Autor: POR ESTELA CABEZAS FOTO SERGIO ALFONSO LÓPEZ
UN LAGUISTA EN LA CAMPAÑA DE MATTHEI
UN LAGUISTA EN LA CAMPAÑA DE MATTHEI cargo de la Comisión Bicentenario. ¿Cómo era su relación en esa época? Mi relación con él era para él, no para mí. Te puedo contar cosas para tratar de explicártelo. De repente la Angélica, su secretaria, me llamaba, estábamos en La Moneda y me decía, “el Presidente quiere almorzar contigo”. Entonces todo el mundo creía que íbamos a hablar de cosas muy importantes. Y yo sabía exactamente de qué se trataba: él quería descansar, estaba chato. O sea, nunca me lo dijo. Yo sé que no me lo dijo. Y él sabe que no me lo dijo. Pero cuando nos sentábamos a almorzar, hablábamos de las plantas, del último libro que estaba leyendo, de Caleu. No hablábamos de política exterior, ni de los problemas del partido.
Lo divertido es que yo salía de ahí y todos me decían, “¿y qué dijo? ¿ Le hablaste de mí?” dice sonriendo. ¿Y la gente efectivamente es así? Es lo peor, no hay nada peor que el Palacio. ¿Qué aprendió usted en Palacio? ¿ Salió con más o con menos amigos? Con los mismos. Mira, primero yo sabía que tenía muy poca experiencia. Todos los tipos que estaban ahí eran mucho mayores que yo. Eran en general abogados, sociólogos, ese tipo de cosas. Yo era ingeniero. Ahí aprendí a nunca sacar los pies de la tierra. Siempre saber que estás prestado. Esto lo cuento y todos se ríen, pero es así.
Yo llegaba en la mañana y se acercaba un tipo y me decía, “Don Matías, qué corbata más hermosa”. “Don Matías, llevo muchos años aquí y le quiero decir que ayer lo escuché y jamás en mi vida había escuchado algo tan lúcido como lo que dijo”. ¿Y había gente que esas cosas se las creía? ¡ Pero es que estaba lleno de gallos que se las creían! Para mí era bien divertido, pero era un mundo que también me asustaba, porque yo no sabía en qué minuto iba a pisar el palito. Tenías que estar alerta, no podías bajar la guardia y te estoy hablando de una cosa mucho más humana también. En esa época tomé la decisión de llamar a mi psiquiatra y decirle: “Carmen, tienes que acompañarme, tienes que estar una vez a la semana conmigo durante todos estos años.
Y tu único objetivo es que no se me suban los humos a la cabeza, porque es muy fácil que eso pase”. Pero las cosas comenzaron a ponerse complicadas: en 2001le hicieron un sumario por presuntas irregularidades en la concesión de carreteras cuando aún estaba en el MOP. Cuando se enteró, renunció. Era el 10 de septiembre de 2001, un día antes del atentado a las Torres Gemelas. Ricardo Lagos, recuerda, andaba fuera de Chile. Cuando pudo aterrizar habló con él y le dijo que no podía renunciar y lo nombró su jefe de Gabinete. Fue una noche muy fría.
Matías de la Fuente, ingeniero, 60 años, exasesor de Ricardo Lagos cuando estaba a cargo del MOP, exjefe de Gabinete cuando fue Presidente, primo de Luisa Durán, recuerda así el día en que pisó por primera y única vez la cárcel, luego de que la ministra Gloria Ana Chevesich determinara dejarlo en prisión por su responsabilidad en unos contratos del ministerio que presuntamente se utilizaron para pagar sobresueldos. La causa fue cerrada siete años después, cuando la Corte Suprema lo absolvió completamente del caso. Fui declarado inocente, pero lo que viví no me lo quita nadie dice.
