Corrupción, un mal que aún tiene remedio
Corrupción, un mal que aún tiene remedio Enfrentar la corrupción en Chile es una de las grandes prioridades que debe asumir nuestra sociedad. Cuando ese mal penetra en un país se vuelve exponencialmente más difícil erradicar lo. Lanza sus redes de manera transversal en las instituciones, sean públicas o privadas, hasta convertirse en parte del tejido social. Ese panorama sería el fin del Estado de Derecho y el comienzo de un Estado fallido.
En estas materias laingenuidad es una mala consejera, asícomo la autocomplacencia Una de las características más peligrosas de estos nuevos actores de la sociedad radica en el uso y abuso de la violencia por parte de quienes buscan defender a toda costa la autocracia que están construyendo. Da laimpresión que construyen verdaderos estados paralelos dentro del Estado. El poder adquisitivo derivado delas operacionesilícitas va de la mano del aumento de la criminalidad. Por eso el vínculo entre crimen organizado, narcotráfico y tenencia de armas, es absoluto. Ala hora de deshacerse de quienes consideran sus enemigos, operan bajo la lógica de que la vida humana no tiene valor y que todo método para "mantener el negocio" es válido. A eso podríamos sumar la deserción escolar y el alto porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan. En estas condiciones, muchos de ellos podrían ver en el tráfico de drogas una manera fácil de hacer dinero. Además, es más fácil que estos se conviertan en presa de quienes buscan corromperlos. Cuando ello acontece no hay vuelta atrás.
El panorama social en ese contexto se torna muy complejo y requiere un análisis multidimensional de corto, mediano y largo plazo, donde todas las instituciones se involucren y adopten medidas rápidas y eficientes para desarticularlo ¿ Cómo llegan los países a ese punto? Ciertamente no es algo inmediato, sino un proceso que se forja a fuego lento. Se conjuga una sociedad que ha hecho del dinero la medida de su valor, descuidando el florecimiento de la dimensión espiritual del ser humano.
Una sociedad que ha sacado de los planes escolares los estudios filosóficos y éticos, que no reconoce el desarrollo de las virtudes humanas como un bien fundamental para la persona y la sociedad El drama de la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado se da en un contexto de negación o invisibilización de la dignidad humana en aras de una concepción materialista de la existencia.
Es bueno recordar, en este contexto, la doctrina social de la Iglesia cuando afirma que el mayor riesgo para las democracias actuales es el relativismo ético que induce aconsiderar inexistente un criterio objetivo y universal para establecer el fundamento y la correcta jerarquía de valores. Aun cuando las noticias en esta materia son desalentadoras, aún estamos a tiempo de dar pasos decisivos para detener este flagelo.
Entre los países de América Latina, Chile ostenta el segundo lugar --después de Uruguayen los menores índices de percepción de la corrupción, seguido por Costa Rica Además, nuestro país es uno donde los ciudadanos aún se ven menos expuestos a intentos de soborno, tanto a nivel de la policía como de los servidores públicos. Eseesunactivo precioso que debemos cuidar celosamente.
También, Chile, junto a Uruguay y Costa Rica, tiene una alta capacidad para enfrentar la corrupción de manera eficaz, gracias a que aún cuenta con leyes adecuadas, goza de una democracia sana e instituciones públicas robustas, junto con una sociedad civil y medios de comunicación que se interesan por el tema y se preocupan de informar cuando hay algo que lo amerita. Gracias al periodismo investigativo se han descubierto muchos casos de soborno, colusión, malversación de fondos, amiguismos de toda índole, fraude al fisco y tráfico de drogas. A ello se suman con fuerza la extorsión, el asesinato por encargo y los secuestros.
El panorama se está poniendo más sórdido, pero lo que más duele es que muchas de esas prácticas se deben a personas en distintas instituciones públicas que deberían estar al servicio del país, no sirviéndose de él Bullados casos de corrupción han provenido del seno del poder.
Ello es alarmante, toda vez que debilita la democracia y deja en la más absoluta indefensión a los más vulnerables, No obstante, mientras más sólida es la de= mocracia de un país y se rige por el Estado de Derecho, menores son los índices de corrupción. Por otra parte, mientras mejores niveles de educación tenga un país, menor será la corrupción.
