Desconfianzas y críticas por mala asesoría y conducción errática arrecian contra mesa del Senado
El presidente y vicepresidente de la Cámara Alta, como también el secretario de la corporación, el abogado Raúl Guzmán, fueron protagonistas de episodios inéditos o al menos poco usuales. Nunca antes un acuerdo de la reunión de comités (instancia que lidera el titular del Senado) había sufrido una quitada de piso tan brusca por la unanimidad de los senadores presentes.
García (RN) y Walker (Demócratas) bajo asedio José Miguel Wilson Su semana más compleja en la presidencia del Senado tuvo estos días José García Ruminot (RN) a propósito de la votación por la ley corta de isapres y también por la discusión del proyecto sobre reglas de uso de la fuerza (iniciativa paralela a la que está tramitando la Cámara). La actual mesa de la Cámara Alta -integrada por el senador García (RN), su vicepresidente, Matías Walker (Demócratas) y el secretario general, el abogado Raúl Guzmán (funcionario de confianza de la corporación)-, fue protagonista de episodios inéditos o al menos poco usuales: nunca antesse había votado un acuerdo de jefes de comités en la sala y nunca antes un acuerdo de la misma reunión de jefes de comités (que conduce siempre el presidente del Senado) había sufrido una quitada de piso tan brusca por la unanimidad de los senadores presentes.
Por ambosepisodios, García, Walker y Guzmán fueron criticados ácidamente por las bancadas oficialistas, desde donde remarcaban una falta de confianza en su conducción, al tiempo que les criticaban decisiones erráticas y desconocimiento del reglamento del Senado.
La jefa de bancada del PC, Claudia Pascual, si bien dijo que no tenía problemas personales con García, dijo el episodio se sumaba a otras “interpretaciones amañadas”, en referencia a los argumentos que dio la oposición para romper el pacto administrativo, que bloqueó la llegada del senador Pedro Araya (PPD) a la presidencia del Senado. La jefa de los senadores DC, Yasna Provoste, también dijo tener estimación por el presidente de la Cámara Alta y centró su crítica en la mala asesoría de parte del secretario de la corporación. “Lo quese ha hecho es transgredir el reglamento del Senado, aquí hay un ministro de fe (el secretario), que no está cumpliendo su rol”, dijo.
Críticas en el mismo sentido expresaron el presidente del PPD, Jaime Quintana, y el senador y exvicepresidente del Senado, Francisco Huenchumilla (DC). SIGUE » sIGUE Polémico martes Los problemas para la mesa de García, Walker y Guzmán comenzaron el martes.
Ese día estaba en tabla la votación del proyecto sobre reglas de uso de la fuerza (que establecen un protocolo para militares y policías respecto de cómo deben usar su armamento). Sin embargo, como el debate de otras iniciativas que estaban en tabla se alargó, varios senadores comenzaron a retirarse creyendo que ya nose votaría el proyecto sobre uso de la fuerza. El problema es que el oficialismo y gobierno comenzaron a presionar para que se votara. En respuesta, la oposición propuso trasladar la votación al miércoles debido a las ausencias. El mismo García admitió en sala que el senador Francisco Huenchumilla (DC) le preguntó si se votaría y le dijo que no, que el legislador falangista se retiró confiado en que no habría votación. Por ello, el mismo presidente del Senado admitió estar complicado, ya queestaba su palabra en juego. Sise votaba el proyecto de reglas de uso de la fuerza. Dado que la presión oficialista no cedió, la mesa del Senado, aparentemente por recomendación de Guzmán, realizó una votación de los jefes de comités en la misma sala. Por lo general, las deliberaciones de los jefes de comités se dan a puertas cerradas, pero no en el mismo hemiciclo, menos con los otros senadores observando pasivamente cómo votan los representantes de sus bancadas.
Al final, con una mayoría, se acordó trasladar la votación sobre reglas de uso de la fuerza para el miércoles, El hecho molestó al gobierno y oficialismo, donde sospechaban que era una maniobra dilatoria para no votar la ley corta deisapres, que ya estaba fijada para el miércoles, por lo tanto, al poner una nueva iniciativa en la tabla de ese día se ponía en riesgo el plazo para sacar esta reforma del sistema de salud, cuyos efectos ya deben estar en vigencia antes del 12 de mayo (según la fecha límite fijada por la Corte Suprema en la que las isapres deben proceder a la devolución de excedentes as afiliados). Las suspicacias de la alianza de gobierno tenían un sustento, pues la derecha pretendía llevar este proyecto sobre isapres a la Comisión de Salud, donde son mayoría, para ganar tiempo y mejorar su posición de negociación ante la premura del Ejecutivo.
Por ello, el martes, las críticas del oficialismo se centraron especialmente en García y el secretario de la corporación, dada la fórmula innovadora que habría sugerido para votar en la misma sala y salir del embrollo. Miércoles sin piso No obstante, al día siguiente (este miércoles), las tensiones continuaron.
Dado que la derecha materializó su solicitud para que la ley corta de isapres se viera en la Comisión de Salud, se convocó a una reunión de comités para resolver esta petición, quesi se llegaba a aceptar inevitablementeiba a retrasar en una semana la discusión de la ley corta. ¿La razón? La próxima semana no hay trabajo legislativo (“semana regional”, en la que los legisladores se trasladan sostener actividades en sus territorios), tanto, las sesiones se iban a reanudar en la primera semana de mayo. Según algunas versiones, la bancada de la UDI era la más firme en la exigencia de que el proyecto se viera en la Comisión de Salud.
No obstante, tras estar dos horas reunidos, los comités -cuyo encuentro fue conducido por Garcíaacordaron citar a sesión extraordinaria de la Cámara Alta el martes 30 de abril, interrumpiendo la “semana regional”. La idea era lograr una fecha intermedia para permitir que la Comisión de Salud viera el proyecto, entre este jueves y el lunes, para votar el próximo martes. Esta solución intermedia, sin embargo, no agradóa la UDI, que no suscribió el acuerdo de los comités. Si bien la disidencia gremialista no era impedimento, el hecho de sesionar el próximo martes no consideró otros factores prácticos. El 30 de abril es la víspera del Día del Trabajo, un feriado obligatorio que inevitablemente afecta servicios de comercio y transporte. Además, muchos senadores de zonas extremas iban a tener queir al Congreso sólo por un día y, en vista de estas complicaciones, probablemente algunosiban a tener que quedarse hasta el jueves en Valparaíso o Santiago.
Con todas esas variables sobre la mesa, incluida la disidencia de la UDI, que había sido la que pedía aplazar la votación de la ley corta, varios senadores comenzaron a expresar en la sala sus reparos en contra del acuerdo de comités. El oficialismo aprovechó ese ruido y aprovechó de retomar la presión para la ley de isapres se votara el mismo el mismo miércoles. Al final, en un hecho que pocos recuerdan en el Senado, la misma sala revirtió el acuerdo de las jefaturas de bancadas.
Si bien por el episodio del día martes, algunos concentraban sus críticas en el secretario, este segundo incidente del miércoles salpicaba directamente al presidente del Senado, en vista que es él quien debe mediar y congeniar posiciones en la reunión de comités (donde cada fuerza política lleva sus propios intereses). Por lo tanto, si la solución era poco satisfactoria para el colectivo, la responsabilidad inevitablemente recaía en quien preside elencuentro en búsqueda de una salida. O