Sentado en su oficina en plena calle La Concepción en Providencia, recuerda ese día 14 de julio de 2005, uno de los momentos más duros y complejos que le ha tocado vivir y de los que han pasado exactamente 20 años. El día viernes la Corte de Apelaciones no trabajaba, entonces me tuve que quedar ahí hasta el lunes. Si hubiera sido otro día, habría sido solo una noche dice y se queda pensando. ¿Sabes quién hizo parte del proceso? Evelyn Matthei. Ella era senadora y era del grupo de Pérez y Pérez. Perseguían a todo el mundo, pero no tengo rencor alguno con eso. Era lo que tenía que hacer.
Su reflexión es más que válida: hace dos semanas, él junto a otros integrantes de Amarillos, su partido, a través de una carta a El Mercurio, declararon su apoyo a la candidata. ¿Qué hizo que uno de los ex hombres fuertes del círculo de hierro de Ricardo Lagos terminara en ese apoyo? En mi opinión, ella tiene un gran compromiso con la democracia, tiene la experiencia que se necesita y entiende que para sacar adelante al país es necesario ponerse de acuerdo entre amplios sectores de la sociedad. No veo eso en las otras alternativas sostiene.
O N E U B O I D U A L C ¿ Qué le dijo Ricardo Lagos cuando supo que estaba apoyando a Evelyn Matthei? No he tenido la oportunidad de tocar ese tema. ¿Nadie de ese mundo le ha dicho nada? Nada, nadie me ha dicho nada. Se define como un hombre de izquierda. ¿Le complica votar por alguien de derecha? ¿ Sabes lo que pasa? Esto no se trata de mí, se trata del país. Y tampoco se trata de los míos, se trata de todos. El que en un mes más aparezca alguien que mágicamente se transforme en una alternativa real para gobernar este país, no existe. Frente a todo eso, Evelyn Matthei es, para mí, la mejor opción. Matías de la Fuente estudió Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Chile y poco tiempo después de egresar comenzó a trabajar en el Servicio de Impuestos Internos. Era 1991. Tenía 25 años y era, por lejos, el más chico. Matías de la Fuente se levanta a preparar café. A la vuelta, dice: En esa época había una cierta mística, pero también había una opción por las cosas bien hechas. Había una cosa un poquito distinta de lo que uno ve ahora, hoy hay, diría, más pensamiento mágico, autoridades que creen que porque dicen las cosas, van a ocurrir.
Nosotros lo hacíamos al revés, trabajábamos como monos hasta estar seguros de que la autoridad podía decir algo, y entonces íbamos, tímidamente, a proponerle que tal vez él podía decir tal cosa. ¿Por qué cree que hoy es así? Tengo la impresión de que tiene que ver con la abundancia y la no abundancia.
Cuando tenía 25 años, yo sabía que me sacaba la mugre o me moría de hambre. 35 años después los cabros tienen la educación asegurada, la salud bastante mejor que la que tenía yo, además tienes una cierta pensión Fantástico. Pero también me parece que la nueva generación lo ve como el aire que respira, como el desde. Y cuando tú miras las cosas desde el desde, en general se deterioran, es como una planta a la que no riegas.
Lo que ha sucedido es todo lo que nosotros queríamos, para eso nos rompimos el trasero: para mejorar sustantivamente las condiciones materiales de la gente, pero tengo la impresión de que esa mejoría la siguiente generación la tomó como una cosa dada y no como una cosa lograda. Tras salir del SII comenzó a buscar trabajo, pero Ricardo Lagos fue nombrado ministro de Obras Públicas en el gobierno de Eduardo Frei y lo llamó. Era el verano de 1994. ¿Usted tenía algún tipo de cercanía con él? No, no teníamos ninguna onda en particular. Para mí era una figura grande, era como el Superman de la familia. Ya de grande, lo veía con suerte para la Navidad.
Cuando se reunieron, Lagos le dijo que buscaba un jefe de asesores del ministro y que había pensado en él porque necesitaba a alguien que tuviera experiencia en administración pública, que fuera ingeniero y que fuera de su confianza. “Y al único que conozco así es a ti”, me dijo. Trabajó con él los casi cuatro años que estuvo a cargo del MOP.
