Autor: CECILIA ARROYO
Brecha de género en pensiones se explica en un 46% por las edades de retiros de hombres y mujeres
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Adultos Un estudio encargado por la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) sobre brechas de género en pensiones, revela que en Chile las mujeres reciben una pensión 49% menor a la de un hombre.
En ello, la principal determinante es la diferencia en las edades de jubilación (65 años para los hombres y 60 años para las mujeres en Chile), la que explica el 46% de la brecha de montos entre la pensión de un hombre y una mujer.
El estudio elaborado por la investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios de la USS, Karol Fernández, con datos a 2021, afirma que un segundo factor determinante en la brecha de género previsional son las mayores expectativas de vida de las mujeres, que pesan un 28% en la diferencia de pensión. Otras variables son las diferencias salariales y la menor densidad de cotización de las mujeres, que explican un 10% y un 16% de la brecha de pensión, respectivamente.
Subir la edad de jubilación En virtud de estos resultados, el análisis señala que la mejor medida El La jubilación de una mujer en Chile puede ser 49% inferior a la de un hombre, según un estudio de FIAP. para reducir esta brecha es aumentar la edad de jubilación de las mujeres igualándola a la de los hombres. Esto, a través de incrementos paulatinos, que se vayan transformando en alzas automáticas vinculadas a las expectativas de vida. “Esto debe enmarcarse en procesos de participación social y acompañado de medidas que favorezcan la empleabilidad de los adultos mayores”, agrega Fernández.
El presidente de la FIAP, Guillermo Arthur, recalca que “el aumento paulatino (de la edad de jubilación de las mujeres) es una buena manera de avanzar en esta materia cuyos costos políticos han provocado que los gobiernos de turno la posterguen”. también, se propone brindar apoyo en el cuidado de los hijos en edades tempranas, impulsar planes de ahorro voluntario con enrolamiento automático y crear mayores incentivos tributarios para las mujeres.
Sobre la opción de utilizar tablas de mortalidad unisex, Fernández, advierte que “aunque ciertamente reduciría la brecha de pensión, no parece estar en la dirección correcta”, ya que implicaría subir la pensión de las mujeres a costa de reducir la de los hombres, explica.
La medida, además, podría afectar a las mujeres beneficiarias de pensión de sobrevivencia, al bajar las pensiones de los causantes hombres; y también, alos pensionados de ingresos medios y bajos (con menores expectativas de vida), debido alos cambios al proceso de pensión de la medida.
Fernández recuerda que las últimas reformas de pensiones han impulsado el retraso voluntario de la edad de jubilación de las mujeres otorgando beneficios post 65 años, tales como el bono por hijo y ahora la PGU.
Sin embargo, la reforma del actual Gobierno contemplaría compensaciones a través de bono, lo que a su juicio es “una solución parche” que no ataca el problema de raíz: la menor edad de jubilación y las altas lagunas previsionales de las mujeres.
Colombia y Perú El estudio de FIAP también evidenció las brechas de género en pensiones en Colombia y Perú (2019), donde alcanzaban a 46% y 29%, respectivamente, siendo este último país el único con igual edad de retiro para mujeres y hombres.
En Colombia, al igual que en Chile, la distinta edad de retiro es el mayor factor de brecha de pensión (53,7 %). La mayor vida femenina es la variable de mayor peso en la brecha peruana (58,6 %), pero en Colombia es la segunda (36,7 %). Arthur, recuerda que la experiencia en Europa y países latinoamericanos como México, Perú, Uruguay, Costa Rica y República Dominicana, ha demostrado que equiparar las edades de jubilación permite mejorar la pensión de las mujeres. “En Chile es una tarea pendiente que se debe abordar”, dice.