Autor: GUSTAVO ORTIZ
Las mujeres que inspiran al campeón paralimpico Alberto Abarza
Su madre, su hermana, sus hijas y su novia Abarza y Amaia, la menor de sus hijas, a quien no ve hace más de un mes por entrenar en el extranjero. Mis hijas”, dijo sin dudar el nadador Alberto Abarza, cuando le preguntaron qué pensó al llegar primero en los 100 metros espalda S2 de los Juegos Paralímpicos de Tokio. El deportista de 36 años logró así la segunda medalla de oro para Chile en este tipo de competencia, luego de la que obtuvo Cristián Valenzuela en los 5.000 metros de Londres 2012. Abarza tiene dos hijas.
Beccieé, de 11 años, que está en Osorno con su familia materna; y Amaia, de nueve meses, nacida de su relación con Ámbar Jiménez. "Me habría encantado que estuvieran acá con mi pareja, mi mamá, que me llevaba a la piscina cuando era niño, que me inculcó el amor al deporte. Sí estoy con mi hermana, que me acompañaba a la piscina cuando niño”, dijo el campeón este miércoles en Tokio. Millaray Díaz, la mamá del medallista paralímpico, cuenta que el fútbol fue el primer amor de Abarza.
Cuando la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth empezó a manifestarse tuvo que dejarlo. "Es una polineuropatía crónica progresiva, que va afectando de forma progresiva los nervios que llevan la información del sistema nervioso a los músculos y los que llevan la sensibilidad desde la piel al cerebro. A medida que va aumentando esta enfermedad va haciendo que los músculos pierdan fuerza. Finalmente afecta la parte respiratoria”, explica el médico Raúl Smith, deportólogo de Alemana Sport, Teletón y Comité Paralímpico de Chile. La piscina de la Teletón fue la primera que empezó a visitar el deportista. "Se enamoró del agua. Por eso le digo mi pececito de colores. Es un Nemo. Siempre lo alentaba desde el otro lado de la piscina o iba al lado de él”, contó Millaray. La adolescencia fue un periodo difícil para Abarza.
La enfermedad seguía avanzando y veía que los jóvenes de su edad salían, iban a fiestas, tenían polola. "No quería nada, renunció a todo, se El nadador chileno ganó los 100 metros espalda en Tokio y consiguió la segunda medalla para el país en este tipo de competencias. encerró. Después de que nació Beccieé retomó la natación. Pero dos semanas antes tuvo un paro respiratorio grave. Estuvimos a puerta cerrada y dijeron que había que despedirse. Pero después del nacimiento repuntó en natación y se dedicó profesionalmente. Me acuerdo de que su primer viaje fue a Brasil y ganó al tiro medalla. De ahí no ha parado”, revela la mamá. En uno de sus entrenamientos en el Estadio Nacional conoció a Ámbar, entonces estudiante de administración de la Usach. “Lo invité a una charla motivacional, porque me interesa que el deporte se fortalezca, sobre todo en personas en situación de discapacidad.
Fue a la Usach y después a otras universidades”, recuerda Jiménez, mientras vigila los primeros pasos de Amaia, algo que el medallista aún no ha podido apreciar en vivo y en directo. "No vemos al Beto hace un mes y medio. Antes lo vimos dos semanas. Ha sido muy poco lo que lo hemos visto este año, por los entrenamientos”, agrega. Amaia tiene una manchita de nacimiento en la frente. Le dicen "la marquita del portonazo”, porque Ámbar tenía 37 semanas de embarazo cuando sufrieron un ataque delictual. “No nos pasó nada, no se pudieron llevar el auto, pero fue bien impactante”, revela su madre. No ha sido el único incidente preparalímpico de Abarza. El año pasado su mamá estuvo una semana muy grave por el Covid-19, aunque no fue intubada. Cada vez que los veía, cuenta ella, pensaba que era la última. Beto y su hermana Millaray, que es su asistente técnica en Tokio, la llevaron al hospital. Ahora le traerán una medalla de oro.
Resumen
El nadador chileno ganó los 100 metros espalda en Tokio y consiguió la segunda medalla para el país en este tipo de competencias., Is hijas”, dijo sin dudar el nadador Alberto Abarza, cuando le preguntaron qué pensó al llegar primero en los 100 metros espalda S2 de los Juegos Paralímpicos de Tokio., 'Me habría encantado que estuvieran acá con mi pareja, mi mamá, que me llevaba a la piscina cuado era niño, que me inculcó el amor al deporte.
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