Elevando la discusión:
Elevando la discusión: Es mejor que hablen... Salvador Dalí decía eso de que "da lo mismo que hablen bien o mal deuno, lo importante es que hablen", aunque él agregaba, con no poca ironía, que le gustaba que hablaran mal, "porque eso significa que las cosas me van bien". Pero bueno, eseera Dalí. Cada uno tendrá sus propias preferencias, pero con quien sí resuenan las palabras del pintor español es con Henry Kissinger, muerto por estos días alos 100 años. Que se habla de él no hay duda, aunque no siempre en buenos términos. Ahí está, por un lado, el libro de Christopher Hitchens, Juicio a Henry Kissinger, y por otro, la monumental biografía de Niall Ferguson, cuyo segundo tomo adquiereahora mayor interés. Pero más allá de la opinión de unos y otros, lo cierto es que con su muerte se va definitivamente el último referente del siglo XX.
Y nos quedamos en el siglo XXI, con los dilemas sobre la inteligencia artificial, los debates sobre el futuro de la democracia y por estos días también con las reflexiones sobre liberales y libertarios que se tomaron parte del debate por el triunfo de Javier Mileien Argentina. ¿De qué hablamos cuando hablamos de libertarios? Eso fue lo que intentó despejar Andrés Gómez en LT Domingo con expertos locales y mundiales de esa vertiente de pensamiento. El problema está en el Estado.
Como decía uno de los referentes del presidente argentino, el español Jesús Huerta de Soto, "el Estado es laencarnación del Maligno". Másallá del lenguaje -y ya sabemos en quiénseinspira Milei ese es el debate en estos días y noes nuevo: más o menos Estado. Aunque por acá el expresidente del Partido Liberal Patricio Morales salió aacla= rar los términos. Cualquier alcance de nombre es pura coincidencia.
Si bien Milei insiste en definirse como "liberal libertario", para Morales "muchas veces esa distinción se pasa por alto". El libertarismo, asegura, es una variante particular del liberalismo, "una interpretación extremista que bordea el fanatismo". Tiene, agrega, un "desprecio porel Estado" y una "valoración casi religiosa del mercado". Y aquí lo religioso vuelve a resonar. En eso se ha convertido la política, una suerte de guerra santa, como decía hace años el filósofo británico John Grey, cuando todos celebraban a Fukuyama y su fin de la historia. Pero ya que estamos en Milei, Moisés Naím agregó otra pregunta en su columna de esta semana: ¿ Qué Milei gobernará? Por estos días, el futuro mandatario transandino cambióel tono.
Por eso, dice Naím, citando una broma transandina, "parece haberdos Milei, uno es el estadista con gafas (... ) y el otro es el ideólogo que despotrica". Pero sea cual sea el que gobierne, lo cierto es que "el presidente entrante enfrenta unamenapresidente entrante enfrenta unamenapresidente entrante enfrenta unamenapresidente entrante enfrenta unamenapresidente entrante enfrenta unamenapresidente entrante enfrenta unamenapresidente entrante enfrenta unamenaElevando la discusión: los debates que marcaron la semana Por Juan Paulo Iglesias Je Je zador conjunto de desastres". Tal vez por eso, como dice Ascanio Cavallo, "la de Milei (.. ) ha sido una elección de emergencia: lo primero fue el rechazo a los que gobernaban, pero lo que sigue es salvar al país de una catástrofe". El cansancio de la política Pero dejando el mundo y volviendo a Chile, si hay algo que parece resumir el clima ambiente por estos días es cansancio.
Y no porque hayamos llegado al último mes del año, que de por sí trae aparejado el desgaste de los 11 meses anteriores, sino porque pareciera que el debate constitucional y el próximo plebiscito entusiasman a pocos. Sieldiccionario Meriam-Webster eligió "authentic" como la palabra del año, por acá se podría elegir "cansancio" o "desgaste". Pero quizá no es sólo el agotamiento, sino la repetición. La política chilena viene dando vueltasen banda desde hace años y Cuesta avanzar. Algunos dirán que nos quedamos pegados.
Y otros, como Óscar Guillermo Garretón, que el problema es el concepto de tiempo, que no siempre es el mismo. "Los tiempos de la política son cortos", dice Garretón, "su vida se juega cada cuatro años. En cambio, la de los países se calcula en decenios". Y quizá ahí está el problema, pecamos de cortoplacismos. Elasunto, agrega, es queen el tema mos. Elasunto, agrega, es queen el tema mos. Elasunto, agrega, es queen el tema mos. Elasunto, agrega, es queen el tema mos. Elasunto, agrega, es queen el tema mos. Elasunto, agrega, es queen el tema mos.