Cuando Ricardo Lagos decidió postular a la Presidencia, Matías de la Fuente se involucró de lleno en la campaña, la primera elección donde hubo que ir a segunda vuelta. ¿Cómo fue ir a la segunda vuelta? Fue terrible. ¿Qué vio ahí? ¿ Mucha gente destruida? No, fue mucho peor. Bueno, a esta altura uno puede desclasificar ciertas cosas: yo fui la única persona que estuvo en el comando antes y después.
Porque cuando vimos que existía la posibilidad de irnos a segunda vuelta, Lagos siguió trabajando con el equipo de primera vuelta y yo también, pero a mí me dijo, “anda a trabajar con el equipo de la segunda vuelta”. Carlos Ominami, que estaba a cargo de la primera vuelta y a quien sacaron entre gallos y medianoche, según ha dicho, se sintió traicionado por esa decisión de Lagos. Ominami es muy sentido. Yo peleaba mucho con él. Eugenio Tironi se hizo cargo de la segunda vuelta. Para mí fue una locura. Terminaba, no sé, a las 7,8 de la noche en el comando y me iba a la oficina de Tironi hasta las 3 de la mañana. Y nadie sabía del comando uno que había un comando dos. Yo pasé a ser un traidor para mi amigo Ominami. Tras el triunfo, Lagos le pidió que se fuera como su asesor a La Moneda. Además de eso quedó en el directorio del Metro y a De la Fuente salió del gobierno en marzo de 2003, porque sabía que había comenzado a ser investigado por el caso MOP Gate. Entre el 2003 y 2004 empezaron a darme. La prensa empezó a decir: “Mira, este gallo. ” Y yo, nada, le decía a la (ministra Ana Gloria) Chevesich, aquí está mi cuenta corriente, revísenme.
Y seguía trabajando en mi empresa, hasta que un día en una reunión con una empresa de exportación europea muy grande, un gallo me queda mirando y me pregunta “¿ tú eres De la Fuente, el del MOP Gate?”. “Sí”, le digo, “desafortunadamente, sí”. “Ok, la reunión se termina. No hacemos ninguna cosa aquí”. Y se fue. Se queda en silencio. Quedé devastado. Todos los empresarios con los que tenía negocios comenzaron a llamarlo para decirle que no trabajarían más con él. Entonces hablé con mi socio y le dije que no podía seguir. Agarré mis pilchas y me fui a mi casa. Dice que perdió todo. Te quedas sin pega. La gente se cruza en la calle y no te quiere saludar. Tienes dificultades para parar la olla. Tienes problemas bancarios. No puedes salir del país. Todos pensaban que yo había metido las manos y había muchos intereses, mucha gente asustada, preocupada Lo pasé súper mal. Pero, y esto se lo dije a mi madre, “mira, mamá, tú tienes que imaginarte que por arriba mío pasó un camión de 16 ejes. Tengo la totalidad de los huesos quebrados, pero voy a salir. Voy a salir sin renguear, que si salgo rengueando quiere decir que ganaron”. Y así la hice y hoy no tengo cuitas con nadie, soy un tipo feliz.
Dice que en el caso suyo lo que sucedió es que se levantó “una tesis entre un grupo de abogados de que Lagos tenía que hacer una Ley de Amnistía porque era muy grande el problema de los sobresueldos y a mí me lo fueron a plantear.
Y yo les expliqué con claridad que eso no iba a pasar”. ¿Usted dice que fueron por alguien que le importara mucho a Lagos para que hiciera una Ley de Amnistía? Sí, es lo que yo creo, pero no puedo probártelo. Lo que sí te puedo decir es que me amenazaron los malandras del MOP.
