Autor: Jesús Farías Silva
El desafio de la provincia para mantener el agua potable en plena “megasequía”
La provincia de San Antonio no es ajena a este escenario, registrando una disminución promedio del 70 por ciento de agua caída en relación a un año normal”, Alejandro Romero, Esval. 2021 fue el cuarto año más seco del que se tenga registro. Por ahora se ve asegurado el suministro, según informó Esval, que ejecuta obras para mantener el servicio. Lo mismo pasa en el área rural. Ada día que pasa, la central de Chile se seca un poco más. Días antes que terminara el 2021, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, advirtió que era “el cuarto año más seco desde que tenemos registro. Solamente en los años 1968,1998 y 2019 tuvimos menos lluvias que lo que hemos tenido en 2021, y, por lo tanto, estamos completando 13 años de sequía.
Nunca habíamos tenido más de cuatro años de sequía”. POCA LLUVIA En 2021 se registraron 64 días con precipitaciones en la estación meteorológica de Santo Domingo, lamentablemente, el agua caída en todos ellos fue tan marginal que los pluviómetros no alcanzaron a superar el milímetro. Solo cuatro días de agosto lograron marcar más de 10 milímetros, lo que permitió acumular 147 de agua caída en el año.
La estadística quedó muy lejos de los 807 milímetros del 2002, último año de intensas lluvias y que pasó a la historia con la imagen de la entonces ministra de Defensa, Michelle Bachelet, a bordo de un tanque militar ordenando la ayuda del Ejército en las calles de un inundado Santiago. En 2020 cayeron 283 milímetros. Y ese fue un año relativamente mejor que los anteriores. 2019 fue peor.
En sus 12 meses se registraron 107 milímetros, de acuerdo a datos de la Estación Meteorológica de Santo Domingo a los que Diario EL Líder tuvo acceso. lo anterior ha derivado en la desertificación, que es el resultado de una permanente degradación de los suelos producto de falta de agua o la deforestación.
Es una sequía tan prolongada que ya es apodada como “megasequía” y que ocurre debido a una anomalía climática que ha afectado a más del 70 por ciento del territorio nacional, incluyendo a la provincia de San Antonio. Se trata de un problema que también ha dejado al descubierto la explotación sistemática y casi sin control de napas superficiales, lagunas y humedales. CONSUMO HUMANO Esta emergencia presenta múltiples desafíos. Uno de los más importantes: agua para el consumo humano. Por ahora, según Esval, está asegurada para la provincia de San Antonio. La sanitaria ha tenido que desembolsar más de 4 mil millones de pesos para mantener las cañerías del litoral fluyendo.
Alejandro Romero, subgerente zonal (s) de Esval, explicó que “como región (de Valparaíso) estamos enfrentando un gran desafío, debido a la extrema sequía que se prolonga por más de 13 años consecutivos”. “El año 2021 ha sido el más seco y cálido en lo que va del siglo XXI, con apenas tres días de lluvias en todo el invierno y un importante déficit de precipitaciones y acumulación de nieve en la cordillera”, agregó.
El representante de la compañía expuso que “la provincia de San Antonio no es ajena a este escenario, registrando una disminución promedio del 70 por ciento de agua caída en relación a un año normal”. Recalcó que “desde Esval hemos hecho grandes esfuerzos e inversiones para garantizar la continuidad del suministro a los cerca de 85 mil hogares que reciben nuestro servicio en la zona.
Una de las obras más relevantes ha sido la habilitación de nuevas fuentes subterráneas en nuestro sistema productivo de San Juan, que ha permitido reforzar la producción de agua potable para la provincia, con una inversión que supera los $4.600 millones”. 16 MIL HABITANTES DE LAS ZONAS RURALES ESTÁN AFECTADO POR LA EMERGENCIA HÍDRICA. TODAS LAS COMUNAS DE LA PROVINCIA ESTÁN DECLARADAS COMO ZONA DE ESCASEZ HÍDRICA.
Buen uso “Ya no podemos dejar el agua corriendo, ya no nos podemos dar duchas eternas, ya no podemos regar”, con esas palabras el delegado presidencial regional, Jorge Martínez, llamó a hacer uso racional del agua. 13 años de sequía van en la zona central de Chile, donde las precipitaciones han disminuido dramáticamente a lo largo de los años.