En esa materia hemos ido perdiendo terreno por el claro deterioro que ha experimentado la educación pública en nuestro país. ¿Qué podemos hacer frente a esta realidad desde nuestro día a día? El llamado es a poner atención a los "pequeños" signos de corrupción presentes en la vida cotidiana, como el uso de influencias para conseguir trabajo o que un hijo ingresea tal o cual colegio, el "acelerar" un trámite con una coima, el uso indebido de licencias médicas, la evasión de impuestos, o el aprovechamiento de información privilegiada.
Lapercepción de la población es que este tipo de situaciones ya están arraigadas y que no suelen ser perseguidas ni menos sancionadas, bajo la lógica de que "todos lo hacen". Es lamentable reconocer que este modo de actuar forma parte de la cultura en muchos ámbitos, sabiendo que hace mucho daño porque perjudica la confianza y a quienes siguen las normas.
Normalizar estas conductas es un camino sin retorno Es urgente que ello sea erradicado, lo cual requiere una seria revisión de los programas educativos para fortalecer la virtud y la ética individual, así como el sentido de responsabilidad colectiva frente a nuestros actos.
Requiere también una reflexión de largo aliento respecto de los valores que estamos inculcando a las futuras generaciones La corrupción deteriora la confianza en las instituciones, debilita la democracia y al Estado, dejándolo sin condiciones para responder a las necesidades en ámbitos esenciales como salud, educación y transporte, entre otras prestaciones básicas. La corrupción, como enseña la doctrina social de la Iglesia, genera una creciente desconfianza respecto de las instituciones públicas y daña severamente la relación entre gobernantes y gobernados. En este escenario, como siempre, los más perjudicados serán los pobres. Las familias con mayores recursos se protegerán o dejarán el país, tal como acontece en otras partes de América Latina En ese contexto, el desarrollo del país se hace inviable. A la hora de invertir, los empresarios mirarán hacia afuera y no habrá inversiones en la infraestructura local. Asimismo, las personas con mayor preparación emigrarán, porque no están dispuestas a que el desarrollo de sus talentos dependa de un funcionario o una institución corrupta. Cuánta falta hace recordar a tiempo y a destiempo que la administración pública a cualquier nivel, como instrumento del Estado, tiene como finalidad servir a los ciudadanos. Por eso, trabajar para eliminar la corrupción en Chile es una tarea de todos. Propongo una reflexión integral en todos los sectores de la sociedad respecto del poder y del valor de una sociedad libre de corrupción.
Lo mismo con los planes de formación delas policías, las Fuerzas Armadas, Gendarmería, el Poder Judicial, el servicio público, el mundo privado, junto con un mayor control en el ingreso de sus miembros y una contrainteligencia más aguda. Junto con lo anterior, se requiere el consenso de todos los estamentos de la vida social para combatir con fuerza la co"2 rrupción y el tráfico de sustan= cias ilícitas.
Ello exige --y este es un punto centraluna clara política anti consumo de drogas acompañada de un análisis de las causas de su consumo y sus consecuencias, Ello necesitará una reflexión acerca del sentido de la vida, que nos obligará a entrar en asuntos tan fascinantes como complejos acerca del alma humana y sus motivaciones.
Lamentablemente, mientras haya demanda, siempre habrá alguien dispuesto a asumir riesgos para satisfacerla Desde preguntas de orden filosófico, antropológico y ético, sumadas a las preguntas políticas y policiales, podremos vislumbrar algunas pistas de solución delargo plazo que sean consistentes. El tiempo es ahora. La responsabilidad es nuestra.
La Iglesia Católica, en su labor FERNANDO CHOMALI ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO ARZOBISPO DE SANTIAGO pastoral, educativa y social, espera ser una contribución aportando en su quehacer una mirada teológica de la situación que vive el país y generando en todos sus espacios junto a la formación técnica una sólida formación ética fundada en la antropología de la fraternidad y del servicio a la comunidad. MW del servicio a la comunidad.
MW El drama de la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado se da en un contexto de negación o invisibilización de la dignidad humana en aras de una concepción materialista de la existencia". invisibilización de la dignidad humana en aras de una concepción materialista de la existencia"..