Fueron a decirme, “mira, o hablas con Etcheberry para que pare esta cuestión, o hablas con el Presidente para que pare esta cuestión, o te vamos a embarrar a ti también”. Yo les dije, “ustedes no tienen nada de mí, pero aunque lo tuvieran, sobre mi cadáver, no los voy a defender”. Bueno me cagaron. Y agrega: Entre más cerca estuviera de Lagos, más me iban a pegar, si esto es así. Además, después lo entendí, era como una historia perfecta. El sobrino corrupto del Presidente de la República, o el primo corrupto del Presidente de la República. Era pintado armar el caso. ¿Lagos le preguntó por qué decidió irse? En marzo de 2003, cuando usted renunció, su situación aún no estaba judicializada. No, pero era un momento muy jodido, había pasado lo del jarrón. El jarrón era responsabilidad del marido de la hija de Lagos, del Gato Rivas. Estaba Ricardito, su hijo, en la dirección económica del Ministerio de Relaciones Exteriores. Estaba Pedro, el hermano de la Luisa, en la Presidencia a cargo de programación. Y estaba yo, que era primo de la Luisa. Y entonces había una cosa como de nepotismo Que ahora lo mira y le parece un error. Es que es una de las razones por las cuales yo me fui. A mí me pareció que no podíamos haber cuatro. Podía haber uno, dos, pero ¿ cuatro? No. El 2012 fue declarado inocente. Matías de la Fuente aún es muy cercano a Ricardo Lagos, lo ve todas las semanas. De hecho, el mismo día de esta entrevista había almorzado con él. Nunca lo he dejado de ver. ¿Qué es para usted Ricardo Lagos hoy? Ahora es un expresidente al que le tengo un respeto, un apre“Este Gobierno ha sido pésimo para este país. Horrible de malo. A mí no me pasa nada. Yo sigo almorzando, le echo bencina a mi auto. Pero creo que al país le va como el ajo”. “La centroderecha chilena hoy es completamente distinta a la que conocí en los 90. Es una derecha democrática”. “Le tengo un respeto, un aprecio, un cariño infinito. Una gratitud muy grande. Porque si no hubiese sido por él, yo no podría haber hecho ninguna de las cosas que hice. Y no sería quien soy”, dice sobre el expresidente Lagos. Fue asesor de Ricardo Lagos en el MOP, y también su jefe de Gabinete cuando fue Presidente. Hasta el día de hoy pertenece a su círculo de hierro.
Pero tras la Convención Constitucional, se vinculó a Amarillos, el único partido político en el que ha militado en su vida y que hace unas semanas declaró su apoyo a Evelyn Matthei. ¿Qué sucedió estos últimos años para que un hombre de izquierda como él terminara en ese apoyo? “Ella entiende que para sacar adelante al país es necesario ponerse de acuerdo entre amplios sectores de la sociedad. No veo eso en las otras alternativas”.. Matías de la Fuente “Este Gobierno ha sido pésimo para este país. Horrible de malo. A mí no me pasa nada. Yo sigo almorzando, le echo bencina a mi auto. Pero creo que al país le va como el ajo”. UN LAGUISTA EN LA CAMPAÑA DE MATTHEI cio, un cariño infinito. Una gratitud muy grande. Porque si no hubiese sido por él, yo no podría haber hecho ninguna de las cosas que hice. Y no sería quien soy. Fue muy generoso conmigo. ¿Cómo es su relación con él? Yo tengo una relación con él, ¿cómo decirte? tal vez la palabra puede ser desinteresada.