Campaña comunicacional Con el fin de reforzar el llamado a cuidar el agua y concientizara la ciudadanía sobre la crisis hídrica que vive nuestro país, el Gobierno lanzó la campaña comunicacional «Ht Hay2opciones: o cuidamos el agua o nos quedamos sin ella», para dejar en evidencia que estamos viviendo una de las peores sequías desde que se tiene registro y que eso trae efectos tan negativos como la disminución en la capacidad de producir alimentos. Temperaturas Se pronostican temperaturas más cálidas, asociadas a la conocida vaguada costera, dejando a posibilidad de ocurrencia de olas de calor en el interior de la región. En el borde costero el mar regula las máximas. 147 milímetros de agua caída registró la estación meteorológica de Santo Domingo durante 2021. “También somos parte de la mesa hídrica del Maipo Poniente, donde agricultores y usuarios de la cuenca del río Maipo trabajamos de manera coordinada en virtud de asegurar el consumo humano. Además, seguimos desarrollando iniciativas de eficiencia hídrica, como la habilitación de estaciones reguladoras de presión, control de filtraciones para disminuir pérdidas en la red, impermeabilización de cámaras, entre otras acciones”, agregó.
Otro problema permanente para asegurar el servicio son las conexiones irregulares, un fenómeno creciente en la provincia, que, según la sanitaria, ha “denunciado a las autoridades por el efecto que puede generar tanto a nuestros sistemas como al servicio que entregamos a nuestros clientes”. El llamado, como siempre, es a cuidar el agua, cuyo consumo aumenta durante el verano, cuando también incrementa la población flotante del Litoral Central.
“Gracias a las obras realizadas, no prevemos dificultades en el abastecimiento de la provincia para los próximos meses, pero no podemos bajar los brazos porque la sequía sigue presente y el recurso es cada vez más escaso. Por ello, especialmente en este periodo estival, reiteramos nuestro llamado a la comunidad a un uso responsable del agua, porque hoy cada gota cuenta”, indicó Romero. RURAL De acuerdo a la Dirección General de Aguas (DGA), en la provincia de San Antonio hay 16 mil 34 habitantes de sectores rurales con escasez hídrica. Se trata de habitantes de sus seis comunas, las que están con decretos vigentes de escasez hídrica desde el 25 de agosto de 2021 hasta el 1 de marzo de 2022.
San Antonio ya había estado bajo esa misma categoría entre el 21 de febrero de 2021 y el 21 de agosto del mismo año; y entre el 27 de agosto del 2020 y el 27 de febrero del 2021.
Para mantener el suministro en estos sectores se han ejecutado una serie de proyectos en los lugares más poblados, como en Malvilla y Cuncumén, donde, según el Ministerio de Obras Públicas, se invirtieron 230 millones de pesos en el mantenimiento del Agua Potable Rural (APR). El proyecto tiene fecha de término formal para esta semana. Lo mismo pasa en Leyda, donde desde el 10 de septiembre pasado se trabaja en la conservación del sistema. Las obras, que debería terminar el 7 de febrero, están avaluadas en 129 millones de pe SOS. También están en ejecución los sondajes y perforaciones en El Totoral y Lo Zárate, en El Quisco y Cartagena respectivamente, donde se invierten 662 millones de pesos. Las faenas partieron en julio pasado y deberían terminar este mes. El Turco y Lo Abarca también están en la lista de poblados rurales donde, según el MOP, se realizaron mantenimientos en los sistema de agua potable. El seremi de Obras Públicas, Raúl Fuhrer, explicó que “la Región de Valparaíso es una de las más afectadas en la zona centro y centro-norte del país.
Es una región con un déficit del 80 por ciento en la acumulación de nieve, la que es fundamental para la reserva, para poder asegurar los caudales y también la recarga de los acuíferos”. INCENDIOS Finalmente, la falta de lluvias hace al verano aún más peligroso para la proliferación y propagación de los incendios forestales.
El director regional de Conaf, Sandro Bruzzone, manifestó que “una crisis hídrica acumulada en el tiempo hace que la humedad del recurso natural, de los bosques, del suelo, genere una posibilidad de riesgo de ignición y propagación mucho más alta que en una condición normal”. “Por otra parte, la disponibilidad de agua para combatir, efectivamente, nos pone en un dilema cuando tenemos que enfrentarnos al agua para alimento, el agua para bebida.
Sin duda que se genera un conflicto cuando hay que hacer una operación y decidir de dónde obtener el agua”. Bruzzone afirmó que “de todas maneras, hay que pensar que el consumo de agua para los incendios no es tan alto; lo que uno observa es que hay una gran carga, hay una gran cantidad de lanzamientos, pero la sumatoria es mínima frente a otros procesos productivos u otras necesidades del ecosistema en sí o de la ciudadanía en general”. ¿Cómo viene el próximo invierno? Hay que esperar y ver. O