Elasunto, agrega, es queen el tema constitucional -y ahí, como hemos visto, no es bueno guiarse por la lógica electoral la ciudadanía "está aburrida de una discusión que nos consume desde hace cuatro años". Y si bien quienes llaman a votar "En contra" "dicen que no mantendrán abierto el tema constitucional al menos en este gobierno", en rigor, dice Garretón, sólo disimulan.
Es estrategia. "Las garantías oficialistas", apunta, "pueden servir a la política en tiempos electorales, peronoa los tiempos que la vida de Chile necesita". Pero parafraseando a Aristóteles y susdichos sobre la guerra y la paz, no basta con ganar una elección, hay que administrar luego el gobierno.
Y ese ha sido el problema enlosúltimos años-y nosolocon los actuales inquilinos de La Moneda-. Y hoy, para Max Colodro, y en eso sí se refiere al actual gobierno, se observa un "extravío total". Lo escribía en referencia al entusiasmo de la ministra Vallejo por el 0,6% de crecimiento del tercer trimestre. "Pasa a veces", dice, "que el contraste entre loque se destaca y todo lo demás estan abismante que dicho ejercicio más bien refleja un profundo desconocimiento o una total desconexión". Porque "la gente podrá no conocer en detalle las cifras, pero vive y siente susefectos". El poder a veces aísla, dicen. "Todo es relativo en el mundo, sólo el cambio permanece", sostenía Trotsky, y se podría decir que hay algo trotskista en el Presidente por estos días, con sus mea culpa por su rol como oposición y su cambio de discurso con los inmigrantes. Volvemos a eso de que de los arrepentidos esel reino de los cielos. Si algo permanece por estos días es el cambio. Y eso manece por estos días es el cambio.
Y eso NEWSLETTER DE OPINIÓN NEWSLETTER DE OPINIÓN NEWSLETTER DE OPINIÓN Suscríbase al newsletter de Opinión, Elevando la discusión, los debates que marcaron la semana, para conocer los temas que fijaron agenda y las columNas de la semana. latercera. com Nas de la semana. latercera. com Nas de la semana. latercera. com vale también para el otro lado, según Daniel Matamala, en referencia al "que se jodan", porque, dice, "nos prometieron una Constitución que, escrita con amor, sería "una que nos una"", pero "ahora promueven la Constitución simplemente como una excusa para cobrarse venganza". Ya lo decía Peter Sloterdijk, al que cita el propio Matamala, "la política debe administrar el odio". En la recta final Elasunto es que el odio parece no faltar por estos días o, al menos, usando un término más propio del otro lado de la cordillera: la bronca. Es la sociedad de la ira. Y a eso apela no solo la campaña del "A favor", sino toda la política.
Para algunos la negociación y el acuerdo son sinónimo de traición. "Históricamente, las teorías políticas y sociales han entendido el conflicto como un catalizador » del cambio", decía la semana pasada María José Naudon, pero "lo que estamos viendo es un giro en la forma de entenderlo". "Las nuevas generaciones -agrega lo conciben como un elemento esencial para toda transformación y tienden a equipararlo con el disenso". Y en eso, Twitter, ahora X, se volvió un instrumento central de la política del conflicto y la emocionalidad.
El punto lo pone también Carlos Meléndez, al asegurar que detrás del voto "En contra" está un antiestablishment constituyente, uno que esta vez, "ante la posibilidad de renovar la Carta Magna, elige el statu quo". Es cierto que el punto lo rebatió Sylvia Eyzaguirre en una carta donde recuerda que quienes se ubican en la centroizquierda votaron Rechazo en el plebiscito anterior y hoy están "En contra", y no parecen ser antisistema.
Pero más allá de ese debate, para Meléndez uno de los resultados inesperados de los dos intentos constituyentes es que han fortalecido el antiestablishment y "han comprobado la incapacidad de la clase política para interpretar el malestar". Al final, dice, "generar empatía con el ciudadano promedio" es más difícil "que andar en bicicleta". Son los ecos del que "se vayan todos". Pero el análisis de Meléndez está sujeto al resultado. El asunto es que con veda de encuestas de por medio, muchos no sabrán cómo evoluciona el asunto.
Parafraseando a Dante, "nos encontramos en medio de una selva oscura". Para Sebastián Izquierdo, la clave estará en los indecisos, que son "un enigma". Sea asío no, lo cierto es que hoy por hoy prima la lógica del corto plazo y es difícil aventurarse con un resultado, más allá de lo que digan los sondeos. Leer al votante es difícil. Es la era del Brexit y de Milei..