Como nunca he tenido una vocación de conseguirme algo políticamente, ni tampoco un cargo, ni una embajada, ni una nominación; nunca, de verdad... Cuenta que el video donde anunció en enero de 2024 su retiro lo grabó él y que conversaron mucho el cómo y cuándo hacerlo. Esa conversación partió desde antes de la pandemia, el cómo mutábamos desde esta fundación que hacía muchas actividades, a una que hace poquitas o ninguna. Pasar de una fundación de mucha actividad a una oficina de un expresidente. Eso que dice es casi una metáfora de lo que le estaba pasando a él. La transición de un expresidente activo, relevante, a uno que ya tienes sus años y que va de salida. Claro, por supuesto, es como es la vida no más. Debe ser duro y doloroso tomar la decisión, decir, “ya no puedo aportar como solía hacerlo y por lo tanto me voy a retirar”. Pero es que eso es de una lucidez maravillosa. Eso define su lucidez, además estoy totalmente de acuerdo con él, porque si no, tú te expones a cosas que no tienen ningún sentido. Cuando uno ya está viejo, está viejo. No hay más que pensar.
O N E U B O I D U A L C Matías de las Fuente quien hoy tiene una empresa de logística con su socio, Sergio Solís cuenta que comenzó a vincularse con Amarillos durante la Convención Constitucional. Al principio fueron solo un grupo de personas con un objetivo común: que no se aprobara esa Constitución. En esa época se hizo evidente toda la crítica que hizo el Frente Amplio a los 30 años. ¿Qué pensó cuando comenzó ese discurso? Que estaban cometiendo un grave error. Más bien creo que estaban presos de una gran cantidad de arrogancia y de excesiva ignorancia. Nunca estuve de acuerdo con ninguno de ellos. Tras ser rechazado ese proyecto, decidieron armar Amarillos.
Es el primer partido en el que milita y ha trabajado arduamente con su socio Álvaro González en preparar propuestas para el próximo gobierno, porque cree que abrirá las concesiones, la inversión privada, todas cosas que, según él, estuvieron paradas en los últimos cuatro años. Armaron un proyecto del bioceánico que va un poco más allá, porque piensan en un corredor multipropósito, donde no solo vamos a tener tren, vehículos, sino que también energía, agua e hidrógeno verde. De lado a lado. También han evaluado la situación de la permisología: de hecho, hicieron una propuesta para que ese proceso dure 18 meses.
Además, tiene una propuesta para duplicar la producción minera, otra para desarrollo tecnológico y dos para el problema de la falta de vivienda, uno tiene que ver con concesionar su construcción y otro para repartir la población a lo largo del territorio. Otro de los proyectos tiene que ver con seguridad. Ese se lo entregamos como Amarillos a Evelyn Matthei y, el otro día en un evento en Clapes, lo puso entero. En el partido estamos muy felices de que haya tomado nuestra propuesta. Amarillos tiene mucho que aportar. ¿Usted encuentra que Amarillos está ocupando un rol importante en la política nacional? No, pero ahora estamos existiendo un poquito. Y está bien, T R A L A B O R D N A J E L A pero no veo por qué uno tiene que solo involucrarse en proyectos hiperexitosos. Uno tiene que involucrarse en los proyectos en los cuales cree que aportan valor. Y nosotros pensamos que podíamos hacer algo, y en algunas cosas nos ha ido bien, en otras nos ha ido pésimo y a lo mejor desaparecemos después de las elecciones. Si no juntamos cuatro diputados desaparecemos, punto () pero creemos que podemos hacer un aporte de verdad. Chile necesita tener un centro y necesita tener una centroizquierda. Una centroizquierda que vota por Matthei es como raro. Sí, es raro. A principios de siglo, y a fines del siglo pasado, yo te diría que me podría haber dado dolor de guata. Pero la centroderecha chilena hoy, y los que están ahí, no los republicanos ni los que están más allá, son una derecha completamente distinta a la que yo conocí en los 90.
Es una derecha democrática. ¿Aun con Evelyn Matthei diciendo que las muertes en el primer tiempo de la dictadura eran inevitables? Ella nos pidió perdón y yo creo que cometió un súper error y estoy seguro que el cien por ciento de los Amarillos están en desacuerdo con ello. Nosotros tenemos más coincidencias con Evelyn Matthei respecto al futuro y estamos menos interesados en la discusión de los errores del pasado. Además, hay cosas en las que no tenemos por qué estar de acuerdo, por ejemplo, en cómo miramos el pasado.
