Autor: Por Ricardo Retamal Ortiz/ Abogado, Magister UC
LA BOTILLERIA CHIRINO DE BALMACEDA 669
Media Serena fue cliente de la Botillería Chirino. Recuerdo la ocasión en que vi comprar personalmente a Gabriel González Videla. Ya no era presidente de la República, pero disfrutaba mucho la cabina que poseía en Peñuelas, su refugio por largas temporadas cuando escapaba de Santiago, junto a su esposa Mitty. Refugio en que se desarrollaba una amplia vida social con serenenses que lo conocían de toda una vida y visitas de todo Chile y del mundo. Hombre alegre, a don Gabito le gustaba la conversación y el baile. Un músico que solía tocar en el Hotel Francisco de Aguirre de La Serena comentó que don Gabriel le pedía que le interpretara en el piano la canción Brasil. Volviendo a la ocasión que vi a don Gabriel comprar en la botillería, recuerdo que eligió varios tragos entre vinos y licores. Vestido en forma deportiva lucía una impecable camisa blanca, don Gabriel levantaba el maletero del auto, mientras Guillermo, el popular guatón Chirino, le ayudaba a subir los licores. “Su clientela era muy amplia. Desde el más humilde hasta el presidente de la república. En la época del Plan Serena, desde la oficina de la presidencia hacían los pedidos”, rememora Jesús Chirino Peralta, aludiendo la larga tradición que tuvo la Botillería que fundó su abuelo. En efecto, Jesús Chirino Mondaca, fue un hombre de esfuerzo que se hizo a sí mismo. Nació en El Molle en 1898. A la edad de 16 años se viene a La Serena a “probar suerte”, arrendando una pieza en calle Vicuña de la misma ciudad. Comenzó comprando las “regalías” de cerveza que eran parte del sueldo de los trabajadores de la Compañía de Cerveza Floto. La envasaba y salía a vender al menudeo. Fue un hombre de condiciones innatas para el comercio. La experiencia fue su escuela. Su estilo la perseverancia y el ahorro. Jesús, su nieto, precisa: “Después de años de esfuerzo se instala con la Botillería donde está actualmente el IPS. Siempre trabajando muy duro junto a su esposa Rosa Villanueva, pilar de su emprendimiento”. Hacia 1948 compró un local al frente de su botillería, en la misma calle Balmaceda, en el número 669. Compraba a la Compañía Cervecera; pisco a Pisco Control y directamente a las Viñas San Pedro y Santa Carolina. Vendía al contado y al crédito a los clientes habituales. Además, entregaba a consignación a otros locales más pequeños, bares y restaurantes. Los mejores años de la Botillería fueron hasta 1970. Luego viene un tiempo complejo para el país y el desabastecimiento generalizado de la época. Jesús Chirino Mondaca invita en 1973 a sus hijos Humberto y Raquel a tomar la dirección de la botillería. Posteriormente, Humberto tiene que enfrentar un desafío insuperable. La llegada de los Supermercados y cierra alrededor de 1990. Jesús precisa que su abuelo le marcó profundamente su vocación que consolidó años después. “Me enseñó varias teorías económicas como la elasticidad de la demanda, políticas de precios y costos. Lo extraordinario es que las aprendió con la práctica. El nunca fue a la Universidad. Muchos de mis logros profesionales se los debo a él, a esas conversaciones que tuvimos, siendo yo muy joven y que han sido un consejo que se ha mantenido a través de los años. Fue un maestro y abuelo que llevo en mi corazón”. Jesús Chirino Mondaca murió en 1981 y sus restos descansan en el Cementerio Municipal de La Serena.