Autor: Valeria Barahona
Muere Humberto Maturana, científico clave para comprender las relaciones
Traspasó las disciplinas con sus teorías "El amor como espacio en que acogemos al otro, que lo dejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio”. ME A A TAS de Palo Alto, EE.UU., gracias a sus trabajos en el MENA OA ME ómo se entiende y man( tiene la relación con otros, así como con uno mismo, es a lo que Humberto Maturana, el biólogo que traspasóel laboratorio a las ciencias sociales a través de la filosofía, dedicó gran parte de sus 92 años.
En trabajó en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y, junto al también científico Francisco Varela, publicaron “El árbol del conocimiento”, libro que los ubicó en la vanguardia del estudio sobre las relaciones humanas, siendo considerados herederos de la Escuela de Palo Alto, EE.UU., es decir, de cómo hoy se entiende parte de la psicología. Décadas de investigación sobre cómo aprenden y se relacionan los seres humanos concluyeron ayer con el fallecimiento de Maturana, a causa de una neumonía.
La familia descartó el contagio por covid-19 y anunció que en los próximos días será el funeral del profesor que, hasta antes de la pandemia, era posible encontrarlo caminando lentamente por Providencia. lA AUTOPOJESIS Y EL NOBEL Estos pasos calmados y reflexivos, quizás un acento propio desu vida, en la década de al egresado del Liceo Manuel de Salas y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile a trabajar al MIT con Jerome Lettvin, quien fue postulado al Premio Nobel de Medicina por registrar por primeravezla actividad de una célula direccional de un órgano sensorial. Bajo esta inspiración, Maturana luego cuestionó el conceptodeobjetividad, llamando la atención en el mundocientíficoal postularque la biología puede incidir en la formaen cómo se veel mundo. No hay una forma de ver realidad, sino tantascomoseres humanos, condicionadas por factores biológicos, sociales e históricos, sostuvo el hombre cuya mamá, a los 12 años, lo dejó de llevar a misa. Aquel mismo año, Maturana enfermó de tuberculosis. “¿ Quéeslo peculiar delo humano? Que vivimos en el lenguaje, queel lenguajese aprende, que nos hacemos humanos viviendo con otros seres humanos. Tenemos una genética particular, pero, ¿cuál es nuestro nicho ecológico? Otros seres humanos”, explicó el también doctor de la Universidad de Harvard, EE.UU. ,en una cátedra enla U. De Chile, donde hizo clases entre 1965 y 2000. La consagración de este pensamiento, cuya novedad radica en la extrapolación de fenómenos comportamientosocial, fue la publicación de “El árbol del conocimiento: las bases biológicas del entendimiento humano”, en 1984.
Sin embargo, antes, en el libro “De máquinas y seres vivos”, con concepto de autopoiesis: “auto” (a sí mismo) y “poiesis” (creación), que sostiene que los sistemas biológicos son “como una red de procesos de producción (transformación y destrucción), de componentes que a través desusinteracciones y transformacionescontinuamenteregeneran y realizan la red de procesos (orelaciones) han producido; y la constituyen (la máquina) comounaunidad concretaenelespacio en el que ellos (los componentes) existen”. Aunque el sistema cambie en sus componentes o estructura, espermanece invariable, manteniendosuidentidad. Losseresestán vivos solo cuando hay autopoiesis.
Esta idea se extendió desde los estudios evolutivos hasta la cibernética, la sociología y el lenguaje, mirando el mundo como una serie de conjuntos, que puede ser el propioel propio individuo, al interactuar con otro crea un campo de experiencia común, donde se produce la comunicación o relación.
La moción es extrapolable, incluso, al amor, porque “cuando decimosque amareduca, loque decimos es que el amar como espacio en que acogemosal otro, quelodejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio, supuesto, o teoría, se va a transformar en la educación que nosotros queremos”, dijo Maturana, citado por Elige Educar.
Respetar al otro como alguien “que reflexiona, pregunta, que es autónoma, que decide por sí misma”, fue clave para el desarrollo de lasteorías del lenguaje, lascomunicaciones y la psicología vigentes a partirdelosaños 80, queexploran, asu vez, las distorsiones o fallas de lossistemas y cómorepararlasosobrellevarlas.
Esta idea fue trabajada por la Escuela de Palo Alto, en California, donde encuentra eco y nuevos cuestionamientosenreferentes de la psicoterapia, como Paul Watzlawick, y la lingúística, como Gregory Bateson, quien, en sus últimos días, sostuvo que “el centro de estos estudios está ahora en Santiago de Chile, bajo un hombre llamado Maturana”. “La pregunta básica que me hice fue qué es lo vivo y qué muere, o qué tiene que estar pasando en su interioridad en un ente para que yo, mirándolo desde afuera, pueda decir que es un ser vivo”, explicó Maturana a la BBC en 2019.
Antes, en 1994, el biólogo especializado en anatomía y neurofi University College de Londres recibió el Premio Nacional de Ciencias, que se suman el McCulloch Award, de la American Society for Cybernetics; doctor honoris causa de la Free U. De Bruselas, la medalla Abate Juan Ignacio Molina, dela u. de Talca; y el Medal Gold de la United Kingdom Systems Society. En el año 2000, Maturana y Ximena Dávila fundaron el Instituto Matríztica, en Providencia, uncentro de estudios destinado a potenciar el trabajo colaborativo, la innovación y el alto desempeño de las personasal interior de organizaciones.
CON EL DALÁI LAMA El científico también presentó sus teorías frente al dalái lama, la máxima autoridad del budismo, cuya página web señaló que Maturana “es el científico al que su santidad suele citar como la persona que le dijo que intenta no apegarse asu campo de investigación porque ello estropea la objetividad”. Sumergido en esta forma de mirarsin fronteras, el biólogo publicó en febrero de este año “Mis go y algo más”, en Las Ultimas Noticias, dondeseñalaba que“hace dos años que los cumplí.
Sabía que losiba a cumplir, pero no me había ocupado mucho deello”, ya que continuaba trabajando en Matríztica, donde veía las noticias: “Si no salimos de nuestra deshonestidad los chilenosnoseremos capaces de generar una convivencia democrática”.