En una segunda vuelta Jara y Kast, ¿qué va a hacer? Llorar. ¿Y votar por? Creo que votaría nulo. ¿Por qué Amarillos no esperó, por ejemplo, a que Harold Mayne-Nicholls juntara las firmas? Creo que cualquiera que aparezca recién ahora no es bueno para el país. Pasó lo mismo con Boric, que un año antes no marcaba nada. Yo pienso que este Gobierno ha sido pésimo para este país. Horrible de malo. A mí no me pasa nada. Yo sigo almorzando, le echo bencina a mi auto. Pero creo que al país le va como el ajo. Y por lo tanto creo exactamente lo que te dije antes: un candidato que aparece, y termina ganando con cuatro meses de anticipación una presidencial es un error garrafal, por definición. Porque para gobernar hay que prepararse, saber qué es lo que vas a hacer, cómo lo vas a hacer, por qué lo vas a hacer. Tienes que juntar gente, convencer gente, pastorear. Es un trabajo súper duro. Tienes que tragarte una cantidad de sapos que no te puedes imaginar. Y lo vas a pasar pésimo. Y cuando termines de gobernar vas a tener la duda de si los costos que pagaste valían la pena. Se queda en silencio y luego continúa. No tengo cómo apoyar a alguien que creo que no está preparado o que creo que va a hacer daño. Y si puedo, a riesgo de que me duela la guata, apoyar a alguien que me parece que sí puede hacer una contribución, tengo que hacerlo. Eso es lo que hay. ¿Votar por Evelyn Matthei no lo transforma en un hombre de derecha? No, y te voy a contar otra historia. Cuando estábamos en la cosa del Apruebo y Rechazo, yo me junté con muchos momios y ellos se juntaban con este rojo. Y siempre les dije: “No se equivoquen en esta cuestión.
Yo no soy un hombre de derecha, aquí estamos juntos, porque vamos a defender el ring”. Y puedes preguntarles a un montón de ñatos si yo decía esto o no, porque se matan de la risa. “Aquí vamos a defender el ring, porque lo que quieren hacer acá es cargarse el ring y yo quiero defenderlo. Y una vez que esté defendido, vamos a seguir peleando”. Si yo no estoy en esto porque me transformé en un momio, yo estoy en esto porque quiero que este país siga prevaleciendo. Y si Matthei lo llamará para formar parte de su gobierno, ¿aceptaría? No, eso no tiene ningún asidero. “Cuando estábamos en el Apruebo o Rechazo, me junté con muchos momios, y ellos se juntaban con este rojo. Y siempre les dije: No se equivoquen en esta cuestión.
Yo no soy un hombre de derecha, aquí estamos juntos, porque vamos a defender el ring”. “En esa época tomé la decisión de llamar a mi psiquiatra y decirle: Carmen, tienes que acompañarme, tienes que estar una vez a la semana conmigo.
Y tu único objetivo es que no se me suban los humos a la cabeza, porque es muy fácil que eso pase”. En la foto, en una reunión de la comisión Bicentenario con los entonces ministros del Interior, José Miguel Insulza, y de Vivienda, Jaime Ravinet. “Entre más cerca estuviera de Lagos, más me iban a pegar, si esto es así. Además, después lo entendí, era como una historia perfecta. El sobrino corrupto del Presidente de la República, o el primo corrupto del Presidente de la República. Era pintado armar el caso”. En la foto, el día que salió en libertad desde Capuchinos, procesado por la jueza Gloria Chevesich en el caso Mop-Gate. En 2012 fue declarado inocente.. “Cuando estábamos en el Apruebo o Rechazo, me junté con muchos momios, y ellos se juntaban con este rojo. Y siempre les dije: ‘No se equivoquen en esta cuestión. Yo no soy un hombre de derecha, aquí estamos juntos, porque vamos a defender el ring’”.