Premio Nacional de Medicina
Premio Nacional de Medicina Premio Nacional de Medicina Premio Nacional de Medicina 0 Editorial Premio Nacional de Medicina El doctor Jorge Rojas Zegers, fundador de Coaniquem, recibió importante galardón.
Desde Valdivia, hay razones para destacarlo. mediados de marzo fue distinguido con el Premio Nacional de Medicina el doctor Jorge Rojas Zegers, médico y Músico, especialista en cirugía plástica y reconstructiva; además de ampliamente conocido como uno de los cuatro fundadores de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem), institución creada el 19 de abril de 1979, que es actualmente uno de los centros de rehabilitación y salud infantil más importantes del país y Sudamérica. El galardón entregado a Rojas es otorgado bianualmente por el Colegio Médico y busca relevar a aquellos profesionales que han realizado un aporte significativo a los avances de la disciplina en Chile.
En este caso, por una vida dedicada a la atención integral de personas que sufren quemaduras; a la formación de profesionales en esa especialidad; investigación, desarrollo de tecnología y de acciones que han cambiado la cultura en materia de prevención, e incluso la legislación.
Desde Coaniquem se impulsa medidas para la seguridad de las cocinas y electrodomésticos como los hervidores; además de la ley que prohíbe la venta y uso de fuegos artificiales (Ley 19.680), promulgada en el año 2000; la cual también ha sido escalada con ayuda de Rotary Internacional por sus alcances a la OEA, para que reglas similares se apliquen en otros países.
De hecho la Asamblea aprobó las "Recomendaciones del Comité Jurídico Interamericano para la Adopción de Legislación Doméstica relativa a la Regulación de Fuegos Artificiales y Artículos Pirotécnicos en las Américas". Considerando sus méritos, la noticia sobre el premio ha sido destacada en todo el país. Y en Los Ríos hay razones especiales para hacerlo, pues el doctor Rojas estuvo muy ligado al trabajo religioso, histórico y patrimonial del Padre Gabriel Guarda.
Se conocieron a través de un vínculo espiritual en el monasterio Benedictino y cultivaron una profunda amistad que incluso llevó a Rojas a componer una obra música religiosa docta (en un creador de amplia trayectoria) para la dedicación de la Catedral de Valdivia. No llegó a interpretarse en la ceremonia de 1989 en que se abrió el templo construido por la comunidad, pero existe y es un testimonio de ese nexo especial. Sin Asignar Sin Asignar.