Autor: DANIELA SILVA ASTORGA.
Artista recobra fragmentos del histórico Taller Rocuant
Y su presencia en nuestra memoria —de acuerdo con su carga emotiva y cultural, y cómo los usamos— se ubican en el centro de las investigaciones y de la obra de Mariana Tocornal (1976). La artista, máster del College of the Arts de San Francisco, los recolecta, observa, reproduce, fragmenta y pone en tensión, a través de dibujos, grabados, esculturas, instalaciones. Opera de esa forma desde que inició sus estudios en la U. Católica. “Siempre me he aferrado a ciertos objetos. Quizás porque soy muy táctil y percibo bastante desde ahí, guardaba cosas y de a poco empezaron a entrar en mi trabajo. Más adelante empecé a interesarme por el rol práctico y el emocional de los objetos, y e mo algunos quedan en un sitio intermedio. Esos artículos que :on utilitarios y dejan de serloen cierto momento, quedando en la categoría de lo simbólico. Se atesoran y pierden el propósito para el que fueron diseñados. Esa operación mental me parece atractiva, tanto como el universo emocional que las personas construyen alrededor de las cosas que tienen”, explica.
Después de confeccionar una voluminosa instalación sobre bibliotecas preciadas de familiares —que en 2020 expuso bajo el título de “Otras historias” (Mavi UC)—, Tocornal aceptó la invitación a trabajar con piezas del histórico Taller Rocuant, que desde comienzos del siglo XX dotó a numerosas parroquias chilenas de figuras religiosas de yeso.
Así surgió “Matriz”, obra de sitio específico que estará montada hastael25 dejulioenel Centro Cultural Montecarmelo, lugar donde se conserva lo que quedó tras el cierre del taller (2010) y el rescate de más de 300 piezas que emprendieron Simone Racz y Varinia Varela en una bodega de calle Einstein, “Matriz” se basa en moldes del antiquísimo taller. O, más bien, en trozos de ellos.
Esas piezas, denominadas “astillas”, que no tienen utilidad para construir figuras íntegras y que Tocornal rescata en un volumen escultórico de más de 300 kilos, colgado al centro de la capilla desacralizada, en compañía de un grupo de formas en cerámica que la artista confeccionó a partir de los mismos trozos sobrantes. “Estos fragmentos correspondieron a los modelos que se encargaban a Francia. Eran valiosos.
Pero luego, cuando se define qué cosas de la colección son dignas de ser recuperadas como patrimonio, las “astillas' se convierten en desechos. ¿Qué pasa lo que queda atrás? ¿ Cómo lo resignificamos? Me Parece interesante eso.
Es lo mismo, pero a mayor escala, que ocurría con los artículos domésticos que abordé antes”, afirma Tocornal, quien acaba de cerrar una exhibición en la Biblioteca Patrimonial Recoleta Dominica y se prepara para una colectiva en el Parque de las Esculturas. Para su obra en el Montecarmelo, la artista estableció como central el concepto de “matriz”. Lo ve desde dos ángulos. Primero, como un recipiente que contiene y da forma. Pero también desde el significado de útero o lugar de origen. “Las reproducciones que elaboré con cerámica está instaladas al fondo de la sala como si fuesen crías —dice—, como una explosión. Igualmente en el montaje aparece el tema del peso, porqueel volumen. Está iluminado de manera más cálida, y el de la contención.
Está la forma y la contraforma; busco contrapuntos atravesados por la idea de matriz, de crianza”. Ideas similares aborda Sophie Halart en el texto curatorial: “Los moldes expuestos constituyen cuerpos en negativo: estructuras de poco valor, armadas y desarmadas con cada figura que van gestando.
En este sentido, aquellos cuerpos de yeso apelan también a otros cuerpos contenedores —el cuerpo materno en particular— cuyas labores reproductivas habitan un lugar si milar de invisibilidad en las sociedades contemporáneas”. El volumen que la artista confeccionó a partir de astillas de moldes pesa más de 300 kilos y va colgado la capilla del Montecarmelo. La iluminación estuvo a cargo de Ramón López. Mariana Tocornal confeccionó una obra de sitio específico para Montecarmelo. Trozos de moldes de la extinta santería se reactivan y dialogan con nuevas piezas en cerámica. Las figuras que la autora elaboró con cerámica van al fondo del espacio de exposición. Trabajó a partir de fragmentos de los moldes del histórico Taller Rocuant. Mariana Tocornal particip en una mues! ctiva que se inaugurará en julio, en la el Parque de las Escultun Providencia.