. No importa que me quieran. Importa que haga la voluntad de Dios. --De los casos que te ha tocado presenciar, en los que ha logrado, supuestamente, la sanación, ¿cuál es el que más te ha impactado? --Es infinito. Es infinito. --Pero ¿ no hay un caso en particular que te haya llamado la atención? --Todo es fuerte. Todo es fuerte. Dios siempre me sorprende. Siempre me sorprende.
O sea, no hay un martes, o un martes o una reunión, o un encuentro que yo no salga sorprendida por algo, un hecho en sí. --¿ Pero no ha habido algún caso documentado que te haya sorprendido? --Nosotros vemos que todas las personas que se acercan con estas situaciones espirituales o manifestaciones, tienen cambios radicales.
No hay nadie que vuelva a su vida anterior, sino que todos tienen mejoras. --Hubo muchas críticas por lo que pasó Santiago, sobre todo con la transparencia en la recaudación que se hizo de los fieles. ¿Qué piensas de aquello? --No, pasa que a mí me invitaron, o sea, a mí me invitan, entonces van pidiendo colaboraciones. En aquel entonces se hizo así, que creo que eso se detalló todo, se detalló, yo no lo vi, no tuve tiempo, pero bueno. Y esta vez dije: no lo hagan de la misma manera, manéjense con ofrenda. --Eso me explicaron. --Claro, para no escandalizar, ya que de hecho nosotros no cobramos nada, porque realmente lo hacemos por amor. A ver. A veces si sobra algo te colaboran, pero si no sobra, no te colaboran.
Nosotros venimos igual, nos pagan los viajes, nos dan lo que es la comida y el hospedaje, y hacemos como dice el Evangelio, que dice que los discípulos iban, visitaban, los hospedaban en las casas, coman lo que les den, y cuando terminen, vuélvanse a sus hogares. Lo mismo.
Y muchos lugares que vamos, ponemos nosotros, ¿eh? Ponemos nosotros. --Una cuestión que llamó la atención de las personas es cuando hablas en lenguas, ¿a qué idioma corresponden? --Son infinitas las lenguas. --Pero luego continuabas en castellano, como en una forma de traducir lo que esas palabras dicen, ¿no? --Sí, don de interpretación se llama. Hay una parte del Evangelio donde habla de los carismas, habla de todos los dones, entre éstos el don de lengua, el don de interpretación también lo nombran. Hay gente que ha estudiado las lenguas y me habla de eso, pero bueno, todavía no me he podido sentar a hablar de ese tema. Mi vida es lo que ves. Correr, ir y venir. --Yo anoté algunas palabras que tú dijiste. --Ah, mira qué lindo. --La primera que dijiste fue "aniekaimi". ¿Qué significa? --No, no, no sé. Pero a veces nos ha tocado a nosotras de buscar las palabras, viste.
Las googleamos para ver si tienen significado y muchas veces sí. --¿ Qué le dirías a las personas que desconfían de esto y que son escépticas? ¿ O a quienes dicen que lo que haces es una puesta en escena o un engaño a estas personas tan necesitadas? --Que vayan a chusmear. Lo importante es que caminemos al cielo. No importa dónde. Si van a seguir conmigo, si van a seguir con una iglesia ortodoxa, lo que quieran. Pero lo importante es que nosotros podamos encontrar a Dios donde nos sintamos bien. Yo no pretendo que la gente me crea, ni pretendo que la gente me quiera. Yo quiero hacer la voluntad de Dios. Ese es mi anhelo. Y voy a eso. ¿Me cuesta? Sí, me cuesta. ¿Soy perfecta? No, no soy perfecta. Lo importante es que sepan eso, ¿no? Que al que tienen que mirar es a Dios. Y la crítica no está buena, pero no está buena en ninguna área de nuestra vida. --Gracias Leda, por tu tiempo. --Muchas gracias a vos. Dios te bendiga. "Oye, espera", dice Marta Sepúlveda, antes de que este periodista de "Sábado" se retire del Sanatorio.
Lo hace para avisar que están planeando nuevos encuentros, en otras ciudades, y también una sorpresa: retiros espirituales íntimos, junto a Leda, para pocos participantes. --¿ Pagados, Marta? --Lo estamos evaluando. "Bueno, me pasó a mí, ¿no?, de haber sido elegida por Dios. Uno tiene que comprender que es algo sobrenatural". El sacerdote Raimundo Mena, párroco de San José de la Mariquina. AR TUR O GALAR CE No hay pruebas de sus supuestos dotes sobrenaturales. La mayoría de los testimonios de personas sanadas son anónimos. AR TUR O GALAR CE Otra imagen del Parque Saval, el sábado pasado. AR TUR O GALAR CE.